La noticia sobre la eliminación del libanés Imad Fayez Moughnieh en un atentado cometido en la capital de Siria generó hoy una amplia repercusión tanto en Argentina, donde se lo acusa por el ataque contra la sede de la AMIA, como en Israel, que le atribuye otros actos terroristas alrededor del mundo.
El dirigente de Hezbollah, que murió este martes por el estallido de un coche bomba en Damasco, “es uno de los hombre buscados” por la Justicia argentina, confirmó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) el fiscal Alberto Nisman, que investiga el atentado terrorista cometido contra la AMIA en 1994.
Moughnieh “tenía una actividad bastante prolífica” en materia de terrorismo y también era buscado por actos de violencia en Estados Unidos, indicó el vicepresidente de la DAIA, Ángel Schindel.
“Todavía hay gente implicada en el atentado, que en algún momento se esclarecerá”, señaló a su vez el presidente de la AMIA, Luis Grynwald, quien advirtió que aún “queda mucho por saber” sobre el ataque terrorista contra la sede de la institución, en el que murieron 85 personas.
Para el secretario general de la AMIA, Edgardo Gorenberg, el libanés representaba un “peligro presente y real” para la comunidad internacional.
La muerte del dirigente de la organización islámica Hezbollah dejó “con las manos vacías” a un grupo de familiares de víctimas del atentado a la AMIA, dijo hoy uno de sus integrantes, Sergio Burstein. “No los queremos muertos porque nos aborta una declaración” ante la Justicia que pueda encontrar a los culpables del ataque, declaró a AJN.
En tanto, Israel negó cualquier vinculación con la operación en la que fue eliminado Moughnieh y el ministro de Medio Ambiente israelí, Jideon Ezra, dijo que el autor del ataque en el que murió el libanés “debe ser bendecido”.
Por su parte, Danny Yatom, diputado del Partido Laborista y ex jefe del Mossad, el servicio de inteligencia israelí, celebró la muerte del dirigente islámico. “Es un gran logro para el mundo libre en su lucha contra el terrorismo. Moughnieh fue una de las personas más peligrosas y crueles”, comentó.
Hezbollah responsabilizó a Israel por la muerte de Moughnieh y anunció que responderá con atentados por considerar que está en todo su derecho a vengarse “en cualquier lugar del mundo”.
“Con todo el honor, informamos que nuestro distinguido líder de la Jihad en Líbano se unió a los mártires cuya muerte es la de los santos", informó el movimiento en un comunicado.
El gobierno de Siria, por su parte, se negó a dar información sobre el hecho, dispersó del lugar donde murió el libanés a los ciudadanos que se acercaron y tampoco permitió el ingreso de fotógrafos.
La organización islámica Hamas, por su parte, difundió una carta de repudio al asesinato de Moughnieh firmada por su vocero desde la Franja de Gaza: "Condenamos este crimen y resaltamos que la nación musulmana debe levantarse y enfrentarse con el satán sionista apoyado por los americanos”, expresó la misiva.
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