El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, cargó duro contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al afirmar que “no es muy creíble” a la hora de condenar la profanación de la sinagoga “Tiferet Israel” de Caracas, donde un grupo de desconocidos destruyó instalaciones, realizó pintadas antisemitas y se robó material de la comunidad judía.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Borger afirmó que “no sé hasta que punto se le puede creer a Chávez porque evidentemente lo demostrado hasta el momento no es muy creíble” con sus gestos hacia la comunidad judía.
“Quisiéramos que se revierta este concepto (de falta de credibilidad) pero lamentamos tener que mantener esta posición”, afirmó el dirigente argentino luego de conocer la condena de Chávez contra la profanación de la sinagoga de Caracas.
Borger recordó que el presidente venezolano firmó junto a sus pares de Argentina, Cristina Kirchner, y de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, una declaración contra la discriminación, en diciembre pasado, pero “evidentemente lo que firma con la mano, lo borra con el codo y se olvida inmediatamente”.
“Lo que ocurre en Venezuela es un acto discriminatorio que está haciendo el presidente Chávez a pesar de que con la presidenta de Argentina y de Brasil se firmó un convenio de no discriminación”, insistió el dirigente.
En diálogo con esta agencia, Borger expresó su solidaridad con la comunidad de Venezuela y confirmó haber mantenido contacto con las autoridades comunitarias de ese país.
“Tienen todo nuestro apoyo y estamos haciendo alguna gestión con el Congreso Judío Mundial que emitió una declaración condenando” el antisemitismo en Venezuela, afirmó.
Respecto de la repercusión que este caso tuvo en Israel, Borger indicó que pese a que la dirigencia política está en plena campaña para las elecciones del martes próximo, expresaron “su preocupación y solidaridad con la gente de Venezuela”.
Por último, el titular de la AMIA, quien se encuentra de viaje en Israel, afirmó que el mundo experimentó “una repercusión antisemita” a partir de la guerra en Gaza, que se extendió por Europa y que en América Latina afectó a Venezuela y Bolivia, dos países que rompieron relaciones diplomáticas con el Estado hebreo.
GB