Israel y Estados Unidos siguen considerando a Irán como una amenaza, a pesar de un informe de inteligencia norteamericano que sostuvo que el país persa frenó su plan nuclear en 2003. Irán, en cambio, saludó la difusión del informe y dijo que se ha demostrado que las sospechas de occidente son “infundadas”. "Irán fue, es y seguirá siendo peligroso", dijo en la Casa Blanca el presidente de Estados Unidos, George Bush, quien se manifestó a favor de mantener la presión internacional sobre ese país. En Israel, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, cuestionó el informe y sostuvo que Irán "mantiene la voluntad de construir una bomba nuclear". Además, consideró que el informe demuestra la necesidad de implementar sanciones internacionales más severas para que Irán "no pueda nunca desarrollar armas nucleares". Olmert pidió también que la campaña respaldada por "los amigos estadounidenses" para hacerle frente a las ambiciones nucleares iraníes siga adelante."Es necesario impedir que Irán obtenga armas no convencionales", declaró. El régimen iraní es un declarado enemigo de Israel, al punto de que su presidente, Mahmoud Ahmanidejad, dijo públicamente que el país debía ser “borrado del mapa”. Mohamed El Baradei, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), se mostró satisfecho por el informe de inteligencia e insistió en la reanudación de las negociaciones entre Teherán y occidente. "La Agencia no tiene pruebas sólidas sobre un supuesto programa nuclear armamentístico iraní o de actividades nucleares no anunciadas", expresó en un comunicado. El Baradei afirmó que el nuevo informe podría ser eficaz para paliar la actual crisis diplomática y pidió a todas las partes implicadas en el conflicto que entren nuevamente en negociaciones, lo más rápido posible. Irán, por su parte, recibió al informe como un medio para presionar a occidente a que revise su postura y reconozca la naturaleza pacífica de su programa nuclear. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mohammed Ali Hosseini, aseguró que el informe prueba que las acusaciones de Bush eran "infundadas". Pero el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, advirtió que "Irán fue, es y seguirá siendo peligroso", si tiene capacidad para fabricar armas nucleares. También reiteró la necesidad de mantener la presión internacional sobre la República Islámica. A su vez, el presidente ruso, Vladimir Putin, se limitó a manifestar su deseo de que "todos los programas nucleares iraníes fueran abiertos, transparentes y desarrollados bajo control de la AIEA". Putin, que se reunió hoy con el jefe negociador iraní Said Yalili, alabó la "disposición de Teherán a una mejor cooperación" con la AIEA y destacó los acercamientos en las relaciones bilaterales entre Moscú y Teherán. Aunque el informe recomienda mantener la presión sobre Irán, Rusia y China se mostraron reticentes a imponer nuevas sanciones a Teherán. China sostuvo que debe buscarse "una salida diplomática a la crisis”. ND-MF