Un monumento con la imagen de dos hombres besándose fue descubierto este martes en Berlín en memoria de los miles de homosexuales perseguidos, torturados y asesinados por los nazis entre 1933 y 1945.
El memorial es un imponente bloque de concreto gris de unos cuatro metros de altura ubicado cerca de la Puerta de Brandenburgo (icono de la capital alemana) y enfrente del principal monumento de recordación al Holocausto.
El monumento, diseñado por la pareja noruego-danesa conformada por Ingar Dragset y Michael Elmgreen, costó unos 450 mil euros y contiene una pantalla de televisión que muestra a dos hombres besándose. En dos años, los dos modelos daneses serán reemplazados por mujeres.
La inauguración estuvo a cargo del alcalde gay de Berlín, Klaus Wowereit, el ministro de Cultura Bernd Neumann y representantes de las comunidades judías de Alemania y Roma.
No habrá sobrevivientes presentes. El último sobreviviente homosexual conocido, Pierre Seel, un francés deportado en 1941, murió en noviembre de 2005.
Seel describió en sus memorias como su primer amor, Jo de 18 años, fue hecho pedazos por perros en frente de otros prisioneros por los nazis.
La policía estará  presente para prevenir cualquier tipo de incidente a cargo de extremistas de derecha.
La inauguración se da en una fecha significativa: setenta y cinco años atrás, en mayo de 1933, los guardias de asalto nazis hicieron estallar el Instituto de Investigación Sexual de Berlin, fundado por Magnus Hirschfeld, un médico alemán, sexólogo y defensor de los derechos de los homosexuales.
En esa ocasión se llevaron los libros del instituto y los quemaron; fue uno de los primeros pasos de la persecución nazi a los homosexuales.
La Gestapo tenía una lista con sus nombres, los arrestaba, los forzaba a retractarse oficialmente y los enviaba a los campos de trabajo y exterminio. Los historiadores estiman que  aproximadamente 7.000 fueron muertos durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, Ernst Roehm, comandante y co-fundador de las SA, a cargo de la quema de libros, era homosexual y eso fue lo que permitió a Hitler justificar su ejecución en 1934.
La inauguración de hoy se da luego de años de controversia. Uno de los cuestionamientos era si se debía conmemorar a las víctimas del régimen nazi en su conjunto o había que otorgar un espacio a cada grupo.
El parlamento alemán decidió en 1999 destinar una generosa área de la capital a conmemorar el Holocausto. Cuatro años más tarde, el Bundestag decidió levantar un monumento para la persecución de los homosexuales y en 2006 se lanzo una competencia para elegir al diseñador.
“Lo que quisimos enfatizar fue que los diferentes grupos perseguidos por los nazis experimentaron los mismos horrores” dijo uno de los artistas. Por ese motivo, el nuevo monumento está hecho del mismo concreto que el primer memorial
“Es una manera correcta de conmemorar la persecución”, dijo Volker Beck, representante del Partido Verde en el Bundestag y activista por los derechos gays en Europa.
“Los visitantes verán en Berlin un gran monumento al Holocausto de un lado, y uno más chico para los homosexuales del otro lado y comprobaran que aprendimos algo en Alemania sobre los derechos humanos”, expresó el diputado.
BK-ND