Los pobres de la Argentina viven una situación económica más grave que en los últimos meses consecuencia de la suba de los precios de los productos básicos, una situación que provocó que la ayuda económica que antes era suficiente para alimentar durante quince días a las personas necesitadas ahora sólo alcance para una semana, dijo Nora Blaistein, directora de Programas Sociales de la AMIA.
“El grado de privaciones (observado) en la calidad de vida de quienes ya eran pobres es mayor. Los pobres ahora son más pobres”, enfatizó Blaistein, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Para la dirigente de la mutual, la ayuda económica y alimenticia “que antes alcanzaba para quince días, ahora rinde sólo para siete”.
Consultada sobre el impacto de la suba de los precios en la comunidad judía, Blaistein aseguró que aunque “la cantidad de gente pobre se mantuvo constante” en los últimos 18 meses, “el grado de privación (que sufre) es mayor”.
Blaistein explicó que la institución brinda a las familias pobres judías otorga un sistema similar a “tarjetas de crédito” para utilizar en supermercados. “Ya no se reparten cajas de alimentos como en 2001, porque eso está fuera del criterio de calidad”, explicó.
La mutual también posee comedores para adultos mayores y otorga subsidios de alojamiento, alimentos y medicamentos.
Además, ofrece en su hogar de ancianos “Le Dor Va Dor” alojamiento para aquellos que no pueden pagarlo.
En diálogo con AJN, Bernardo Kliksberg, economista, sociólogo y asesor de diferentes organismos internacionales, alertó que "un sector significativo" de la comunidad judía aún no puede satisfacer sus necesidad básicas.
La comunidad judía no pudo esquivar las consecuencias de la crisis socioeconómica que sufrió la Argentina a fines de 2001 y que provocó que "un 40 por ciento" de su colectividad quedara por debajo de la línea de pobreza.
"Hacia mediados de 2002, el 40 por ciento de la comunidad judía estaba por debajo de la línea de la pobreza, es una cifra histórica fenomenal de empobrecimiento en tan poco tiempo", afirmó Kliksberg.
La" catástrofe", como definió  Kliksberg a la crisis que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa, llevó a la comunidad a hacer frente al problema de los primeros niños judíos de la calle.
En las últimas semanas, la Iglesia católica, por medio del presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Cassaretto, también alertó sobre el aumento de la pobreza.
Las palabras de Cassaretto generaron una pronta respuesta del gobierno nacional, que negó un agravamiento de la situación social y afirmó que la pobreza bajó a 20,7 por ciento en diciembre pasado, es decir poco más de siete millones de personas; de ese número, según la ONG Red Solidaria, 2,1 millones padece hambre.
"La percepción nuestra es que en estos momentos está aumentando la pobreza", había señalado Cassaretto y se refirió puntualmente al incremento en el pedido de alimentos, a través de Caritas, a las parroquias.
BK-GB-GT