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Economía

Israel y China podrían firmar un acuerdo de libre comercio este año

Agencia AJN.- Los modelos chinos lideran las ventas de vehículos eléctricos en Israel, pero no está claro qué efecto tendrá un acuerdo de libre comercio sobre los precios.

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Agencia AJN.- Israel y China están cerca de completar las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio, que podría firmarse este año.

Los chinos habían planeado que el pacto se firmara el año pasado, pero las restricciones debido a la pandemia de Covid-19 y la imposibilidad de realizar reuniones cara a cara provocaron retrasos en las conversaciones.

Dentro de los próximos dos meses, se llevará a cabo una nueva reunión entre los equipos que formulan el acuerdo. Fuentes internas lo describen como «una de las reuniones más decisivas», en la que se irán puliendo más detalles técnicos. Se espera que el acuerdo mejore el comercio entre Israel y China, que ahora es el principal socio comercial del Estado hebreo.

Entre otras cosas, el acuerdo pondrá fin al arancel del 7 % que se aplica a los automóviles chinos importados a Israel, aunque no está claro si esto tendrá algún efecto material en los precios, dado el aumento de los precios de los vehículos eléctricos en la propia China.

El año pasado, las importaciones de autos chinos (incluidos los Tesla fabricados en ese país) aumentaron un 276 %. Las entregas totalizaron 25.238 lo que representa el 8% del total. En los últimos tres meses, los modelos de vehículos eléctricos fabricados en China han liderado la tabla de entregas en Israel. El año pasado, China se convirtió en el segundo mayor exportador de vehículos del mundo, después de Alemania, exportando más de un millón, según publicó Globes.

El Ministerio de Industria, Comercio y Trabajo declaró en respuesta: «Las negociaciones sobre un acuerdo comercial con China avanzan de acuerdo con el cronograma original».

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Economía

Tel Aviv ocupa el octavo lugar entre las ciudades más caras del mundo

Agencia AJN.- Tel Aviv cayó del sexto al octavo lugar en la clasificación de ECA International de la ciudad más cara del mundo para residentes nacidos en el extranjero.

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Agencia AJN.- Tel Aviv cayó del sexto al octavo lugar en la clasificación de la empresa de consultoría de negocios ECA International de la ciudad más cara del mundo para expatriados.

Durante muchos años, Hong Kong fue la ciudad más cara, pero ahora es superada por Nueva York, que tiene en cuenta los costos de alojamiento y alquiler, los alimentos básicos y los bienes de consumo del hogar, los precios del combustible y el transporte, y las diferencias de tipo de cambio.

La reciente debilidad del shekel podría explicar por qué Tel Aviv cayó en la clasificación.

Si bien el costo de vida es alto en Tel Aviv, los israelíes que estén considerando mudarse a Nueva York, la ciudad más cara del mundo, deberían tener en cuenta que los productos básicos como el pan, los huevos y las frutas y verduras son mucho más caros allí. Un tomate grande cuesta 5 dólares allí en comparación con 2 dólares en Tel Aviv. Una suscripción mensual a Internet es dos veces y media más cara en Nueva York, pero la nafta es un 50% más barata y un vaso de cerveza es un 30% más barato, según publicó el portal Globes.

Después de Nueva York y Hong Kong, en el ranking se encuentran Ginebra, Londres, Singapur, Zúrich y San Francisco. Detrás de Tel Aviv en noveno y décimo están Seúl y Tokio.

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Economía

Ministerio de Agricultura: «El efecto del aumento en las frutas y verduras sobre el Índice de Precios al Consumidor es del 0,2% en 10 años»

Agencia AJN.- «Si les damos estabilidad a los agricultores y tienen un horizonte a largo plazo, en el que saben que pueden sembrar y cultivar, entonces los costos serán más bajos», sostuvo el subdirector general de Investigación, Economía y Estrategia, Uri Tzuk-Bar.

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Agencia AJN.- El subdirector general de Investigación, Economía y Estrategia del Ministerio de Agricultura de Israel, Uri Tzuk-Bar, relativizó la ola de aumentos en los precios de la importación, producción y comercialización de las frutas y las verduras, en parte adjudicable al cambio climático. 

«Los precios de la fruta en Israel son buenos. Son diferentes al comienzo, al final y en la mitad de la temporada, cuando las cantidades están en su apogeo, por lo que no son altos. Por supuesto que hay una diferencia muy grande si se compran en tiendas especiales: los precios serán más altos -a veces también son calidades más altas-; en las cadenas de comercialización, que son el 80%, los precios suelen ser mucho más bajos», diferenció en diálogo con el canal público, Kan. 

«Es muy importante observar los precios promedio, no en un punto determinado… El consumidor siempre debe obtener los precios más adecuados. No digo los más baratos porque también hay costos de producción y cultivo… Tenemos que darle al consumidor acceso a variedades de frutas y verduras a precios justos», aseguró el funcionario. 

«Ahora, de lo que cultivamos en grandes cantidades, a gran escala, hay abundancia, por lo que los precios están perfectamente bien. Hay productos, como el ananá, que en su mayoría -más del 80%- es importada. No depende en absoluto del precio del producto israelí… Pero si miramos la papa, la zanahoria, el durazno y la ciruela, todas frutas que abundan en Israel, en temporada -no una semana, dos semanas, al principio o al final de la temporada- están definitivamente a buenos precios», distinguió. 

«El efecto del supuesto aumento excesivo de las frutas y verduras sobre el Índice de Precios al Consumidor es del 0,2% en 10 años», precisó Tzuk-Bar. 

«A largo plazo, creemos que si quieren frutas y verduras disponibles y a buen precio, entonces se necesita una agricultura israelí fuerte. Veamos, por ejemplo, los precios de los productos que casi solo se importan: se importan a 5 shekels y se venden al consumidor a 25, y ni siquiera es un producto local… Entonces, los altos costos no están en la entrada al puerto de importación y no están en la producción del agricultor, sino que es una acumulación a lo largo de la cadena de valor y suministro: cada parte sube un poco el precio», puntualizó.

«Los agricultores obtienen el precio que les paga el mercado. Los agricultores no fijan los precios. Si pudieran fijar los precios, tal vez podrían ganar un poco más… Los agricultores no se están enriqueciendo comercializando frutas y verduras, viven bien», aclaró el subdirector general de Investigación, Economía y Estrategia del Ministerio de Agricultura.

«Depende de los costos de producción, depende de la oferta… Lo que finalmente determina si los precios son razonables es que haya cantidad: cuando hay cantidad, el precio es más bajo… Si les damos estabilidad a los agricultores y tienen un horizonte a largo plazo, en el que saben que pueden sembrar y cultivar, entonces los precios también serán más bajos. Si están constantemente en duda de si entrarán importaciones o no, si bajarán los aranceles o no, entonces los agricultores terminarán no invirtiendo, ni cultivando, y entonces los precios a veces serán altos, a veces bajos, habrá escasez, no habrá escasez…», argumentó. 

«Los tomates, por ejemplo: hoy dependemos de Turquía a un nivel del 40%. Bastó que los turcos cerraron por un momento la exportación en abril, no exportaron tomates al Estado de Israel, y de repente aquí no había suficientes tomates. Pero si en lugar de 40.000 toneladas de tomates turcos hubiera otras 40.000 toneladas de tomates israelíes, entonces eso no habría sucedido», finalizó Tzuk-Bar.

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