Agencia AJN.- Funcionarios del Departamento de Estado de EEUU buscan un compromiso de sus contrapartes europeas de que trabajarán para «mejorar» el acuerdo nuclear de Irán durante un período de tiempo indeterminado, una solicitud que no incluye los cambios de política concretos y rápidos que el presidente estadounidense, Donald Trump, les exigió el mes pasado.

Los funcionarios estadounidenses pidieron a los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Alemania que se comprometan a «trabajar juntos para buscar un acuerdo complementario o de seguimiento» del acuerdo internacional de 2015 que rige el programa nuclear de Irán «que se dirige a desarrollar o probar misiles de largo alcance, asegura inspecciones [Organismo Internacional de Energía Atómica] y corrige los defectos de la ‘cláusula de extinción'».

Es una desviación de la solicitud inicial del presidente de los poderes «E3». En enero, Trump anunció que renunciaría a sanciones relacionadas con la energía nuclear en Irán por «última vez» y que les permitiría volver a entrar en vigor en 120 días si Europa no adopta una postura radicalmente nueva respecto del acuerdo nuclear. «Esta es una última oportunidad», advirtió Trump.

«En ausencia de tal acuerdo, Estados Unidos no volverá a suspender las sanciones para mantenerse en el acuerdo nuclear con Irán. Y si en algún momento juzgo que tal acuerdo no está al alcance, me retiraré del trato de inmediato», añadió.

La administración de Trump cree que el acuerdo nuclear, que tenía la intención de cerrar todos los caminos de Irán hacia un arma nuclear, tiene varios defectos críticos.

Asegura que los misiles balísticos intercontinentales de Teherán, que están diseñados para transportar cargamentos nucleares, son inseparables de su programa nuclear y deberían haberse abordado en el acuerdo, señalando las amenazas de misiles de Corea del Norte como precedente. Considera que Teherán puede negar o impedir que los inspectores internacionales accedan a sus instalaciones militares, donde la inteligencia estadounidense sospecha que Irán llevó a cabo experimentos de armas nucleares en el pasado y puede ser un agujero negro en el futuro. También cree que la expiración de varias disposiciones clave en el acuerdo proporciona a Irán un camino legítimo hacia una capacidad de armas nucleares, lo que les permite aumentar el tamaño y la eficiencia del programa a escala industrial.

Las potencias europeas desde hace mucho tiempo no estaban de acuerdo con estos puntos. Pero frente a un presidente estadounidense que amenaza seriamente con retirarse del acuerdo, los diplomáticos de la UE se están comprometiendo silenciosamente con sus homólogos estadounidenses para averiguar qué se necesitará para mantener el acuerdo intacto.

Llegar a un acuerdo complementario en toda regla para el 12 de mayo -el plazo de 120 días establecido por Trump el mes pasado- es visto como una imposibilidad por algunos funcionarios estadounidenses y europeos, incluso si hubo un acuerdo sobre los problemas subyacentes.

La Casa Blanca ya descartó la posibilidad de negociar directamente con Irán en el corto plazo. En su lugar, busca eludir por completo a Teherán y crear un acuerdo de adición multilateral que impone nuevos términos en el acuerdo nuclear.

Europa teme que este enfoque lleve a los iraníes a abandonar completamente el acuerdo, y hasta ahora se negó a aceptarlo. Ahora, la Casa Blanca simplemente les está pidiendo que acepten públicamente trabajar para un nuevo acuerdo.

Pero dado el destripamiento de Trump del Departamento de Estado y su flagelación pública de su secretario, Rex Tillerson, los diplomáticos europeos no están seguros de quién está hablando para la administración o de lo que realmente satisfará al presidente temperamental.