Distintos sectores de la comunidad judía repudiaron hoy la declaración de inocencia del ciudadano sirio argentino Alberto Kanoore Edul, acusado por la Justicia de participar en la planificación del atentado contra la AMIA, cometido en 1994 en Buenos Aires y que causó 85 muertos.
Sergio Burstein, integrante de Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado a la AMIA, dijo a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que "otra cosa no se podía esperar" de Kanoore Edul y calificó la versión del acusado como "una excusa inocente".
"Más allá de los que haya dicho (Kanoore Edul), lo que hay que hacer es pedir a la Justicia que lo convoque a una conferencia con el juez", afirmó.
No obstante, Burstein apuntó contra el abogado Juan Labaké, defensor de Kanoore Edul, a quien acusó de "miserable" por intentar llevar la investigación del ataque a la mutual "al terreno discriminatorio".
"Me preocupa más Labaké que Kanoore Edul. El INADI tendría que preocuparse más por él”, en referencia al abogado,  por pretender transformar una acusación del fiscal Alberto Nisman en una "persecución de judíos a árabes", dijo el representante.
Burstein también cuestionó al abogado por reclamar que se investigue a Israel por el atentado.
"Ni a la Justicia, ni a familiares, se les ha cruzado por la cabeza esta hipótesis", afirmó.
Nisman acusó al ex presidente Carlos Menem y a un grupo de ex funcionarios de encubrimiento en la causa por las irregularidades en la investigación del atentado, al brindar protección a Kanoore Edul.
Por su parte, el sirio argentino se declaró "inocente" y dijo que "nunca" conoció al ex agregado cultural de Irán en Argentina, Moshen Rabbani, buscado por INTERPOL como uno de los ideólogos del ataque.
No obstante, en el expediente de la causa, Kanoore Edul aparece en los primeros días de la investigación por el atentado, al analizarse las llamadas al domicilio de Carlos Telleldín, el mecánico que tuvo la camioneta Trafic, luego utilizada como coche-bomba.
A eso se agrega que apareció una llamada hecha desde un celular del acusado al domicilio del mecánico el 10 de julio por la tarde.
Ese día, Telleldín había publicado en clarín la venta de la camioneta, operación que se concreta en esa misma fecha.
Al prestar declaración testimonial, Kanoore Edul incurrió en una serie de contradicciones, ya que primero dijo que la llamada la había hecho su chofer, pero luego éste lo negó.
Finalmente, Kanoore Edul terminó por reconocer que el llamado lo había hecho él, pues estaba interesado en adquirir una camioneta.
A esto se agrega que en las agendas que se secuestraron en su domicilio se encontró una lista con once talleres mecánicos, algo llamativo para alguien que se dedicaba a la actividad textil.
Y por otro lado, en una de las libretas se encontró, escrito de su puño y letra, el nombre de Rabbani y debajo de éste, la dirección y el teléfono de su mezquita.
Marta Nercellas, ex abogada de la DAIA, contó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que entre 2000 y 2001 apeló el sobreseimiento de Kanoore Edul "porque no había elementos para certificar su inocencia".
"Nos basamos en las llamadas a Telleldín, entre las que estaba registrada una de Kanoore Edul, quien primero declaró que había sido su chofer. Después se comprobó que el conductor no trabajaba los domingos, día en que había sido realizada la llamada", precisó la abogada.
Nercellas señaló que durante el allanamiento del domicilio del acusado y su empresa, "se secuestró una agenda, que la SIDE no quiso entregar al juzgado, en la que estaba el teléfono de Rabbani y de su mezquita, junto a 11 direcciones de talleres mecánicos".
"Después, no se avanzó más (en la investigación). Se involucró la SIDE y todas las pruebas fueron truncadas y abortadas", agregó.
Diana Malamud, miembro de Memoria Activa, señaló a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que en la reciente resolución emitida por el fiscal NIsman, en la que pide el desafuero y la captura de Menem, "no se lo está acusando de nada" a Kanoore Edul.
No obstante, Malamud aclaró que en la investigación "hay pruebas concretas" para vincularlo con el ataque a la mutual.
"Uno tiene derecho a decir cualquier cosa, tiene derecho a mentir. Pero hay pruebas judiciales que están en la resolución de Nisman", subrayó.
Por su parte, el fiscal volvió a ratificar hoy que "a partir del 1º de agosto de 1994, 15 días después del atentado, ya estaba la orden de protegerlo a Kanoore Edul".
No obstante, el fiscal aclaró que "todavía no tienen pruebas suficientes para pedir la captura de Edul", ya que sólo tiene las trascripciones de las escuchas telefónicas, pero no sirven como prueba.
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