El libro “Maltrato Infantil-El abordaje innovador del Programa Ieladeinu” se presentó ayer en el Centro Cultural Borges de la Ciudad de Buenos Aires, con la presencia de representantes de la comunidad judía, de UNICEF y de juzgados de menores.
Durante la presentación, el asesor principal de la ONU para América Latina Bernardo Kliksberg destacó el alcance de la iniciativa y la calificó como “un canto a la esperanza”, a la vez que señaló las deudas con la niñez.
“No se trata de un libro más, ya que continúa y llama a la acción. Es una acción bendita, amar a los niños y ayudarlos a andar la niñez y la adolescencia”, expresó el filósofo.
Ieladeinu (Nuestros niños, en hebreo) es el único programa de la comunidad judía argentina que tiene como objetivo proteger a niños y adolescentes maltratados, golpeados, abusados o abandonados.
Por su parte, el representante adjunto de UNICEF Argentina, Ennio Rufino afirmó que la organización reconoció a Ieladeinu “como una buena práctica en la protección de los derechos de la infancia”
El programa, que protege a 275 niños y adolescentes actualmente, cuenta con seis hogares, dos centros de día, un programa de fortalecimiento familiar y un equipo de 80 personas.
Por su parte, el rabino Tzví Grunblatt, fundador de Ieladeinu indicó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que el proyecto “enorgullece” a la comunidad judía. “Nos hemos convertido en referentes en el tema de la minoridad”, afirmó.
De acuerdo a sus propios autores, el libro pretende “transmitir una experiencia innovadora y ofrecer algunas respuestas” a otras instituciones que trabajen en ayuda para familias y niños que vivan en ambientes violentos.
Grunblatt, por su parte, expresó que la comunidad “es una familia ampliada que protege a estos chicos y permite que puedan reconstruir su historia y su identidad”.
Y agrego: “Agradezco a Dios, quien acompaña diariamente nuestro duro trabajo y permite que tengamos un poco de suerte para poder crecer y consolidarnos en la tarea de aportar nuestro granito de arena para toda la humanidad, ya que cada ser humano viene al mundo a beneficiar a toda la humanidad”.
Por último, la coordinadora del programa, Karina Pincever recordó los inicios del proyecto y señaló que no había hasta 1999, cuando surgió, una organización dedicada exclusivamente a los niños judíos en situación de riesgo, ya que la pobreza no era común entre las familias judías argentinas.
“Nuestro sueño es que cada uno de estos niños y adolescentes crezca en ambientes sanos y seguros y que tenga un futuro en su vida”, dijo Pincever.
A partir de finales de los años noventa, el país sufrió las consecuencias de la mayor tasa de desempleo de su historia que provocó, entre otras cosas, que una gran cantidad de familias judías (como de otras comunidades), cayeran por debajo de la línea de pobreza,
Entre los logros de la iniciativa se destaca que el porcentaje de niños en riesgo grave bajó del 46 al 6%, luego de la intervención.
Se comprobó además que antes del trabajo el 30 por ciento de los niños afectados no podía adaptarse a la rutina escolar mientras que hoy el número descendió a un 10 por ciento. También se calculó que antes de la implementación del programa, el 25 por ciento de los niños sufría aislamiento, porcentaje que bajó a un cinco por ciento.
Reparar los traumas ocasionados por la violencia, brindar ambientes de crianza satisfactorios y permitir el desarrollo saludable de los niños son algunos de los objetivos de Ieladeinu.
“Es una acción de rescate de más de 300 niños de la contradicción flagrante y el escándalo ético que significa el maltrato hacia ellos”, sentenció Kliksberg.
PR-ND