Seguinos en las redes

Efemérides

Efemérides. Un día como hoy: Ariel Sharon se convierte en el 15 primer ministro de Israel

Publicada

el

sharon

Agencia AJN.- El 7 de marzo del 2001 Ariel Sharon se convirtió en el primer ministro de Israel al presentar su gobierno a la Knesset (parlamento israelí), luego de haber sido electo un mes antes.

Ariel (\’Arik\’) Sharon nació en 1928 en Kfar Malal. Sirvió en el ejército israelí durante más de 25 años y se retiró con el rango de Mayor General y obtuvo una Licenciatura en Derecho en la Universidad Hebrea de Jerusalén (1962).

Sharon se unió a la Haganá – ejército israelí – a los 14 años. Durante la Guerra de la Independencia en 1948 comandó una compañía de infantería en la Brigada Alexandroni. En 1953 fundó y dirigió la unidad de comando especial «101» que llevó a cabo operaciones de represalia. Sharon fue nombrado comandante de una brigada de paracaidistas en 1956 y luchó en la Campaña del Sinaí. En 1957 asistió a la Escuela Superior del Personal Camberley en Gran Bretaña.

Durante 1958-1962 Sharon sirvió como comandante de la brigada de infantería y luego como comandante de la Escuela de Infantería. Fue nombrado jefe del Comando Norte de la Fuerza de Defensa de Israel en 1964 y Jefe de Entrenamiento del ejército en 1966. Además participó en la Guerra de los Seis Días en 1967 como comandante de una división blindada. En 1969 fue nombrado Jefe del Comando Sur de la FDI.

Sharon dimitió del ejército en 1973, pero fue llamado al servicio militar activo en el la Guerra de Yom Kipur ese mismo año para comandar una división blindada. Allí lideró el cruce del Canal de Suez, lo que provocó la victoria de la guerra y la eventual paz con Egipto. Sharon fue elegido miembro de la Knesset, parlamento israelí, en diciembre de 1973 pero renunció un año después y actuó como asesor de seguridad del primer ministro Yitzhak Rabin (1975-1976).

En 1977 fue nuevamente electo a la Knesset en el ticket Shlomzion y fue nombrado Ministro de Agricultura del primer gobierno de Menachem Begin (1977-1981), en donde persiguió la cooperación agrícola con Egipto.

En 1981 fue nombrado ministro de Defensa, sirviendo en este puesto durante la Guerra del Líbano, lo que provocó la destrucción de la infraestructura terrorista de la OLP allí. En el ámbito de las relaciones internacionales jugó un papel decisivo en la renovación de las relaciones diplomáticas con las naciones africanas que habían roto relaciones con Israel durante la guerra de Yom Kippur. En noviembre de 1981, se produjo el primer acuerdo de cooperación estratégica con los EE.UU. y se ampliaron las relaciones de seguridad con muchas naciones. También ayudó a miles de judíos de Etiopía a través de Sudán.

De 1983 a 1984 Sharon fue ministro sin cartera y de 1984-1990 fue ministro de Comercio e Industria. Aquí logró la conclusión del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU. en 1985.
Desde 1990 a 1992 se desempeñó como Ministro de Construcción y Vivienda y fue presidente del Comité Ministerial sobre Inmigración y Absorción. Tras la caída de la Unión Soviética y las oleadas de inmigrantes de Rusia inició y llevó a cabo un programa para absorber a los inmigrantes en todo el país, incluyendo la construcción de 144.000 apartamentos. Desde 1992 a 1996 se desempeñó como miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset.

En 1996 fue nombrado Ministro de Infraestructura Nacional y participó en acciones de empresas conjuntas con Jordania, Egipto y los palestinos. También se desempeñó como presidente de la Comisión Ministerial para el avance beduino.

En 1998 fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores y dirigió las negociaciones sobre el estatuto permanente con la Autoridad Palestina. Mientras estuvo en este puesto se reunió con EE.UU., Europa, Palestina y los líderes árabes para avanzar en el proceso de paz. Trabajó sobre todo para crear y avanzar en proyectos como el Proyecto Capital del Agua, financiado por la comunidad internacional para encontrar una solución a largo plazo a la crisis hídrica de la región, y una base para las relaciones pacíficas entre Israel, Jordania, los palestinos y otros países de Oriente Medio.

Tras la elección de Ehud Barak como primer ministro en mayo de 1999, Sharon fue llamado a convertirse en el líder interino de Likud y en septiembre de 1999 fue elegido presidente del partido. Además se desempeñó como miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y de Defensa.
El 6 de febrero de 2001, Ariel Sharon fue elegido primer ministro. Presentó su gobierno a la Knesset el 7 de marzo de ese año y, después de llamar a elecciones anticipadas a la 16 ª Knesset, que se celebraron el 28 de enero de 2003, se le encomendó la tarea de formar un gobierno y presentó uno nuevo el 27 de febrero de 2003.

Una declaración de política emitida por el gobierno de Israel tras la elección de Ariel Sharon como primer ministro en febrero de 2001 reafirmó la determinación del gobierno de Israel de lograr la paz con sus vecinos palestinos. En mayo de 2003 el gobierno aceptó la hoja de ruta de EE.UU. para una solución al conflicto entre Israel y Palestina. En junio de 2004 el gobierno aprobó el Plan de Desconexión de la Franja de Gaza y el norte de Samaria, que se implementó el año siguiente, con el fin de crear la oportunidad para la paz.

El 4 de enero de 2006, después de formar un nuevo partido, Kadima, en previsión de las elecciones al 17 º Knesset, el Primer Ministro Sharon sufrió una hemorragia cerebral y Ehud Olmert fue designado primer ministro en funciones, de conformidad con la Ley Fundamental de Gobierno.

El ex primer ministro israelí, falleció el 11 de enero del 2014 luego de haber estado en coma ocho años. Su salud había deteriorado significativamente las últimas semanas a causa de una falla renal. Era viudo y tenía dos hijos, Omri y Gilad.

Dejá tu comentario

Efemérides

El Levantamiento del Gueto de Varsovia: «La primera rebelión civil urbana en la Europa ocupada»

Publicado

el

Por

levantamiento-del-gueto-de-varsovia-20220418-1343177

Agencia AJN.- Estas líneas están motivadas en el recuerdo y homenaje a los héroes del Levantamiento Del Gueto De Varsovia del 19 de abril de 1943.

Aquel día del comienzo de «la primera rebelión civil urbana en la Europa ocupada» fue en la víspera de Pesaj, la misma festividad de la libertad que hoy estamos transitando quienes pertenecemos al pueblo judío, celebración que en aquel infierno inimaginable de privaciones, pena y dolor no fue dejada de lado.

Por el contrario, son muchos los testimonios que dan cuenta que la tradición fue sostenida frente a toda adversidad y que como a lo largo de la milenaria y riquísima historia del pueblo judío fueron la profunda creencia en los valores de su identidad, la convicción en defensa de la dignidad, la firmeza en la consagración de la vida por sobre todo y la esperanza en el futuro los pilares inspiradores de aquel acto de resistencia que se considera heroico por la decisión y audacia con que se llevó a cabo a sabiendas de la desventaja en la que se hallaban.

Aquella valiente respuesta que se sumó a las infinitos actos de rebeldía pasivas ejercidas por miles desde la llegada del nazismo la encarnaron y ejecutaron los jóvenes que presentaron resistencia armada al opresor nazi que desplegaba su «aktion» de aniquilamiento del Gueto de Varsovia en cumplimiento de la Solución Final diseñado para terminar con la vida judía en Europa.

Los datos dicen que fueron solo un total de setecientos cincuenta jóvenes combatientes los liderados por Mordechai Anielewicz que se enfrentaron a los nazis, causando daños impensados y retrasando casi en un mes sus planes de muerte. A ellos se les unió el resto de los judíos que quedaban en el Gueto. Para el 16 de mayo 55.065 judíos fueron aniquilados y ese fue el final del Gueto de Varsovia.

El día de hoy tiene un nombre, fue consagrado por el Parlamento de Israel en 1951, seis años después de finalizada la guerra. Se llama en hebreo Iom Lashoa Velagvurá, Día de la Memoria del Holocausto y el Heroísmo.

El Holocausto ha asumido el rol de símbolo universal de todo mal porque representa la forma más extrema de genocidio, porque contiene elementos sin precedente.

La invasión rusa a Ucrania con el manto de muerte y destrucción que se despliega ante nuestros ojos nos trae al presente lo peor de aquellos tiempos que hoy recordamos. Se trata como con crudeza lo explica el ACNUR de la peor crisis humanitaria después de la segunda guerra mundial.

Somos testigos de una guerra que sin disimulo busca la destrucción de una nación. Hay un país agresor que comete crímenes de guerra atentando contra la población civil, que provoca masacres y violaciones de derechos humanos en forma cotidiana donde niños, mujeres y personas mayores son víctimas solo por su identidad. Un estado brutal que tiene como objetivo claro el aniquilamiento de un pueblo, dominando su tierra, acabar con su acervo cultural y su historia ancestral.

Nos interpela porque vemos espantados la acción insuficiente de muchos en detener la barbarie. También el silencio y las contradicciones de muchos otros, como la de nuestro país, frente al desesperado pedido de auxilio de la víctima que al final del día queda en soledad absoluta.

Nos interpela porque observamos también que el antisemitismo no ha desaparecido y lejos está de hacerlo. Las denuncias de hechos violentos se suceden en todo el universo sin solución de continuidad.

Nos Interpela y nos debe ocupar la aparición de líderes autoritarios y xenófobos que jaquean a las democracias. Y vemos también que países que violan los derechos humanos en forma descarada y sistemática son tratados en igualdad y sin reparos. Defendidos e incluso tomados como modelos y ejemplos.

Tras la hecatombe que representó la segunda guerra mundial y la Shoá perpetrada por el nazismo nació la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un paso enorme de la humanidad para su desarrollo. La obligación de todos es fortalecerla y profundizar ante los embates de quienes la ignoran y la violan sistemáticamente.

Recordar este día nos conmina a pensar que significó el nazismo como negación máxima de la democracia, de adoración y sumisión al dictador, de destierro de la libertad y desprecio por la vida. Demonización, prohibición y persecución de la actividad política, silenciamiento de la prensa y la libertad de expresión, sustitución de la educación y el pensamiento crítico por adoctrinamiento y el fanatismo irracional. Aplicación de la coerción, extorsión y el miedo como conducta permanente para dominación de la sociedad. La anulación de la cultura, el pensamiento, la discusión y el disenso. La admiración por el discurso hegemónico con la mentira y manipulación como herramientas fundamentales y necesarias. Degradación de la diversidad y aceptación de la exclusión y discriminación.

Y finalmente la búsqueda permanente del enemigo para justificarse. Eso fue el nazismo que no podemos ni debemos olvidar cuando recordamos el pasado que nos duele.

Enseña el historiador francés Jaque Le Goff que la memoria intenta preservar el pasado solo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento.

En definitiva, caeremos en el error de convertir los actos de recuerdo en meros rituales de repetición si no somos capaces de capitalizar para el bien las enseñanzas del pasado.

Se trata sobre todo de educar en valores humanos, en derechos humanos y por el desarrollo humano. Los tres van de la mano indefectiblemente.

Fuente: Perfil.
Autor: Claudio Avruj.

Seguir leyendo

Efemérides

Efemérides. Un día como hoy: Se conmemora el aniversario del levantamiento del Gueto de Varsovia

Publicado

el

Por

WhatsApp Image 2024-04-19 at 9.21.19 AM

Agencia AJN.- Hoy, 19 de abril, se cumple un nuevo aniversario del inicio de una de las gestas más heroicas del pueblo judío: el Levantamiento del Gueto de Varsovia (foto del monumento que recuerda la epopeya, en el memorial Yad Vashem de Jerusalem), en el cual una cantidad menor al millar de personas enfrentó durante casi un mes y en medio de la Shoá al poderoso ejército nazi, sin contar con grandes pertrechos bélicos y en abierto desafío a toda lógica y probabilidades de éxito.

Luego que los nazis se apoderaron de Polonia, a partir de fines de 1939, la población judía comenzó a ser confinada en zonas cercadas, denominadas “guetos”, territorialmente pequeños para la cantidad de personas que allí eran concentradas.

El mayor de los establecidos por los nazis fue el de Varsovia, al cual fueron enviados casi 400.000 judíos en 1940.

Entre fines de julio y principios de septiembre de 1942 los nazis trasladaron a 265.000 de ellos al campo de exterminio de Treblinka y a algo más de 11.000 a campos de trabajo; en cambio, autorizaron a 35.000 personas a permanecer en el gueto, a quienes deben sumarse entre 20.000 y 25.000 que estaban escondidas.

Durante el traslado fueron asesinados unos 10.000 judíos por los nazis y sus tropas auxiliares.

Los 60.000 que quedaron sabían que su deportación era inevitable y los jóvenes integrantes de los movimientos sionistas comenzaron a organizarse con la finalidad de resistir el traslado y establecieron dos agrupaciones clandestinas de autodefensa armada: la Organización Judía de Combate (Zydowska Organizacja Bojowa, ZOB), integrada por socialistas, y la Unión Militar Judía (Zydowski Zwiazek Wojskowy, ZZW), conformada por revisionistas integrantes del movimiento juvenil Betar.

Si bien en un principio hubo diferencias entre sus miembros, las mismas fueron dejadas de lado ante el inminente traslado del resto de los habitantes del gueto.

En octubre de 1942, el comandante en jefe de las Schutzstaffel (SS), Heinrich Himmler, ordenó “liquidar el gueto de Varsovia” y sus tropas decidieron iniciar la última deportación el 18 de enero de 1943.

Ese día, mientras unos 6.000 judíos eran llevados al lugar de concentración para subirlos a los trenes que los llevarían a Treblinka, un grupo de activistas del ZOB y el ZZW se infiltraron entre ellos y atacaron a los guardias; si bien la mayoría murió en el ataque, los nazis se desorientaron y los judíos pudieron escapar y esconderse en el gueto.

Las autoridades ocupantes decidieron suspender momentáneamente la deportación, período que el ZOB y el ZZW utilizaron para construir búnkeres y conseguir armas del movimiento clandestino militar polaco (Armia Krajowa, Ejército Nacional), que luego de varios meses les proveyó una pequeña cantidad; en su mayoría, pistolas y explosivos.

Los nazis decidieron reiniciar la deportación el segundo día de Pesaj, coincidente ese año con el 19 de abril, y cuando intentaron ingresar al gueto fueron repelidos por las fuerzas de autodefensa judías, que se estima que sumaban unos 750 miembros (500 del ZOB y 250 del ZZW), lideradas por Mordejai Anilevich, dando inicio a lo que se denominaría como “el Levantamiento del Gueto de Varsovia”.

Armados con pistolas, granadas -muchas de ellas de fabricación casera- y unas pocas armas automáticas y rifles, los combatientes sorprendieron a los alemanes y sus tropas auxiliares el primer día de lucha: forzaron su retirada del gueto y les propinaron 12 muertes y una importante cantidad de heridos.

Ese hecho obligó a los nazis a enviar a su ejército para vencer a quienes los enfrentaban: dos días después iniciaron el contraataque, edificio por edificio, mientras las fuerzas de autodefensa judías efectuaban ataques esporádicos desde sus búnkeres y les provocaban bajas.

El 8 de mayo, los nazis atacaron el comando del ZBO, en la calle Mila 18, en cuya defensa murió Anilevich, y lograron su objetivo de vencer a la resistencia judía ocho días después.

El general de las SS Jürgen Stroop, que estaba al frente de la represión, les informó a sus superiores que habían capturado a 56.065 judíos y destruido 631 búnkeres y que había ordenado la destrucción de la Gran Sinagoga de la calle Tlomacki para simbolizar su victoria.

Se calcula que unos 7.000 judíos fueron asesinados por los nazis durante el alzamiento, otros tantos fueron deportados a Treblinka, donde casi de inmediato fueron ejecutados en las cámaras de gas, y que a los 42.000 restantes los enviaron al campo de concentración de Majdanek, en Lublin, y a los de trabajos forzados de Poniatowa, Trawniki, Budzyn y Krasnik, donde en su gran mayoría también fueron eliminados con el paso de los meses.

El Levantamiento del Gueto de Varsovia fue el inicio de rebeliones en otros guetos -por ejemplo, los de Bialystok y Minsk- y también en campos de exterminio como Treblinka y Sobibor.

Tras la creación del Estado de Israel, su Parlamento, la Knesset, estableció el 12 de abril de 1951 que el 27 de nisán de cada año sería Iom HaShoá Vehagvurá, un día especial dedicado a recordar a las víctimas del genocidio y los actos de heroísmo durante esa terrible época.

Seguir leyendo

Más leídas

WhatsApp Suscribite al Whatsapp!