Un grupo de sobrevivientes del Holocausto recorre escuelas, parroquias e instituciones de bien público en la Argentina para brindar testimonio de los años vividos bajo el régimen nazi, en la Segunda Guerra Mundial.
Más de 13 mil estudiantes en todo el país recibieron durante 2007 información sobre lo ocurrido en los campos de exterminio y se prevé que la experiencia educativa crecerá este año, según dijeron voceros del Museo del Holocausto en Buenos Aires, que organizan diferentes actividades para cumplir con ese objetivo.
Jorge Klainman logró escapar del exterminio judío planificado por el nazismo pero tardó 50 años en romper su "hermético silencio" y volcar su historia en el libro “El séptimo milagro”.
"Ni mi familia sabía sobre los tres años y medio que pase en los campos de concentración. Lo único que sabían era que soy un sobreviviente", contó Klainman a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Más de medio siglo después de la Shoá, su esposa Teresa, con quien lleva 54 años de casado y sus cuatro hijos, conocieron detalle de lo que sufrió este hombre polaco que fue "separado abruptamente" de su familia a los 13 años para ser llevado por seis campos de exterminio.
Lo último que supo de sus familiares fue que murieron en las cámaras de gas de Belzec, en su Polonia natal.
Klainman dijo a esta agencia que después de escribir el libro pudo comenzar a hablar sobre el Holocausto y decidió dedicarse "full time" a contarle a todos lo que los nazis "hicieron con los judíos".
Su interés por dar a conocer la historia de la Shoá lo llevó a recorrer escuelas de las provincias de Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Neuquén y Río Negro, entre otras.
"El año pasado me invitó el gobierno de Nueva Jersey y estuvimos 15 días en Estados Unidos, donde también di charlas en los colegios", contó.
Klainman apuntó que sólo en los últimos dos años casi 10 mil chicos escucharon su testimonio.
"Las preguntas son extraordinarias. Estoy recibiendo mensajes electrónicos continuamente y me dicen que después de escucharme cambiaron completamente su idea sobre el judaísmo. Antes pensaban que los judíos eran cobardes, usureros, una plaga, y después de escucharme se dieron cuenta de la verdad", expresó.
Los relatos de este sobreviviente del Holocausto no sólo se limitaron a los estudiantes sino que también llegaron a integrantes del Ejército y cadetes de la Policía bonaerense.
"Fue tan exitosa la charla (con los futuros policías) que me pidieron una gran cantidad de libros”, dijo y aclaró que las regalías obtenidas por la publicación de su obra son destinadas a financiar actividades para “gente necesitada";  Klainman advirtió, además, que su testimonio sólo es para adolescentes mayores de 14 años.
En sus charlas, cuenta que sobrevivió al exterminio nazi tras quedar debajo de nueve cadáveres y con un balazo en una pierna.
Luego de ser salvado por un médico judío, Klainman llegó a la Argentina el 27 de octubre de 1947 y no fue bien recibido por el gobierno del entonces presidente Juan Domingo Perón.
"Tuve que entrar de contrabando, cruce el río Paraná desde Encarnación (Paraguay) hasta (la ciudad de) Posadas, en Misiones. Allí me recibieron los gendarmes a los tiros, pero después de un año me dieron los documentos", relató.
Graciela Jinich, directora del Museo del Holocausto, indicó que "en los últimos cinco años  creció el interés" por escuchar el testimonio de un sobreviviente y así los docentes en las escuelas abordan y relacionan "el tema con el antisemitismo".
"A partir de estas charlas se puede hacer reflexionar a los alumnos sobre lo que pasó en el nazismo", destacó Jinich en diálogo con AJN.
Por su parte, Klainman afirmó que continuará con las charlas en los colegios porque le hacen "muy bien", y su próximo compromiso será el 24 de junio en el Colegio Católico de la localidad bonaerense de Pilar.
"Cada vez que doy una charla es como si prendiera una vela por mi familia y por los millones que murieron en el Holocausto. Es como un mandato", concluyó Klainman.
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