Agencia AJN.- El Director General de la Autoridad Tributaria de Israel, Moshe Asher, señaló que Israel en la última década se convirtió en uno de los «paraísos fiscales más generosos» del mundo como resultado de una ley de 2008 conocida como la Enmienda 168 de la Ordenanza Tributaria.

La ley, apodada «la ley Milchan» en el momento de su aprobación en 2008, otorga a los nuevos inmigrantes y residentes que regresan a Israel una exención completa del pago de impuestos sobre los ingresos obtenidos en el extranjero, e incluso al informar esos ingresos, por un período de 10 años.

Desde que se convirtió en presidente de la Autoridad Tributaria en 2013, Asher intentó cancelar la exención de informes, pero los miembros de la coalición gobernante de Israel rechazaron repetidamente estos esfuerzos.

Los partidarios de la ley actual, incluido la ministra de Inmigración y Absorción, Sofa Landver, argumentan que de hecho atrajo a muchos nuevos inmigrantes a Israel y que países como el Reino Unido e Italia tienen leyes similares en sus libros. Asher, sin embargo, respalda su afirmación de que la ley convierte a Israel en un paraíso fiscal sin paralelo.

«Lo que caracteriza a un paraíso fiscal es que a) uno no paga impuestos y b) hay una exención de informar los ingresos propios», afirmó y agregó: «En Israel tenemos una red expansiva de tratados impositivos con países desarrollados que un paraíso tributario extraterritorial típico no tiene».

En otras palabras, explicó Asher, un inmigrante puede mudarse a Israel, ganar intereses, dividendos u otros ingresos en el extranjero y efectivamente no pagar impuestos en ningún lugar con ese ingreso. «No pagaría impuestos en el extranjero debido al tratado fiscal con Israel, y no habría impuestos en Israel debido a la ley aquí».

La Enmienda 168 a la Ordenanza Tributaria apareció en las noticias últimamente en relación con una de las diversas investigaciones policiales contra el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien fue acusado por la policía israelí de tratar de ampliar la exención de 10 a 20 años para los empresarios Arnon Milchan y James Packer a cambio de obsequios de cigarros, champagne y joyas por un total de 1 millón de shekels.

Milchan es considerado un israelí que regresa, que podría haber ahorrado una fortuna si se hubiera extendido la amnistía fiscal. Según los informes, Packer estaba buscando convertirse en un nuevo inmigrante.

Asher expresó que la exención de informes de ingresos en la Enmienda 168 es problemática porque es una medida de confidencialidad que no le permite a Israel cumplir sus compromisos internacionales de compartir información tributaria con otros países. «Hoy estamos en una nueva era global de intercambio de información entre las autoridades fiscales y la transparencia. Estos son los estándares mundiales de hoy y no podemos quedarnos atrás. Esta ley no permite a Israel intercambiar información de manera completa y transparente», resaltó.

Asher agregó que la ley de Israel es de mayor alcance que la de otros países y que cree que atrajo a nuevos inmigrantes y residentes que regresan que se mudaron por razones que son menos que patrióticas.

«Hay algunas personas que vienen a Israel a efectos fiscales. Estamos empezando a escuchar que la gente se va de Israel después de que la exención de impuestos de 10 años haya terminado, lo que le hace darse cuenta de que vinieron aquí por razones impositivas. Es posible que algunas de estas personas no reporten completamente sus ingresos y activos en sus países de origen, ya sea en ese país o en un tercer país», explicó.

El Director General señaló que si Israel cancela la exención de informes, tales evasores de impuestos pueden abandonar el país o no mudarse en primer lugar.