El fútbol muchas veces está plagado de violencia, de enfrentamientos entre hinchas, de cánticos ofensivos y banderas con escritos agraviantes.
El fin de semana, antes del partido entre los seleccionados de Alemania y Polonia por la Eurocopa, cien simpatizantes germanos fueron detenidos por entonar canciones antisemitas.
La organización HaPoel Keter representa todo lo contrario a esas acciones.
Se trata de un programa social creado hace doce años por iniciativa de Moshé Teumim,  Sami Sagol y Meir Orenstein, que tiene como objetivo principal la "convivencia mutua  través del deporte de árabes e israelíes.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), Orenstein, director general de la organización, admitió que se "siente realizado cuando ve la implementación exitosa del trabajo".
HaPoel Keter trabaja sobre tres objetivos principales: "Apoyo al niño que cree en sí mismo y en su capacidad, que se comporta con respecto y tolerancia hacia el prójimo; el desarrollo y refuerzo de los factores de progreso de la comunidad con la que se trabaja; y el conocimiento entre los diferentes grupos minoritarios".
"Se les enseña sobre diversos temas como ayuda individual, lucha contra las drogas y sobre el mundo del fútbol", relató Orenstein.
La decisión de trabajar socialmente con el fútbol se debe a que pertenecen al club  HaPoel Tel Aviv, uno de los más importantes de la ciudad.
Del proyecto participan 25 mil niños y adolescentes, varones y mujeres de diferentes religiones, a quienes se les enseña a "enfrentarse con la realidad mediante la educación y el deporte"
"Nuestro mayor satisfacción es que se de esta convivencia entre árabes y judíos", señaló el director de la organización.
Para Orenstein, cumplir con el objetivo de confraternidad “fue difícil al principio”. Pero "finalmente los jóvenes entendieron que los educamos en valores, los ayudamos con becas de estudio", expresó.
El proyecto también brinda asistencia, en conjunto con la Agencia Judía (Sojnut), a personas pobres en Sderot y a beduinos habitantes de poblados árabes.
En HaPoel Keter se desempeñan “directores técnicos, profesores de inglés, francés o especialistas en computación”, entre otras ramas.
"Es un orgullo poder juntar a niños y universitarios de los dos pueblos, porque demuestra que con una base educacional se puede llegar a la paz y hacer las cosas juntos", comentó Orenstein.
AD-GT