Los ataúdes de los reservistas israelíes Eldad Regev y Ehud Goldwasser arribaron hoy a su país, mientras que Israel entregó a cinco terroristas y los restos de 199 militantes de Hezbollah como parte del intercambio pactado.
Una gran pena se sintió a lo largo y ancho del país, al atender a la entrada de los dos cuerpos de los soldados que habían servido al pueblo, defendido a sus habitantes y entregaron sus vidas por ellos.
Ambas familias que quedaron vacías por la pérdida de un hijo, un hermano, un marido –Goldwasser se había casado diez meses antes de quedar cautivo– y un amigo. Son dos proyectos de vida en Israel que quedaron tristemente truncos.
Goldwasser y Regev habían sido secuestrados el 12 de junio de 2006 por Hezbollah y retenidos en Líbano.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró hoy que el deseo de un duelo por los soldados fue lo que permitió llevar a cabo al gobierno el cambio de prisioneros con la organización terrorista Hezbollah.
“Sin lugar a dudas hemos pagado un alto precio por los cuerpos de nuestros soldados, pero era una obligación moral para Israel recuperarlos de todos modos”, afirmo Olmert.
Los sarcófagos provenientes del Líbano con los cuerpos de los soldados Goldwasser y Regev fueron llevados a una base militar en el norte del Estado judío, donde sus familias los esperaban.
En el intercambio, Israel entregó a uno de sus más notorios prisioneros, Samir Kuntar, y a otros cuatro reclutas de Hezbollah.
Después de dos años los cuerpos de los reclutas israelíes Goldwasser y Regev fueron entregados a sus familias, tras una gran bienvenida en la base militar de Sarga.
“Queremos recordar a nuestro hijo como lo que fue, no como un cuerpo sin vida”, declaró Shlomo Goldwasser, padre de Ehud, cuando el cadáver de su hijo fue devuelto a Israel esta mañana, mientras que su esposa prefirió directamente no ver los restos.
La llegada de los sarcófagos con los cadáveres acabó con toda la esperanza por parte de las familias de los soldados, que hasta anoche aún esperaban que estuvieran con vida, al igual que la comunidad judía de todo el mundo.
El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, efectuó una extraña aparición pública en la noche de Oriente Medio para dar la bienvenida a Kuntar y los cuatro miembros de su organización ante la presencia de miles de fanáticos en Beirut, capital de El Líbano.
La ceremonia oficial en Beirut también contó con la presencia del presidente libanés, Mitchel Suleiman que calificó a los cinco liberados de “héroes”.
El primer ministro libanés, Fuad Sinoira y miembros de las principales facciones políticas locales, incluyendo a algunos opositores a Hezbollah, se alistaron para participar de la ceremonia de bienvenida en muestra de unión para oponerse a Israel.
Los cinco liberados volaron de regreso en dos helicópteros militares desde el sur de la frontera de El Líbano hacia el pueblo de Naqoura en el que fueron recibidos.
Kuntar estaba preso en Israel desde 1979 por un ataque terrorista que mató a cuatro personas, mientras que los otros cuatro liberados permanecían cautivos desde la guerra de 2006.
Las familias de los fallecidos en el ataque terrorista de 1979 habían presentado un pedido al gobierno de Olmert para evitar la liberación de Kuntar la semana pasada, pero el reclamo fue rechazado.
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