Los 36.000 habitantes de la ciudad estadounidense de Anápolis, sobre la cual se posarán la semana próxima los ojos del mundo esperanzados con una oportunidad para la paz en Medio Oriente, están con sus mentes lejos de la cumbre y preparados para librar el 1 de diciembre una tradicional “guerra del fútbol americano”. La sede de una reunión que pude poner las bases para el fin de un enfrentamiento de seis décadas entre israelíes y palestinos es una ciudad fundada en 1649 que fue capital de Estados Unidos entre finales de noviembre de 1783 y principios de junio de 1784. Es una ciudad costera muy ligada a la formación de Estados Unidos y con una fuerte tradición naval solventada en el comercio y la preparación militar. En la capital del estado de Maryland está la célebre Academia Naval de los Estados Unidos y la Universidad de ‘St John’, sus más preciados símbolos. Alberga un centro turístico de botes recreativos, una creación que desplazó por su importancia a la industria alimenticia naviera y a la construcción de botes. Por su riqueza cultural (cuenta con tres compañías teatrales y varias escenas para montar sus obras) y su capacidad para recibir a cuatro millones de turistas al año, se ha ganado un reconocimiento como la “Atenas de América”. St John fue fundada en 1696 y es la tercera universidad estadounidense. Pero la mayor identificación con la ciudad la produce la Academia Naval. Creada en 1845, la USNA (por su sigla en inglés), mantiene una rivalidad deportiva con las academias del ejército y de la fuerza aérea. Desde 1890, la Academia Militar de West Point se enfrenta anualmente contra la USNA en un partido de fútbol americano que conmueve a los vecinos. La marina ostenta 51 victorias contra 49 de West Point y 7 empates. La Academia Naval logró la paternidad deportiva en 2005 luego de una racha victoriosa desde 2002 que mantiene hasta la actualidad. El 1 de diciembre, cuatro días después de la Conferencia para Medio Oriente, las 36.000 almas de Annapolis harán fuerzas para que su equipo extienda su historial sobre West Point, en Baltimore, una ciudad cercana. Anápolis celebra hasta fines de 2008 los 300 años del Charter Real que estableció la autonomía democrática para la ciudad, un recuerdo histórico para una urbe que mantiene muchos sitios del siglo XVIII. En 1649 fue llamada Providence por los puritanos que la fundaron pero luego cambiaron el nombre a Anne Arundel. Sólo 45 años más tarde el gobernador de Maryland trasladó la capital allí y la renombró Anápolis, en honor a la que sería reina británica, la princesa Anne. La ciudad supo convertirse en la capital de los Estados Unidos, entre la firma del Tratado de Paris que en septiembre de 1783 puso fin a la guerra revolucionaria. Mantuvo ese estatus hasta junio de 1984, cuando la Convención constituyente decidió continuar sus funciones en Filadelfia. PMP-MF