El asesor de seguridad nacional de Donald Trump, Herbert Raymond «H. R.» McMaster, describió el enfoque de política exterior de su jefe como «disruptivo» en la víspera de la primera reunión de la Casa Blanca con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, diciendo que sus formas no convencionales podrían crear una oportunidad para estabilizar el Medio Oriente.

Trump se enfrenta a un profundo escepticismo tanto en el país como en el extranjero por sus posibilidades de lograr un avance con Abbas, sobre todo porque la nueva administración estadounidense aún no ha articulado una estrategia coherente para reanudar las prolongadas conversaciones de paz.

El asesor de seguridad nacional expresó en el marco de la celebración del Día de la Independencia de Israel en Washington que Trump «no tiene tiempo para debatir sobre la doctrina» y en su lugar trata de desafiar las políticas fallidas del pasado con los resultados de un empresario orientado hacia el futuro.

La imprevisibilidad de Trump ha sacudido a amigos y enemigos por igual en todo el mundo. Algunos analistas dudan que Trump pueda tener éxito donde las manos experimentadas de Medio Oriente fallaron durante décadas, especialmente cuando la confianza entre israelíes y palestinos está en un punto bajo.

«El presidente no es un hombre súper paciente. Algunas personas lo han descrito como perturbador, y esto es bueno porque ya no podemos permitirnos invertir en políticas que no promuevan los intereses y los valores de Estados Unidos y nuestros aliados», resaltó McMaster.

La reunión con Abbas significará otra prueba para ver si Trump, con un poco más de 100 días en el cargo, se toma en serio la tarea de perseguir lo que ha llamado el «trato final» de la paz israelí-palestina que eludió a sus predecesores.

Las conversaciones de la Casa Blanca con Abbas prosiguen de una visita de mediados de febrero del primer ministro Binyamin Netanyahu, quien se movió rápidamente para restablecer los lazos con Estados Unidos luego de una relación frecuentemente combativa con el predecesor de Trump, Barack Obama.

Aunque aún no es confirmado, se espera que Trump visite al líder israelí en Jerusalem y posiblemente a Abbas, entre el 22 y 23 de mayo.

Sobre la llegada del yerno de Trump, Jared Kushner, McMaster dijo que «las circunstancias difíciles», incluida la militancia del Estado Islámico y una creciente amenaza regional de Irán «nos permitirán resolver lo que algunos han considerado problemas intratables, problemas como las disputas entre Israel y los palestinos».

«El presidente Donald Trump ha adoptado un enfoque típicamente no convencional y fresco para este problema», dijo McMaster en un raro discurso público.

La Casa Blanca ha sido vaga sobre lo que Trump espera lograr con Abbas. Las conversaciones de paz negociadas por Estados Unidos se derrumbaron en 2014. Funcionarios de la Casa Blanca aseguran que Trump presionaría al líder palestino para detener los pagos de la OLP a las familias de militantes encarcelados por Israel y detener la incitación anti Israel por los medios palestinos.