Políticos, expertos y víctimas de atentados de todo el mundo se reunieron hoy en Nueva York para participar en un simposio convocado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para alertar sobre la necesidad de una mayor participación  de la sociedad en la lucha contra los ataques terroristas.
El encuentro que buscó sumar apoyo para las víctimas y “motivar la participación de la sociedad civil” en una campaña mundial contra el terrorismo, fue solicitado y abierto por el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien llamó a una diálogo abierto para compartir experiencias y prácticas.
Ban Ki-Moon dijo que ayudará a “fortalecer a la solidaridad de la comunidad internacional con las víctimas y a mejorar el entendimiento de cómo la ONU y los estados miembros podrían ayudarlos”, aunque no mencionó ideas específicas.
El simposio, que se realizó a pocos días de cumplirse siete años de los atentados contra las Torres Gemelas, en Estados Unidos, contó con la participación de 18 víctimas y diez expertos de todo el mundo en la lucha contra el terror.
Entre los convocados había dos israelíes: Arnold Roth, quien perdió a su hija en el ataque al restaurante Sbarro en Jerusalem en 2001 y Daniel Carmon, el presidente de la delegación israelí en la ONU, quien perdió a su esposa durante el ataque a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992.
En el evento, Roth describió el ataque y expresó que nunca comprenderá “el odio y la cruel intolerancia que se llevó su sonrisa”, al hablar de su hija.
Otros participantes fueron Ingrid Betancourt, recientemente liberada después de estar seis años cautiva de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC), y víctimas de los ataques en Nueva York, Londres y Bagdad.
Betancourt expresó que “el acceso a la información es estratégico” y que “demasiados estados totalitarios esconden la realidad de las víctimas del terrorismo en su país para no ser responsables por ellas ante el mundo”.
El asistente de la Secretaría General y presidente de la Fuerza de Tareas
Contraterrorismo, Robert Orr, dijo que el foro sirve como oportunidad para poner una cara humana en el sufrimiento de los sobrevivientes y sus familias, según informó hoy el sitio en Internet Ynet.
Orr agregó que el simposio trabaja para producir un cambio en las “generalmente tensas dinámicas” entre gobiernos, quienes a veces reaccionan a la defensiva ante las críticas por no hacer lo suficiente para ayudar a las víctimas y de las víctimas mismas quienes suelen sentir que sus necesidades no son lo suficientemente atendidas.
Además, enfatizó que el simposio no tenía la intención de ser un evento político, sino que “está diseñado para enfocarse en formas concretas para un mejor apoyo a las víctimas de todo el mundo”.
Por su parte, varios grupos árabes protestaron que el simposio era tendencioso porque no habían invitado a víctimas palestinas del “terrorismo israelí” para hablar.
A fines de agosto, un grupo árabe dirigido por el palestino Ryadh Mansour se reunió con Orr, según informó la Agencia de Noticias de Kuwait (KUNA) para reclamar “la falta de transparencia” de la ONU en la organización del encuentro y demandaron que las víctimas palestinas fueran invitadas a participar.
JR-GB