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Uruguay

Un uruguayo lleva el candombe a todo Israel

Agencia AJN.- Daniel “Tatita” Márquez, un músico uruguayo especializado en candombe, contó cómo fue la experiencia de viajar a Israel junto a su esposa, bailarina de candombe, y poder mostrar una parte de la gran cultura de Uruguay. «Nos sorprendió gratamente la recepción que nos dieron los jóvenes en Israel», expresó.

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Agencia AJN.- -Tras una larga experiencia, llegaron a Israel. Has viajado por lugares muy variados con el candombe que tocás, y con tu esposa Eugenia que lo baila…pero me atrevo a imaginar que es muy distinto interpretar todo esto ante una comunidad de uruguayos como lo han podido hacer en Israel ¿verdad?

Cuando hay uruguayos, sentimos el calor de quien está buscando algo de lo nuestro estando separado de su tierra. Y yo, al hablar en español, transmitir con los mismos códigos, sentir el mismo sonido, generar una confianza, y eso ya hace que haya una cosa ahí que está pasando, que es fuerte para las dos partes, porque quien viene de lejos se encuentra también con la frialdad del que no te conoce, de que lo que para vos es normal y para el otro no. Entonces cuando te encontrás con el uruguayo empatizás y resulta muy fácil en algunos aspectos.

-¿Han tenido espectáculos ante israelíes no uruguayos, o en general van latinos?

Sí, tuvimos un espectáculo en Israel con la cantante uruguaya Silvia Kigel donde yo hice toda esta parte nueva de candombe con robótica, que se llama The New Powerful Candombe. El público era israelí, ruso, argentino. Creo que de 250 personas, 20 eran uruguayos.

-¿Y cómo reaccionó ese público?

Les encantó. Ayer mismo tocamos en Shablul, un club de jazz muy conocido en Tel Aviv y el público era israelí, había algún que otro uruguayo, pero era en su mayoría público israelí que también quedó muy contento con lo que mostramos.

-Eugenia, ¿vos también sentiste la buena receptividad?

Eugenia: Sin duda. Te cuento que, por ejemplo, fuimos a un liceo en la ciudad de Rishon Letzion, que hasta tiene una sala Uruguay, en el que la profesora de español, una uruguaya que vive en Israel, se llama Esperanza. Ahí yo creo que fue más desafiante todavía porque fue con un público adolescente.

-¿Bailaron y todo?

Eugenia: Sí, bailé. Les enseñé un poquito a bailar a los chicos. Fue más desafiante porque son generaciones nuevas, que manejan otro tipo de información y que están del otro lado del mundo. Nos sorprendió gratamente la recepción que nos dieron los chicos.

-¿Cómo se están sintiendo en Israel?

Muy bien. Es la primera vez que venimos y todo nos resultaba nuevo o desconocido. Y más con toda la historia que tiene este país y con todo lo que significa Israel para el mundo. Así que es una experiencia que nosotros estamos incorporando de a poco. El resultado de todo es muy positivo. Estamos aprendiendo mucho, disfrutando, conociendo gente muy buena que nos está brindando muchísimas cosas y se está brindando hacia lo que nosotros hacemos. Es decir, que es una experiencia súper positiva en la cual queremos seguir ahondando para venir muchas otras veces.

-¿Es muy diferente la imagen que uno se puede hacer de afuera de lo que vieron estando hace ya varias semanas en Israel?

Eugenia: Sí, totalmente. Uno piensa en un país que está en guerra y la imaginación va para otro lado, y es muy distinto lo que se siente, sobre todo en Tel Aviv, donde nos sorprendimos enormemente que haya tanta población joven, que haya una movida cultural tremenda a nivel de Europa, Nueva York, no sé, cualquier lugar.
El trabajo tecnológico que se está haciendo aquí también sorprende del imaginario que tiene uno antes de venir, ¿no? Y también a la vez está esa fusión de la alta tecnología, la modernidad, con toda la parte histórica, con toda la parte antigua, y es muy interesante cómo se conjugan las dos cosas. Termina siendo como una sociedad también muy de avanzada con todo lo que pasa, pero a la vez también con una tradición súper fuerte. Es como que hay cosas que son contradictorias pero también hay otras que van en conjunto, es complejo.

-Tatita, ¿qué emociones han vivido en los encuentros con uruguayos?

Nos llamó la atención mucho el día que hicimos la actuación en la embajada de Uruguay, que también hubo una muestra de artistas plásticos de Uruguay. La gratificación de todos ellos, de personas mayores -en el entorno de 50 años para arriba- con un grado de agradecimiento que no podíamos entenderlo, y de un arraigo con el Uruguay, un amor que nos sorprendió para bien. Es lindo ver eso. Nosotros estamos un tiempo viviendo en Uruguay y un tiempo afuera, pero somos capaces de entender que es un lugar para vivir.

-Que uno se lleva siempre en el corazón…

Exacto, es un lugar donde uno encuentra como una parte ahí donde está. Y los uruguayos en Israel nos transmitieron un poco eso, ese amor hacia eso del Uruguay. Y nosotros a su vez conocemos mucha gente que vive por el mundo y ahí entendimos un poco a nuestros amigos judíos que viven por el mundo, incluso uruguayos, un poco su forma de ser y de pensar.

-Y tenés todos estos encuentros, llevando al mundo el candombe. Me imagino que vos podés decir que trabajás en esto porque esto es tu vida, tu pasión, ¿no?

Sí, el trabajo va en cuanto al compromiso, al estar, al levantarse todos los días y hacer lo que hay que hacer, al meterle horas, las horas que estoy despierto están para eso y las que estoy durmiendo son de esperar para volver a levantarme y que siga siendo para eso. Todo lo que sucede está envuelto en eso: en darle tiempo a lo que quiero mostrar, enseñar y hacer. En realidad, se transforma en las 24 horas del día porque cuando estás descansando estás pensando que necesitás descansar para tener energía para volver a hacerlo. Es un trabajo, es muy disfrutable, pero es trabajo también.

-Está claro que la investigación y la docencia requieren un trabajo muy ordenado, pero al verte tocar me pregunto, ¿hay que saber de eso en forma profesional o viene algo del corazón, de adentro, que te mueve las manos? Me imagino que hay algo de las dos cosas.

Es lo que dicen que de talento es 20% y el 80% restante es trabajo, así seas Messi. Así es desde el comienzo mismo, porque yo tenía muchas ganas de hacer cosas, pero no tenía ni idea de cómo hacerlas, ese cómo es el hecho de sentarse con alguien que sabe y que te lo explique, y eso significa una universidad o una escuela de música donde te digan cómo hacer las cosas. Después de que vas seis años a una escuela de música querés hacer otros seis en otra escuela de música, y después otro tanto en otro lugar y después ir con los mejores. Ese es el camino que nosotros hacemos.

FUENTE: Comité Central Israelita del Uruguay

AUTOR: Ana Jerozolimski

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Antisemitismo

Uruguay: Comité Israelita presenta denuncia penal por antisemitismo en marcha 8M

Agencia AJN.- Como pruebas se incluyeron registros de una actuación artística realizada el viernes por la principal avenida de la capital, que el CCIU comparó con expresiones de propaganda de la Alemania nazi en los años de 1930.

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Agencia AJN.- El Comité Central Israelita del Uruguay (CCIU) presentó el lunes una denuncia penal por manifestaciones que consideró antisemitas durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer en Montevideo, e instó a la Fiscalía a investigar.

Como pruebas se incluyeron registros de una actuación artística realizada el viernes en el marco de la conmemoración del 8M por la principal avenida de la capital, que el CCIU comparó con expresiones de propaganda de la Alemania nazi en los años 1930.

En fotos y videos difundidos en redes sociales se ve a un grupo de mujeres, entre ellas menores de edad, portando un estandarte con un cabezudo de aspecto femenino con rasgos monstruosos, que tiene colmillos y una estrella de David en la frente y está atravesado por una lanza.

«Nos indignan y nos duelen estas muestras de incitación al odio y la violencia que muy poco tienen que ver con conmemorar y reivindicar la igualdad de derechos para la mujer», dijo a la AFP el presidente del CCIU, Roby Schindler.

«No podemos permitir que estos hechos se naturalicen», agregó, y remarcó que esto no condice con el Uruguay «de republicanismo y respeto» en el que sus abuelos encontraron refugio al huir de sucesos así en la Alemania de Adolf Hitler.

La performance durante la marcha del 8M iba acompañada de una pancarta en la que se leía: «Fuego al colonialismo patriarcal. ¡Palestina libre!», en referencia a la guerra que lleva más de cinco meses entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.

La Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh), la entidad estatal que vela por el respeto de los derechos humanos en el país, señaló en un comunicado «su profunda preocupación».

«No se debe interpretar lo sucedido como una manifestación de la libertad de expresión o de opinión», advirtió.

El Partido Nacional, que integra la coalición de gobierno de centroderecha que lidera el presidente Luis Lacalle Pou, comunicó su «más absoluto repudio».

Fundada en 1940, la CCIU representa a la gran mayoría de las instituciones judías de Uruguay e impulsó la creación del Estado de Israel en 1948.

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Antisemitismo

“Judíos les vamos a quemar todo”, decenas de pintadas nazis y un monstruo con la estrella de David en el 8M: crecen actos antisemitas en Uruguay

Agencia AJN.- Desde que el grupo terrorista Hamás violó, asesinó y secuestró a israelíes y dio inicio a la guerra en Medio Oriente, fueron constatadas más de 200 amenazas contra los judíos en Uruguay.

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Antisemitismo arbol Uruguay

Agencia AJN (El Observador).- Desde que el grupo terrorista Hamás violó, asesinó y secuestró a israelíes y dio inicio a la guerra en Medio Oriente, fueron constatadas más de 200 amenazas contra los judíos en Uruguay. (imagen de redes sociales)

Unas adolescentes de 13, 14 o 15 años marchan por la principal avenida de Montevideo portando la cabeza gigante de un monstruo, sostenido con una lanza, colmillos de felino y la estrella de David –distintiva del pueblo judío– en la frente. Es una intervención de grupo “feminista” Our Voice por el Día Internacional de la Mujer.

Una horas antes, en la calle 26 de Marzo y Cavia, en la misma ciudad, unos encapuchados vandalizan un cartel que pide por la liberación de los secuestrados por el grupo terrorista Hamás, y pintan consignas contra los judíos (no contra el accionar del gobierno de turno de Israel).

Cinco días antes, en la misma ciudad, dibujan esvásticas (símbolo nazi) en la puerta de al menos tres edificios de Pocitos. Y antes hacen lo mismo en el monumento de memoria a las víctimas del holocausto en la rambla de Punta Carretas, se expresa en El Observador.

Desde el 7 de octubre de 2023, cuando el grupo terrorista Hamás asesinó, violó y secuestro a israelíes –dando inicio a la guerra en curso y la incursión del ejército de Israel en la Franja de Gaza–, vienen en aumento las expresiones antisemitas en Uruguay. Fueron registrados más de 200 casos –comprobados y a cuya documentación tuvo acceso El Observador– en menos de cinco meses.

No se trata de posicionamientos sobre el conflicto de Medio Oriente, de alzar una bandera de Palestina o una manifestación contra las decisiones del gobierno de Benjamín Netanyahu, dice El Observador. Sino de discursos de odio, amenazas por pertenecer a una colectividad o simbología que recuerda el proyecto nazi de exterminio al pueblo judío.

El 8 de diciembre pasó un hombre por la sinagoga Maimónides, en 21 de Setiembre, y gritó: “Judíos les vamos a quemar todo”. Ese mismo día, otra transeúnte que caminaba frente a la sede de la organización judía jasídica Jabad, lanzó: “Ala Uh Akbar” (el latiguillo del yihadismo que, como Hamás, intenta imponer una teocracia).

Algo similar había ocurrido el 2 de noviembre, cuando en una calle de Canelones llegando a Parque del Plata pintaron “Fuera judíos”. Y a una estudiante de Facultad de Humanidades de la Universidad de la República la amenazaron con la frase: “Sionista te estamos mirando”.

Esa misma frase (“sionista te estamos mirando”) fue repartida en una marcha en solidaridad con el pueblo Palestino, pese a que el consejo de la Facultad de Humanidades sumarió al estudiante que había amenazado bajo el argumento de que “es inconcebible una expresión de odio en una comunidad educativa”, según constató El Observador.

Hubo pintadas de esvásticas en el liceo n° 36, en la escuela n° 193, en la Facultad de Ingeniería de Udelar, en el museo Naval, en dos colegios privados y hasta en el outlet de una empresa de cerámicas cuyos dueños son judíos.

“Lo que está pasando en Uruguay es horrible, es la expresión del odio en su estado más visceral”, advierte la historiadora Ana Ribeiro, quien como subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura fue la vocera en el discurso oficial del país a 79 años de la liberación de los campos de concentración y exterminio de Auschwitz.

Símbolo de odio

La cruz gamada o esvástica es un símbolo que la humanidad ha usado hace más de 7.000 años. Pero, a partir de la apropiación de este símbolo por el proyecto nazi —antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial—, es “un símbolo de odio”.

Ribeiro explica que “el proyecto de nazismo tenía como propósito la imposición de una raza superior, y el exterminio del pueblo judío, por lo cual sus símbolos no son el resultado de un enojo pasajero, sino de una expresión de odio al punto de querer aniquilar al que piense (o sea) distinto”.

En menos de cinco meses, fueron detectadas más de 30 pintadas de esvásticas en la vía pública de Uruguay o en las paredes de instituciones judías de la capital. Y eso, según el abogado Jonás Bergstein, “es un delito penado por la ley vigente”.

En medio de la última dictadura en Uruguay, Nahum Bergstein, padre de Jonás, intentó una modificación del Código Penal dada la venta de símbolos nazis en la feria de Tristán Narvaja. Eran tiempos en que parte de la cúpula militar uruguaya exaltaba el nazismo. Quince años antes, de hecho, un grupo nazi fascista había secuestrado y marcado en los muslos de la adolescente Soledad Barret la esvástica nazi. Pero la iniciativa de Bergstein padre por penar la incitación al odio tuvo que esperar al retorno de la democracia.

Cuando fue subsecretario de Educación escribió, junto a la entonces titular de la carteta Adela Reta, la normativa que hoy castiga a los actos de discriminación y odio. Al respecto, su hijo aclara que, el espíritu detrás de esos cambios normativos, no fue el cercenar la libertad de expresión, sino “el velar por la paz pública”.

Bergstein es categórico: una cosa es criticar el accionar de un gobierno, otra es el querer hacer desaparecer a los judíos; una cosa es una esvástica adentro de una casa, otra es ir a pintar con esvásticas un cementerio. Una cosa es pedir por la paz y que no haya más muertes de mujeres palestinas (como tampoco de israelíes), y otra es un monstruo que simule al judío desfilando por la principal avenida de la capital.

Porque “esa imagen del judío como un monstruo, del judío asociado al dinero o del judío usurero es la que fue creando el nazismo hasta la instalación de un estereotipo”.

Expresa El Observador que Joseph Goebbels, líder de la propaganda nazi, se encargó de eso. En los textos escolares imágenes de judíos con rostro de monstruos muy parecidas al cabezudo que marchó por 18 de Julio el 8M. Incluso sumó afiches con frases del estilo: “La culpa de todos los males del mundo la tienen los ciclistas y los judíos”. Con esa frase buscaba que el pueblo alemán se preguntase por qué los ciclistas, pero pocos se preguntaba por qué los judíos (pues el antisemitismo ya estaba instalado).

En el caso uruguayo, dicen las autoridades de la colectividad judía consultadas, se espera que las expresiones de odio cesen cuando antes, pues confían en que la mayoría de la sociedad es tolerante (mucho más tras el trágico asesinato del comerciante judío David Fremd hace ocho años solo por el hecho de ser judío), y destacan “la buena voluntad” de las intendencias de Montevideo y Canelones que “ante cada denuncia de una pintada que incita al odio responden con la mayor celeridad posible”.

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