Agencia AJN.- El Florentin que conocemos hoy, un pintoresco barrio ubicado al sur de Tel Aviv, no es el mismo que el de hace diez o quince años atrás. De la misma manera, el Bat Yam que conocemos hoy, ciudad vecina de Tel Aviv, no será la misma dentro de diez años. Esta es una conclusión que rápidamente se puede sacar tras haber mantenido diálogo con Yehuda Gorsd, CEO de YBox, la compañía especializada en inversiones y emprendimientos inmobiliarios en Israel, tanto residenciales como de complejos comerciales.

La firma fue la que realizó diversos proyectos inmobiliarios en Israel entre los que se destacan; Reviaat Florentin, Vila V Hadera y Neve Avivim Netanya, entre otros, y que además cuenta con más proyectos a futuro, que por su novedosa visión y política de trabajo, logró cambiar la fisonomía de muchas zonas en el país.

“Tratamos de hacer proyectos con valor arquitectónico. Es por esto que cuando llegamos al barrio Florentin ubicado en Tel Aviv, en el año 2009 para realizar nuestro primer proyecto importante, buscamos hacer algo diferente desde lo conceptual”, recordó Yehuda Gorsd, en diálogo con AJN.

Florentin es un barrio cercano a Neve Tzedek, el cual se encuentra al sudoeste de Tel Aviv y tuvo un desarrollo positivo, pero, Florentin no. El mismo fue fundado en 1887, 20 años antes de la fundación de Tel Aviv. En este sentido, Gorsd explicó: “Tuvimos en claro que Florentin iba a ir en dirección de progreso como Neve Tzedek, entonces cuando diseñamos un edificio lo hicimos en vistas a un Florentin proyectado a los próximos diez años. Intentamos imaginar el Florentin del futuro. Pensando así en el propietario que adquirió un departamento y si va a lograr venderlo a buen precio”.

“En este sentido, en Florentin, por ejemplo, donde construimos con la visión futurista de YBOX, de acá a ocho o nueve años, nuestras unidades serán vendidas a precios más caros a comparación de los distintos departamentos de la zona por haber sido construidos, en 2009, bajo los estándares y requisitos de los habitantes de 2013 o 2014.”, aseguró. Yehuda.

“Lo mismo hicimos en Hadera y estamos haciendo ahora en Bat Yam, una ciudad ubicada al sur de Tel Aviv, donde estamos comenzando una construcción de 46 pisos con mucha inversión”, contó tras asegurar que “el Bat Yam del 2017 va a ser muy diferente al del 2025”. “En ese año, por su acceso al mar, su cercanía a Tel Aviv y que, además, contará con nuevo tranvía, obviamente hará que ambas ciudades estén más conectadas entre sí, y por ende precios más altos que los actuales”, explicó.

En este sentido, remarcó: “Si hoy tenemos que hablar de valores, en Tel Aviv el metro cuadrado tiene ronda entre 60 mil y cien mil shekels, mientras que en Bat Yam está alrededor 30 mil”. Entonces es lógico decir que “en el cercano futuro, el valor de Bat Yam será de cincuenta mil Shekels el metro cuadrado, es decir, casi duplicará su valor”, explicó Yehuda

Es por esto que tanto para una buena inversión como para comprar un departamento hay que tener en cuenta varios parámetros. En este sentido expresó: “Si diez años atrás compraste un departamento construido bajo estándares de 25 mil shekels por metro, entonces lo venderás un poco más caro, pero no podrás maximizar la operación, porque quién compra un departamento por 50 mil shekel va a querer ver estándares por ese valor, es decir, de la calidad de Rotschild- una de las zonas más caras de Tel Aviv”, explicó, para luego agregar: “Entonces, nuestra recomendación es siempre adquirir una vivienda novedosa y de calidad, que permitirá a sus habitantes disfrutar de la inversión y luego obtener una mejor reventa”.

“Quienes ganan con el modelo YBOX son los propietarios que reciben sus viviendas hoy y que al querer venderlas dentro de siete u ocho años, en el caso de Bat Yam podrán hacerlo con precios de Tel Aviv, ya que las mismas cuentan con los estándares de las mejores zonas de Tel Aviv, están cerca al mar y, además, contarán con acceso directo al centro de Tel Aviv a través de los medios de transporte”, explicó.

A modo de ejemplo, Yehuda contó que en la ciudad de Hadera, una ciudad ubicada 45 kilómetros al norte de Tel Aviv, construyeron 300 viviendas. “Decidimos construir algo completamente diferente a lo habitual para la zona, pensamos a futuro, invertimos más y por ende, las viviendas eran levemente más caras, pero hoy, luego de que las viviendas fueron finalizadas y están siendo revendidas, observamos que su valor es más elevado que el de mercado, pero que también las operaciones se concretan más rápido que el resto de las propiedades de la competencia”, resaltó y aseveró: “Porque cuando una persona compra una casa para vivir o como inversión; cien mil shekels o doscientos no son siempre lo que hacen la diferencia, porque la gente busca también mejor calidad, y eso va a ser siempre más importante”.

Consultado sobre la posibilidad de si invertir en Israel es viable o no, Gorsd contestó con sinceridad: “No sé si Israel es el mejor país para invertir, pero lo que sí puedo decir es que Israel fuera de las etapas difíciles es un país que crece, porque aquí invertimos en educación y hay mucho potencial humano”. “Prácticamente los avances más sofisticados del mundo están conectados con Israel. Esto va en buen camino y nunca va a pasar a otro país, porque es conocimiento humano”, indicó y a modo de ejemplo agregó: “China es un país con más crecimiento económico que Israel, pero una fábrica la podés abrir un día y si en el futuro pasa a ser un país caro, la podes trasladar a Etiopía. Cuando tenés conocimiento en un país específico, es difícil trasladarlo a otro país. Si a esto le agregamos el crecimiento de población en Israel, junto con el económico, da la impresión de que estos dos factores influirán de manera positiva en el rubro inmobiliario en el país.”, alentó explicando un futuro prometedor para el país.

En este marco agregó que “todo judío que se está conectado con sus raíces siempre quiere venir a visitar el país”. “De donde viene esto, de una cultura en común. Si te sentís un poco judío y festejas las festividades judías, entonces no hay duda de que cuando llegas a Israel, desde el taxista al cajero y la sociedad toda vas a sentir que compartís la misma cultura”, profundizó. “A fin de cuentas el ser humano es un ser social y tiene necesidad de conectarse con el otro, cuando compartís valores con la sociedad, la conexión es más fuerte. Es claro que hacer Aliá no es fácil, sobre todo para quien cuenta con una profesión y cierto estatus de vida, pero cuando se piensa en las futuras generaciones es diferente”, opinó Yehuda quien inmigró desde Francia a Israel a fines de 2001 como Ole Jadash solo y que rápidamente se enroló en el servicio militar que cumplió en la Unidad de Givaati. Sobre su paso en el ejército comentó: “Fue una experiencia que me ayudó a integrarme a la sociedad israelí. Después del ejército dejas de ser un Ole Jadash (inmigrante) que llegó desde Francia con dinero e intenta hacer negocios, sino que sos un israelí más”.

Por último agregó: “La conexión con Israel es además conexión con el judaísmo, con lo judío. Cuando adquirís una propiedad en Israel esto te permite, de manera automática visitar más el país”. Es decir “tenés más razones para enviar a tus hijos al país en vacaciones y que ellos conozcan otros jóvenes judíos. Al tener una propiedad y pagas por ésta, ponés más atención al país y vas a visitar más, es totalmente diferente a estar en un hotel”, estas palabras enmarcan con lo que alguna vez fue política de Estado en Israel, cuando se alentaba a comprar propiedades a judíos de la diáspora para crear otro lazo con la tierra ancestral del pueblo judío. “Tener una propiedad genera más conexión con el país, y las estadísticas indican que mucha gente que compró departamentos posteriormente hicieron aliá o sus hijos lo hicieron”.

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