En las primeras declaraciones públicas que hizo el primer ministro libanés Fuad Siniora desde el estallido de los violentos enfrentamientos entre partidarios de Hezbollah y militantes que apoyan a su gobierno pro-occidental, el debilitado líder indicó que cree que el peligro real para su país “viene de Israel”, que es su “verdadero enemigo”.
El premier definió a las acciones de la milicia libanesa como un “golpe armado” y se lamentó por los “hermanos de la patria” caídos en los combates, en referencia a los hombres de Hezbollah.
“No desestimamos la resistencia en contra de Israel”, destacó Siniora y aseguró que “Siria es nuestra hermana e Israel nuestro enemigo”.
Según el primer ministro, el gobierno libanés nunca le declaró la guerra al grupo armado.
“El gobierno nunca dijo que quería desarmar a Hezbollah. Todos los grupos étnicos en Líbano son socios de este país. Nuestro problema con Hezbollah es que decide por su cuenta cuándo puede haber guerra y cuándo puede haber paz; es el que decide sobre el futuro de Líbano y su destino”, dijo Siniora, según reprodujo la prensa israelí.
A pesar de los rumores de renuncia, el premier aseguró que no lo intimida la violencia del grupo armado. “Se ha vuelto un problema para todo el Líbano. No nos asustan sus armas”, expresó este sábado.
Por la tarde, un comunicado anunció que “la oposición del Líbano terminará su presencia armada en Beirut para que la capital esté en manos del ejército”.
Tras la difusión del comunicado, algunos testigos aseguraron que camiones que llevaban hombres armados abandonaban Beirut mientras soldados libaneses se desplegaban en las calles.
La salida de los hombres de Hezbollah se dio después de que el ejército libanés cediera en las demandas del grupo terrorista, entre ellas, la de reemplazar al jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut y la de permitir a Hezbollah mantener su propia red de comunicación.
En tanto, fuentes de seguridad libanesa y autoridades de hospitales dijeron que al menos 12  hombres armados murieron y 20 fueron heridos en una batalla entre los grupo pro y contra el gobierno en una región al norte de Líbano, elevando el número de victimas mortales a 37.
Por otra parte, hombres armados leales a líder druso Walid Jumblatt secuestraron a tres hombres de Hezbollah y ejecutaron a dos de ellos, según notificó el canal de televisión Al-Jazeera.
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