Agencia AJN.- La embajadora de Panamá en Israel, Adis Urieta, compartió a través de Facebook su experiencia al aplicarse la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.

“Hay expertos israelíes que indican que, pese a la exitosa vacunación, hay que tener en cuenta que el virus muta y puede que, antes de que sea erradicado”, destacó la embajadora.

A continuación, la publicación completa de Urieta:

Buscando la inmunidad del rebaño, llegó mi turno.

Me presenté al puesto de vacunación a colocarme mi primera dosis de Pfizer contra el covid19, aquí ya se comenzó a vacunar a los ciudadanos en edades entre 45 a los 60 años. Caía lluvia y granizada, hacía frío.

Acudí a una clínica en Jerusalén cerca de la ciudad antigua, la mayoría de los enfermeros y personal, así como los pacientes, eran judíos religiosos, árabes musulmanes o cristianos.
En la entrada pedían el carnet de la mutual de seguro al que se está adscrito; te hablaban en hebreo o árabe, se escuchaba además inglés, francés y español, una Babel en tiempos de pandemia.

Los siguientes pasos fueron muy rápidos. “Pasa, toma este papelito, es tu número; espera que te llamen; quítate el abrigo; faatale, bebakasha, siéntate; ¿alguna alergia, es tu primera vacuna verdad?; beseder ha mana harishona, uahat; después que te la pongo quédate 15 minutos, tendrás un dolor leve en el brazo. ¿Panamá y Colombia tienen frontera común verdad?, tengo un primo en San Andrés; regresa a la entrada y pide la cita para que te demos tu segunda vacuna”.

Tras los 15 minutos fui a buscar mi siguiente cita de la segunda dosis. “Tu segunda vacuna en tres semanas, regresa con este papel”. Toda, shukran, Lehitraot, adiós”.

Así fue. Afuera estaba muy oscuro, se había desatado un vendaval, seguía lloviendo agua y hielo. Me fui con mi dosis «ARN mensajero» en el brazo para que mi cuerpo genere una respuesta inmunológica contra el virus.

La jornada de inoculación está cronometrada: una vez que las provisiones de vacunas aterrizan en Israel, son trasladadas hacia un único centro de conservación con capacidad de ultracongelación. Una vez son sacados del búnker, los fármacos tienen 120 horas de vida útil para llegar a los beneficiados, que son inoculados en las clínicas o centros dispuestos por las cuatro cajas o mutuales en las que está dividido el servicio de salud de Israel. Un acuerdo entre Israel y Pfizer permite que el laboratorio reciba los datos y resultados de esta vacunación, por eso recibieron las primeras entregas del laboratorio.

Hay expertos israelíes que indican que, pese a la exitosa vacunación, hay que tener en cuenta que el virus muta y puede que, antes de que sea erradicado, veremos episodios en donde intentará aumentar su fuerza, por ello insisten en no bajar la guardia.
Mientras, la vacunación sigue a marcha sostenida, el Ministerio de Salud de Israel informó que la mutación sudafricana del COVID-19 fue detectada en cuatro pasajeros que regresaron de Dubái, E.Á.U. Hasta el momento han sido detectados doce casos de la mutación sudafricana aquí.

Al 18 de enero 2021, un 23% de la población en Israel ha sido inoculada con la primera dosis. Es una labor titánica por conseguir la inmunidad de rebaño y volver a ese momento previo a que la naturaleza nos envió un mensajero, el covid19, y advirtió que si queremos sobrevivir como especie, debemos respetarla.