A pocas horas de la entrada en vigencia de la tregua entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, el politólogo israelí Mario Sznajder advirtió que el acuerdo es solo "verbal" y señaló que "el elemento que proporciona confianza a las partes es la garantía (de mediación) del gobierno egipcio".
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Sznajder consideró que no hay ningún documento firmado y que la tregua entre la organización palestina que controla la Franja de Gaza y el Estado hebreo "es triangular y al parecer, verbal".
Algunos sectores de la sociedad israelí recibieron el acuerdo como una legitimación por parte del gobierno de Ehud Olmert al movimiento islámico.
En ese sentido, el politólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalem señaló que "Hamas ganó limpiamente una elección democrática por una mayoría envidiable", por lo que si bien la organización no cuenta con legitimidad en Occidente, está "bien vista" en el mundo árabe.
Sznajder, investigador asociado del Instituto Truman de Investigación por el avance de la paz, destacó que "Hamas habla con muchas voces" y que, si bien en su carta dice que "toda Palestina es un santuario y por eso ningún musulmán puede ceder" territorio, en la práctica el movimiento "negocia con Israel a través de Egipto".
La organización palestina "no reconoce a Israel pero negocia, no le gusta el Estado hebreo pero necesita que le abra los pasos" fronterizos, remarcó el investigador y reconoció que hay "una serie de contradicciones".
El gobierno israelí tiene, en la actualidad, tres frentes de negociación abiertos con Hamas, Hezbollah y Siria. Los tres tiene la característica común de estar mediados por terceros estados (Egipto, Turquía y Alemania, respectivamente), señaló Sznajder.
Sin embargo, el profesor marcó una diferencia fundamental entre Siria y Hamas: "Aunque no hay relaciones directas, Damasco reconoce la existencia del Estado hebreo y ya ha firmado otros acuerdos de cese al fuego".
En tanto, Sznajder destacó que "Hamas no es reconocido como el gobierno de un Estado constituido porque ese Estado no existe formalmente".
"La soberanía de Hamas en la Autoridad Palestina está puesta en duda por el hecho de que la organización es tratada por Israel y por parte de los países de Occidente como una entidad terrorista y no como un partido político que gobierna a un Estado", sostuvo el profesor.
Además, el investigador señaló que negociar en varios frentes al mismo tiempo podría influir "en la capacidad sistémica del gobierno de Israel".
"Nadie sabe exactamente si el Ejecutivo es capaz de negociar con tres partes al mismo tiempo de forma ordenada y coordinada", destacó Sznajder.
El profesor calificó como un "desliz diplomático" la mención que hizo el premier Olmert de "poner sobre la mesa de negociación con Líbano las Granjas de Sheeba" mientras esas tierras son "legalmente sirias".
Sznajder adujo ese "desliz" a que, "paralelamente al manejo del gobierno, hay una larga serie de escándalos de corrupción alrededor de la figura de Olmert", que no se verá fortalecido porque "los acuerdos son muy discutidos y no concensuados".
El politólogo sostuvo que el único "salvoconducto" para Olmert sería lograr la liberación del soldado Gilad Shalit (en manos de Hamas desde el 25 de junio de 2006) o de sus compañeros Ehud Goldwasser y Eldad Regev, "especialmente si estuvieran vivos".
"De no ser ellos (los soldados) parte de los acuerdos, el prestigio (de Olmert) seguirá menoscabado por los escándalos", enfatizó.
Consultado acerca de la posibilidad de que el frente político opositor al premier (incluyendo gente de su propia fuerza política, Kadima) pudiera complicar la negociación, Sznajder señaló que "nadie se atrevería a arruinarla por beneficio propio".
Por último, se refirió a la postura de Irán en los acuerdos y destacó que si bien el régimen de Teherán "ha apoyado a los sectores anti-israelíes", "no es un serio impedimento para las tres negociaciones".
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