El movimiento chiita Hezbollah amenazó este jueves con declarar una "guerra abierta" contra Israel, estado al que acusa del asesinato de uno de sus principales dirigentes, el libanés Imad Moughnieh, cometido en Damasco, la capital siria.
"Si los sionistas (por Israel) quieren una guerra abierta, la tendrán", expresó Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, durante el funeral de Moughnieh que se realizó en el sur de Beirut.
El discurso de Narallah fue difundido en pantallas gigantes y celebrado por miles de seguidores que asistieron a la ceremonia religiosa.
“La guerra de julio (de 2006) no ha terminado, no se declaró ningún cese del fuego”, expresó Nasrallah en referencia al conflicto bélico que enfrentó a Israel con Hezbollah durante 34 días en Líbano.
El gobierno israelí negó su participación en el atentado perpetrado contra Moughnieh, un experto miliciano de la organización que era buscado por la justicia argentina ante la sospecha de que planificó la voladura de la Embajada de Israel y la AMIA en Buenos Aires.
Desde Israel, Arieh Berliguer, docente de la Universidad Hebrea de Jerusalem, opinó en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que el asesinato de Moughnieh no traerá "cambios en la relación" de los grupos terroristas con el Estado hebreo.
“No están interesados en que haya paz. Hezbollah se vengará, puede pasar un año o dos, pero estoy seguro de que habrá una represalia”, afirmó el docente.
En Buenos Aires, los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, cometido en julio de 1994, expresaron sus dudas sobre si Moughnieh fue realmente asesinado o todo se trató de un montaje para que pudiera pasar a la clandestinidad.
Berliguer, que nació en Argentina pero se radicó con su familia desde muy chico en Israel, desestimó ese tipo de “conspiración” al decir que el libanés siguió siendo uno de los hombres más buscados pese a que vivió “largos períodos en secreto”.
Consultado acerca de cuáles serán las consecuencias que tendrá el ataque contra Moughnieh en el proceso de paz que llevan adelante israelíes y palestinos, Berliguer opinó que tanto la situación no variará.
La ciudad de Beirut, en tanto, vivió un día de tensión porque, además del funeral de Moughnieh, se concentraron  decenas de miles de partidarios antisirios con motivo del tercer aniversario del asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri.
El ejército local se desplegó en toda la capital del país que vive una crisis política extrema debido a que el cargo de presidente quedó vacante a fines de 2007 y el Parlamento todavía no acordó el nombre del próximo mandatario.
El ex premier Hariri fue asesinado el 14 de febrero de 2005 en Beirut en un atentado con coche bomba que dejó otros 22 muertos en el corazón de Beirut.
AD-GT