Agencia AJN.- Un grupo de adolescentes judíos agredió hoy con patadas y piedras a un árabe en la ciudad de Bnei Brak, del distrito de Tel Aviv, quien tuvo que huir de la escena para evitar más golpes.

La agresión fue registrada con un teléfono celular, en el que se observa a jóvenes ortodoxos que persiguen al hombre con agresiones verbales y patadas.

Esta agresión se suma a la registrada el pasado domingo 18, cuando dos manifestantes árabes golpearon al rabino Eliyahu Mali de la ieshivá (casa de estudios) Shirat Moshe Hesder y al director de la ieshivá Moshe Shendowitz, en el área de Jaffa. Luego, los agresores fueron detenidos por las Fuerzas de Defensa israelíes.

Frente a esto, el martes por la mañana el presidente Reuven Rivlin condenó una serie de ataques perpetrados por ciudadanos árabes contra judíos en Jerusalén y Jaffa en los últimos días.

«Las imágenes estremecedoras de judíos agredidos y abusados de esta manera sin motivo alguno a plena luz del día en ciudades donde siempre hemos sabido convivir respetuosamente no pueden convertirse en una rutina», dijo Rivlin.

«Junto con un control policial intransigente, debemos asegurarnos de que estos fenómenos también sean condenados por los líderes árabes y que unamos fuerzas en la lucha contra la violencia. Simplemente no podemos convertir la violencia en un lenguaje legítimo».

Asimismo, el evento del domingo había sido condenado públicamente por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, uniéndose al coro de voces políticas que lo denunciaron.

“El Estado de Israel no es un shtetl en el que se puede dañar a los judíos”, tuiteó Bennett tras el asalto, describiendo el ataque a Mali como una vergüenza nacional.

“Estamos siendo testigos de una serie de ataques de alborotadores árabes contra judíos observantes de una manera deliberada y antisemita”, dijo también Naftalí Bennett, del partido político Nueva Derecha. “La Policía de Israel y el sistema de aplicación de la ley deben actuar con mano dura contra tales expresiones de antisemitismo en nuestro Estado e imponer severos castigos por estos crímenes bárbaros”.

Bennet indicó que los incidentes tienen “motivaciones nacionalistas” alegando que el ataque es parte de una serie de “ataques antisemitas” de árabes israelíes, palestinos.

También se unieron en repudio los distintos partidos políticos que se pronunciaron frente a estos ataques.

Waleed Taha, del Partido árabe Raam, condenó a Ben-Gvir y Smotrich y tuiteó: “Adivinen qué hubiera pasado si los antisemitas racistas y oscuros y malditos, la escoria de la raza humana, como Ben-Gvir y Smotrich, hubieran sido elegidos para parlamento en un país europeo o [en cualquier otro lugar del] mundo !!! [Son una] vergüenza y deshonra para la democracia ”.

Estos comentarios se produjeron en el contexto de una severa oposición política de Smotrich y su partido a la idea de formar un gobierno de derecha apoyado externamente por Raam, que ha indicado su voluntad de apoyar tal gobierno.

Si bien el ataque en Jaffa sigue a varios ataques contra hombres ultraortodoxos en esta ciudad por parte de residentes del este de Jerusalén, la escalada de agresiones ocurre entre ambas facciones religiosas y se registran mayoritariamente en distintas ciudades del distrito de Tel Aviv.