El doctor alemán Hans-Joachim Sewering, de 92 años, quien presuntamente envió a centenares de niños discapacitados a la muerte, fue galardonado por la Federación Alemana de Medicina Interna por sus "servicios a la nación en el sistema de salud y sus últimas contribuciones".
Sin embargo, el doctor alemán es actualmente el blanco de Michael Franzblau, un colega de EE.UU. que lleva adelante una campaña para que el ex miembro de la SS sea procesado por las acusaciones, a pesar de que Sewering negó cualquier implicación con la eutanasia.
"Me gustaría que la profesión médica alemana reconociera que tiene su honor manchado por la presencia de Sewering", afirmó el doctor norteamericano.
Alex Schadenberg, el presidente de la Coalición de Prevención de la eutanasia, dijo que las acusaciones de la Liga Antidifamación en los EE.UU. por las posibles muertes por eutanasia "son muy importantes, porque nos recuerdan que las personas son capaces de hacer actos terribles a otros seres humanos".
"A la sociedad le gusta creer que estos horribles actos sólo sucedieron porque el régimen nazi controlaba Alemania, pero la realidad es que Hitler no ordenaba estas muertes, los médicos eran quienes ordenaban estas muertes", explicó, y agregó: "Hitler sólo les dio permiso".
Schadenberg subrayó que la sociedad debe ser consciente de las preocupaciones que implican someter a las personas con discapacidad a la muerte cuando su calidad de vida es vista como inferior.
"Ya sea Sewering responsable de 900 muertes o no, es evidente que en el largo plazo, las principales víctimas de la eutanasia serán las personas con discapacidad y otras personas vulnerables, que serán  sutilmente obligados a aceptar la muerte o asesinados por la indiferencia ", Explicó.
"Las personas que carecen de igualdad, también carecen de la necesaria capacidad para resistir la cultura de la muerte", concluyó.
AS-MP