La embajada de Israel en Argentina sumó, a partir del 19 de junio pasado, su tercer Consulado Honorable en el país, con la apertura de la sede de Cipolletti, cuya jurisdicción alcanza las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz.
El nuevo cónsul es Hernando Grosbaum, presidente además de la DAIA filial Neuquén y del Centro Social y Cultural Israelita de Allen, Cipolletti y Neuquén (zona de la confluencia).
En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Grosbaum aseguró que la apertura del nuevo consulado implica “un camino de ida y vuelta”, y señaló que se trata de “distintas vías de tránsito hacia y desde”.
El diplomático explicó que su trabajo es “para con todos los israelíes que quieran viajar a la Patagonia y con todos los argentinos que quieren viajar a Israel”, ya sea por motivos de intercambios educativos o transacciones económicas.
Se ocupará de “todo lo que signifique relacionar a ambos países”, resumió el médico y agregó que al “embajador (de Israel, Rafael Eldad) le interesa tener una relación con Argentina y no solo con Buenos Aires”.
Las principales funciones tendrán que ver con israelíes en la zona, por ejemplo en casos de extravío. Grosbaum aclaró, que, “de hecho”, viene ejerciendo ese tipo de tareas, e hizo referencia a un caso reciente de turistas que desaparecieron y a los pocos días fueron localizados en Chile.
Otra de las misiones tiene que ver con las relaciones protocolares con las Cámaras de Comercio de la zona de Norpatagonia.
En ese sentido, comentó que mantuvo reuniones con bodegueros, fruticultores y empresarios del sector tecnológico.
Consultado acerca del nivel de aliá (migración) a Israel, Grosbaum indicó que hubo una tasa “importante” desde las provincias de Neuquén y Río Negro tras la crisis socioeconómica que afectó a la Argentina en 2001.
La comunidad que preside nació en 1937, y actualmente está compuesta por unas 100 o 120 familias, aunque Grosbaum aclaró que se trata de cifras aproximadas, ya que no hay censos recientes.
Si bien no hay una red escolar de la comunidad judía, los chicos y adolescentes estudian a través de planes de educación no formal. Además, un director comunitario de Buenos Aires viaja a la zona dos veces al mes.
Grosbaum destacó que en la comunidad “siempre se festejan y conmemoran aniversarios”, incluyendo todas las festividades del calendario hebreo, como los aniversarios de los atentados a la Embajada de Israel en Buenos Aires y el ataque a la AMIA.
Con relación al antisemitismo, Grosbaum afirmó que en la región de Norpatagonia “hay manifestaciones, aunque no virulentas ni sostenidas”.
“No hay hechos discriminatorios todos los días, sino que es más bien algo esporádico”, especificó.
En ese sentido, recordó que dos años atrás aparecieron pintadas en escuelas secundarias de la ciudad de General Roca (a 40 kilómetros Cipolletti), en donde también hay una comunidad judía.
Además comentó que en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad del Comahue apareció una cruz esvástica en un proyector y la profesora dio toda la clase con el símbolo nazi de fondo. Luego, se realizaron “actividades esclarecedoras” con la docente Esther Jarmatz y con sobrevivientes del Holocausto.
El dirigente subrayó la “excelente relación amistosa” que la comunidad tiene con el Obispo de Neuquén (Marcelo Melani) y del Alto Valle (Néstor Navarro).
Respecto de los vínculos con la religión musulmana, Grosbaum aseguró que “no hay movimientos islámicos en Neuquén sino que existe una colectividad árabe”, con la que afirmó que va a “empezar a tener mayor contacto”.
Por último, calificó a las relaciones tanto con las autoridades de Río Negro como con las de Neuquén como “excelentes y muy fluidas” y aseguró que conoce personalmente tanto al gobernador Jorge Sapag como a Miguel Saiz.
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