Agencia AJN.- Israel ha reconocido a 19.407 niños como víctimas del terrorismo desde el 7 de octubre, entre ellos 7.257 menores de 6 años, según un reporte del Consejo Nacional del Niño.

Según el informe, 38 niños fueron asesinados por Hamás, tres de ellos menores de 3 años y cuatro entre los 3 y los 6 años.

La masacre dejó a 20 niños huérfanos de ambos padres y otros 96 con un solo progenitor.

42 niños también fueron secuestrados y llevados a la Franja de Gaza por terroristas de Hamás el 7 de octubre y dos continúan en cautiverio: los argentinos Ariel y Kfir Bibas. De todos los niños tomados como rehenes, 15 tienen padres que aún están cautivos en Gaza.

Alrededor de 48.000 niños en edad escolar, de los cuales 17.000 están en preescolar, fueron desplazados de sus hogares en el sur y el norte de Israel, de acuerdo con las directivas de seguridad del gobierno. Muchos otros han sido evacuados de forma independiente con sus familias.

La Policía abrió 13 investigaciones entre octubre y diciembre contra adultos sospechosos de delitos contra menores en hoteles que han alojado a familias evacuadas de sus hogares al comienzo de la guerra. Doce de esas investigaciones fueron por violencia y un caso se abrió por presuntos delitos sexuales.

En vísperas del 7 de octubre, el 29 por ciento de los puestos de psicólogos educativos del país estaban vacantes. En el distrito sur de Israel, la situación era aún más grave, ya que el 36 por ciento de esos puestos quedaron sin cubrir.

Antes del ataque de Hamás, el estado psicológico de muchos niños y jóvenes israelíes era grave, y empeoró tras la masacre y la guerra.

Según datos recopilados por el servicio de salud Maccabi, entre octubre y diciembre de 2023 se registró un aumento del 78 por ciento en la tasa de adolescentes varones identificados como víctimas de estrés en comparación con los meses correspondientes de 2022, así como un aumento del 69 por ciento en el estrés entre adolescentes. También hubo un aumento del 20 por ciento de casos de ansiedad entre los adolescentes.

El Ministerio de Bienestar de Israel registró un aumento del 28 por ciento en llamadas a su teléfono 118 para denuncias de violencia, agresión sexual y abandono de niños entre octubre y diciembre, en comparación con el período correspondiente de 2022. Las solicitudes enviadas al ministerio sobre violencia aumentaron un 37 por ciento: de 195 entre octubre y diciembre de 2022 a 268 durante el período correspondiente a 2023.

Los funcionarios del Consejo Nacional del Niño señalaron que el aumento se debe a la presión provocada por la guerra y la falta de marcos organizados y estables, así como la escasez de profesionales capacitados. Como resultado, existe una red de seguridad muy pequeña destinada exclusivamente a terapias de emergencia.

Otras estadísticas relacionadas con la guerra indican que el sistema escolar no estaba preparado para una situación de emergencia. En la víspera del 7 de octubre, el 26 por ciento de las escuelas no estaba debidamente protegido físicamente y el 15 por ciento estaba totalmente desprotegido. En los distritos del Norte y el Sur, el 20 por ciento de las instituciones educativas no estaban protegidas adecuadamente, mientras que el 10 por ciento no tenía protección física. Entre las escuelas de las comunidades beduinas, 21 estaban completamente desprotegidas.

El reporte fue presentado al presidente, Yitzhak Herzog.