Agencia AJN.- El diario The Wall Street Journal publicó un informe según el cual los esfuerzos de Israel y Arabia Saudita por fortalecer las relaciones bilaterales se vieron gravemente afectados por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Dos de los asesores más importantes del príncipe heredero Mohammed bin Salman, que eran figuras clave en el canal secreto entre Riyadh y Jerusalem, apoyado por Estados Unidos, fueron retirados de sus puestos luego del asesinato en Turquía.

Los funcionarios, Saud al-Qahtani y Ahmad al-Asiri, fueron acusados de participar en el asesinato del periodista, que intentaba organizar una protesta de oposición al Gobierno. Desde entonces, la situación del príncipe heredero se ha deteriorado, también a nivel interno, y al mismo tiempo los contactos entre israelíes y sauditas disminuyeron.

Al igual que Israel, Arabia Saudita ve a Irán como su mayor amenaza, y este interés común acercó a los dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas formales.

«Sin duda, las cosas se enfriaron justo después del asesinato de Khashoggi” dijo un alto funcionario saudí al diario The Wall Street Journal. «Lo último que quiere el reino es causar ahora otro terremoto».

Según este informe, las conversaciones estancadas trataban entre otras cosas sobre una inversión saudí de 100 millones de dólares en compañías israelíes de alta tecnología. Los dos consultores principales habrían participado en la adquisición de tecnología de espionaje de empresas israelíes. Desde el asesinato, se informó en varias ocasiones que la empresa OSN israelí habría vendido a Riyadh el software mediante el cual el Gobierno saudí espió al periodista, pero la compañía lo niega.

El periódico también asegura que Al-Qahtani era responsable de mejorar la imagen de en varias ocasiones, en el marco de su interés en la tecnología de vigilancia. Al-Qahtani, sin embargo, es descripto como la figura clave en esta iniciativa.

Según las fuentes citadas en el Wall Street Journal, Israel, Arabia Saudita y su aliado, Emiratos Árabes Unidos ahora “comparten información de inteligencia regularmente», incluso sobre temas relacionados con Irán.

Ninguna fuente oficial de Arabia Saudita, Israel o Estados Unidos hizo comentarios sobre el reporte del The Wall Street Journal.