La mañana de Israel no fue la misma y no fue porque algún hecho de violencia haya sido la imagen del día sino porque el final “esperado” se concretó con el arribo de los ataúdes de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, que habían sido secuestrados por Hezbollah en julio de 2006.
La historia dirá que la captura de estos dos reservistas fue el detonante para el inicio de la Guerra del Líbano, y que también fueron la causa por la que Israel aceptó un intercambio de prisioneros con la organización libanesa dos años más tarde.
Goldwasser nació en la ciudad de Nahariya (10 kilómetros al norte de Akko y diez al sur de la frontera con El Líbano) y este viernes cumpliría 33 años.
Luego de finalizar el servicio militar, paseó sólo y en una moto por Australia por medio año y, a su vuelta, estudió Ingeniería Ambiental.
Según sus familiares, Goldwasser era una persona amable y amada, con la que era divertido estar y que siempre ofrecía su ayuda en cualquier ocasión.
Se había unido a un grupo ecologista ya que el cuidado del medio ambiente era uno de los temas que más le importaban, además de que adoraba los animales.
En los últimos años había desarrollado un interés particular por la fotografía y pasaba una parte de su tiempo tomando imágenes de la naturaleza ya sea en Israel o en el extranjero.
Goldwasser tenía diversos proyectos en su vida, uno de los cuales era agrandar la familia que ya formaba con su esposa Karnit.
Pero no los pudo concretar, ya que en 2006 fue secuestrado por Hezbollah y trasladado a El Líbano.
Shlomo Goldwasser, padre del soldado, no pudo ocultar su dolor al enfrentar a la prensa.
"Yo no estaba preparado para ocupar el rol de ‘padre de una víctima’. Peleamos con todo esto lo mejor que pudimos y todas nuestras fuerzas. No importa la situación, yo soy el padre de Ehud y Miki su madre. Secuestrado o no, eso nunca cambiará", dijo.
Goldwasser fue promovido póstumamente al puesto de Sargento Mayor, y será enterrado mañana a las 10 en el Cementerio Militar de Nahariya.
Eldad Regev tenía 27 años y había nacido en Kiryat Motzkin, una ciudad ubicada a ocho kilómetros al norte de Haifa.
Educado en una escuela religiosa de su localidad y la Yeshiva de Kiryat Shmuel, completó los tres años del servicio militar y se inscribió en un curso preparatorio de la Universidad Bar Ilan con el fin de ser aceptado en la Facultad de Derecho de la institución.
Sus amigos contaron que Regev siempre se informaba de lo que ocurría a su alrededor y disfrutaba de su tiempo libre con los libros, la música y su pasión por el fútbol, Maccabi Tel Aviv.
Luego de completar sus estudios preparatorios, Regev fue llamado para cumplir su servicio con la reserva militar israelí.
Tres días antes de ser secuestrado en julio de 2006, el reservista había visitado a su familia y participado de la conmemoración de la muerte de su madre, ocurrida cuando él era pequeño.
El padre de Regev tampoco pudo ocultar el dolor de volver a ver a su hijo en un ataúd.
“Hicimos lo mejor para traer a Ehud y Eldad a casa, aún en esta condición. A pesar de eso, deseábamos que estuvieran con vida, que volvieran y que pudiéramos abrazarlos. Ayer a la noche, aún soñábamos con un milagro, pero es muy difícil para mi expresar lo que acabo de ver”, expresó.
Regev fue promovido póstumamente al puesto de Sargento de Primera Clase y será enterrado en el Cementerio Militar de Haifa mañana a las 14.
JR-GB