Agencia AJN.-.- El rector de la Universidad Nacional Federico Villareal de Perú, Juan Alfaro Bernedo, dialogó con la Agencia AJN luego de formar parte del encuentro internacional de Rectores Universitarios que se realizó en Israel. “Me asombró el avance de Israel, es un enfoque totalmente revolucionario”, sostuvo al describir la formación profesional, el área de investigación, transferencia de tecnología e innovación durante su viaje.

Por otro lado, afirmó el directivo, “nos ha llenado de satisfacción saber que los estudiantes peruanos pueden acceder a todas estas ventajas a través de maestrías, doctorados o investigación. Incluso, nos han dado varias modalidades para acceder: ya sea a través de entidades gubernamentales, de convenios con universidades, etc.”.

El Encuentro realizado en marzo, fue convocado por la Universidad Hebrea de Jerusalem a través del Instituto de Investigación “Harry S. Truman” de la Universidad para el Avance de la Paz y por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

“Fue un viaje sumamente productivo. Hemos sacado muchas lecciones de un país que progresa, que busca el desarrollo y el liderazgo internacional en medio de las restricciones y limitaciones de toda índole que tiene que enfrentar”, sintetizó el académico.

– ¿Cómo surgió esta visita?

A través de una invitación que nos hizo el rector de la universidad de Jerusalem y una muy expresa del embajador de Israel en Perú, Raphael Singer.

– ¿Qué representantes fueron desde Perú?

Hemos ido rectores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Federico Villareal.

-¿Cuáles son los aspectos que pudo destacar de este Encuentro Internacional de Rectores Universitarios en Israel?

Mi impresión ha sido muy positiva. He tenido una precepción espectacular de todo lo que hemos podido apreciar allí, en todos los aspectos.

Como la entidad convocante fue la Universidad Hebrea de Jerusalem a través del instituto Truman, pero también del Ministerio de Relaciones Exteriores para Latinoamérica, el programa que nos han organizado ha sido múltiple, diverso, intensivo, muy productivo y fructífero. De tal manera que voy a convocar a los principales funcionarios de la Universidad para transmitirles en detalle de todo el programa que estoy seguro que tendrá grandes resultados en el corto plazo.

– ¿Qué diferencias encontró entre la educación peruana y la israelí? ¿Qué factores le gustaría aplicar en su país?

Hay una gran diferencia entre ambas educaciones. Evidentemente, el camino que tenemos que recorrer para acercarnos medianamente a la educación israelí es bastante extenso.

Ha sido muy aleccionador este viaje para entender cuál es la deuda pendiente en la parte académica; llámese proceso de formación profesional, de investigación, transferencia de tecnología, innovación, emprendimiento, incubadoras, etc.

La verdad es que me ha asombrado el avance de Israel. Incluso nos llevaron a visitar a la autoridad nacional de Innovación. Es un enfoque totalmente revolucionario y, evidentemente, todo eso se plasma en el modelo educativo.

Por otro lado, nos ha llenado de satisfacción saber que los estudiantes peruanos pueden acceder a todas estas ventajas a través de maestrías, doctorados o investigación. Incluso, nos han dado varias modalidades para acceder: ya sea a través de entidades gubernamentales, de convenios con universidades, etc.

En ese sentido, nos han sugerido fortalecer las relaciones con las embajadas de Israel en los distintos países de Latinoamérica. Hemos tenido un clarísimo mensaje del parlamento israelí, en el sentido de que Israel entiende que es necesario tener una nueva mirada hacia Latinoamérica. Fortalecer las relaciones de cooperación y “¿Qué mejor que a través de las universidades?”. Y aún mejor si estas universidades son públicas, porque, evidentemente, tienen una mayor convocatoria y población estudiantil.

– ¿Cuál es su opinión acerca de la mirada que le está dando Israel a Latinoamérica?

Hemos tomado plena conciencia de la realidad de Israel en el aspecto político, social, religioso, y encontrado mucha variedad. Hay que felicitar al gobierno y a la población israelí porque, a pesar de la diversidad existente, no pierden la perspectiva de Nación y eso se traduce en un desarrollo de las actividades económicas, culturales, académicas, etc.

Para nosotros es muy importante esa lectura y también que Israel está muy interesada y preocupada en que se logre transmitir de manera a adecuada la posición de Israel frente a los conflictos que tiene con los países islámicos y que a veces las noticias llegan distorsionadas, haciendo ver a Israel como un país belicista. Pero nosotros entendemos que esta es una reacción típica de que: “el que pierde se victimiza”. En ese sentido, hemos entendido claramente el mensaje y estamos convencidos que la posición de Israel es siempre la búsqueda de la paz y el desarrollo.

– A su regreso: ¿pudo recomendar esta visita?

En las oportunidades que tengo, de la bondad de esta visita, tanto en la universidad como en otros ambientes, realmente me he convertido en un vocero de Israel. Por eso mismo, compartiré diapositivas con los líderes de cada facultad y, a través de ellos, vamos a efectuar un factor comunicador y multiplicador de la posición de liderazgo de Israel y de la actitud hacia Latinoamérica. Por otro lado, quiero comentar que ayer mismo el embajador de Israel en Perú me llamó muy interesado de saber mi punto de vista acerca del viaje. También le comenté mi impresión bastante favorable y positiva.

– ¿Cómo calificaría este viaje?

Fue sumamente productivo. Hemos sacado muchas lecciones de un país que progresa, que busca el desarrollo y el liderazgo internacional en medio de las restricciones y limitaciones de toda índole que tiene que enfrentar.

Para mí, fue asombroso enterarme que en el Parlamento israelí hay un partido político conformado por árabes y que hay que convivir. Ese es el reto. En medio de la variedad no se pierde la perspectiva y eso para mí es sumamente aleccionador, es un ejemplo de convivencia que tienen que aplicar los países latinoamericanos.

Por Victoria Cohen y Nadia Vallory