Agencia AJN.- Un funcionario de Hezbolá afirmó el viernes que «no hay justificación» para vincular al poderoso grupo terrorista libanés con el asesinato de un soldado irlandés de las fuerzas de paz, un día después de que un funcionario judicial acusara a cinco militantes del ataque del año pasado.

El soldado Sean Rooney, de 23 años, murió y otras tres personas resultaron heridas el 14 de diciembre cuando su vehículo de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) fue atacado cerca de la localidad de Al-Aqbiya, bastión de Hezbolá en el sur del país.

Fadi Sawan, juez de instrucción del tribunal militar encargado del caso, había emitido un auto de acusación de 30 páginas en el que acusaba a cinco personas de «formar una banda para cometer un crimen» y de «homicidio intencionado», según declaró el jueves a la AFP un funcionario judicial, que precisó que todos ellos eran miembros de Hezbolá.

El funcionario de Hezbolá dijo a la AFP bajo condición de anonimato que «no hay justificación para que el funcionario judicial mencione el nombre del grupo».

Aunque en la acusación no se menciona la afiliación a ningún grupo, el funcionario judicial afirmó que las pruebas del caso mostraban vínculos con el grupo respaldado por Irán.

Pero el funcionario de Hezbolá negó el viernes que ningún miembro del grupo musulmán chií hubiera estado implicado en el atentado, subrayando que la acusación no menciona a Hezbolá por su nombre.

Hezbolá «no fue parte en el problema entre los residentes locales y la patrulla irlandesa», dijo el funcionario.

El grupo «desempeñó un papel importante para aliviar las tensiones tras el incidente. Se puso en contacto tanto con el ejército como con la FINUL, y desempeñó un papel destacado animando a los residentes a cooperar» con las autoridades libanesas, añadió.

Hezbolá ha negado previamente su implicación en el incidente, y su jefe de seguridad, Wafic Safa, describió la matanza como «no intencionada».

Citando la acusación, el funcionario judicial dijo que las imágenes de las cámaras de vigilancia cercanas al lugar del ataque mostraban a hombres armados rodeando a la patrulla de la ONU.

«Se podía oír a algunos de ellos diciendo ‘somos Hezbolá’ y utilizando walkie-talkies para comunicarse», añadió el funcionario, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.

Mohammad Ayyad, que está detenido desde que Hezbolá lo entregó al ejército en diciembre, fue acusado junto con otras cuatro personas -que no están detenidas- de «homicidio intencionado», dijo el funcionario.

En enero, Líbano acusó a Ayyad, a las otras cuatro personas y a otros dos fugitivos de participar en el atentado.

La FPNUL, compuesta por unos 10.000 efectivos de mantenimiento de la paz, está desplegada desde 1978 para actuar como amortiguador entre Líbano e Israel, países que técnicamente siguen en estado de guerra.

En el pasado se han producido incidentes entre partidarios de Hezbolá y patrullas de la FINUL, pero rara vez han ido a más.