Agencia AJN.- Un alto cargo de Hamás afirmó el lunes que sólo un pequeño número de altos mandos dentro de Gaza sabían del amplio ataque sorpresa contra Israel, pero que aliados como Irán y el Hezbolá libanés «se unirán a la batalla si Gaza es sometida a una guerra de aniquilación».

Ali Barakeh, miembro de la dirección de Hamás en el exilio, habló en su oficina de Beirut mientras Israel bombardeaba Gaza en ataques de represalia, y prometió un bloqueo total del territorio gobernado por Hamás.

El devastador ataque del sábado cogió completamente desprevenidos a los cacareados servicios militares y de inteligencia de Israel, ya que cientos de hombres armados de Hamás se colaron por los agujeros de la valla fronteriza y arrasaron varias ciudades, matando a más de 900 soldados y civiles y capturando a más de 100 personas.

Barakeh afirmó que el atentado había sido planeado por media docena de altos mandos de Hamás en Gaza y que ni siquiera los aliados más cercanos del grupo habían sido informados de antemano sobre la fecha. Negó las informaciones según las cuales funcionarios de seguridad iraníes ayudaron a planear el atentado o dieron el visto bueno en una reunión celebrada la semana pasada en Beirut.

«Sólo un puñado de comandantes de Hamás sabía lo de la hora cero», declaró Barakeh, añadiendo que nadie del mando central o del buró político de Hamás estuvo en la capital libanesa la semana pasada.

Reconoció que Irán y el grupo terrorista libanés Hezbolá han ayudado a Hamás en el pasado, pero afirmó que desde la guerra de Gaza de 2014 Hamás fabrica sus propios cohetes y entrena a sus propios combatientes.

Una alta fuente del gobierno israelí dijo el lunes que Israel tiene indicios de que Irán empujó a Hamás a llevar a cabo su infiltración masiva y su asalto mortal, y que Irán también estaba empujando a Hezbolá a estar listo para el conflicto con Israel.

Y el ex primer ministro Naftali Bennett dijo que, en última instancia, Israel estaba implicado en una guerra contra Irán, «el pulpo» que está «dirigiendo» a Hamás, la Yihad Islámica y Hezbolá.

«Cuando nos enfrentamos al enemigo iraní -Hamas, la Yihad Islámica, Hezbolá, Irán- nos enfrentamos a una concepción nazi», dijo Bennett. «No he dicho esto en el pasado. Nunca concebí que vendrían y masacrarían, degollarían niños. Son animales. No un enemigo de Estado. Tenemos que tratarlos como si fueran nazis. Lo que haríamos a los nazis, hacérselo a ellos».

La doctora Anat Hochberg-Marom , experta en Seguridad Internacional y Crisis Geopolíticas, declaró el martes a las noticias del Canal 12 que «no hay ni sombra de duda» sobre la implicación directa de Irán en el atentado.

A la pregunta de si Estados Unidos ha visto pruebas de la implicación iraní, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que «existe cierto grado de complicidad» por parte de Irán debido a sus años de apoyo a Hamás; sin embargo, Estados Unidos no ha «visto pruebas contundentes, tangibles, de que Irán estuviera directamente implicado en la participación o en la dotación de recursos, en la planificación de este conjunto de complejos atentados que Hamás llevó a cabo durante el fin de semana».

Barakeh negó también las especulaciones de que el atentado, planeado desde hacía más de un año, tuviera como objetivo desbaratar los esfuerzos de Estados Unidos por convencer a Arabia Saudita de que normalice sus relaciones con Israel.

Por el contrario, dijo que se debía a una serie de medidas adoptadas por el gobierno de línea dura de Israel en el último año, como las visitas al Monte del Templo de Jerusalén, lugar conflictivo, y el aumento de la presión sobre los presos palestinos retenidos por Israel. También afirmó que Hamás creía que Israel tenía planes para matar a sus principales dirigentes.

Afirmó que incluso Hamás estaba conmocionada por el alcance de la operación, que bautizó como «Operación Diluvio de Al-Aqsa», y afirmó que esperaba que Israel impidiera o limitara el ataque.

«Nos sorprendió este gran derrumbe», declaró Barakeh. «Pensábamos conseguir algunos avances y tomar prisioneros para canjearlos. Este ejército era un tigre de papel».

Su afirmación de que Hamás sólo había planeado una pequeña operación queda desmentida por el hecho de que se calcula que unos 1.000 terroristas participaron en la incursión, atacando por tierra, mar e incluso en parapentes motorizados.

Israel ha declarado la guerra total y ha prometido castigar a Hamás como nunca antes lo había hecho, y la movilización de 300.000 reservistas israelíes ha elevado la perspectiva de una invasión terrestre o incluso de una reocupación de Gaza. El ejército israelí afirma que ya ha matado a cientos de terroristas y bombardeado numerosos objetivos de Hamás.

Barakeh afirmó que Hamás sólo ha empleado hasta ahora un pequeño número de sus propias fuerzas. Dijo que casi 2.000 combatientes de Hamás han participado en los últimos combates, de un ejército de 40.000 sólo en Gaza.

Hamás también puede contar con sus aliados si sufre un revés importante. El domingo, Hezbolá disparó varios cohetes y proyectiles contra tres posiciones israelíes en una zona en disputa del norte del país. El lunes, el grupo terrorista palestino Yihad Islámica afirmó haber enviado cuatro hombres armados a Israel a través de la frontera libanesa.

Israel declaró que un oficial superior de las Fuerzas de Defensa de Israel y dos soldados murieron en el enfrentamiento, y que sus fuerzas dispararon y mataron a varios hombres armados que cruzaron al país desde Líbano. También bombardeó el sur de Líbano en respuesta.

Barakeh, que durante años fue representante de Hamás en Líbano y ahora se encarga de la coordinación con otras facciones palestinas, dijo que su grupo utilizará las decenas de israelíes que capturó en el ataque para conseguir la liberación de todos los árabes detenidos en cárceles israelíes por delitos de terrorismo e incluso de algunos palestinos encarcelados en Estados Unidos acusados de financiar a Hamás.

«Hay palestinos detenidos en Estados Unidos. Pediremos su liberación», dijo, sin especificar a quiénes se refería.

En 2009, un tribunal de Dallas condenó a 65 años de prisión a dos miembros fundadores de la Fundación Tierra Santa para la Ayuda y el Desarrollo, en su día la mayor organización benéfica musulmana de Estados Unidos, por canalizar millones de dólares a Hamás. Otros tres hombres fueron condenados a penas de entre 15 y 20 años de prisión por conspiración.

Barakeh afirmó que Hamás está preparada para librar una larga guerra contra Israel, afirmando que dispone de un arsenal de cohetes que durará mucho tiempo.

«Nos hemos preparado bien para esta guerra y para afrontar todos los escenarios, incluso el de la guerra larga», añadió. «Detendremos la vida en la entidad sionista si no cesa la agresión a Gaza».