Agencia AJN.- El rabino Eliyahu Mali, de 60 años, rabino de la ieshivá (casa de estudios) Shirat Moshe Hesder en Jaffa y director de la ieshivá Moshe Shendowitz fueron agredidos violentamente en la ciudad el domingo. El Primer Ministro agradeció a la policía el rápido arresto de dos hombres sospechosos de haber estado involucrados en el incidente y dijo que espera que sean procesados ​​con todo el peso de la ley.

El ataque que recibió el rabino en Jaffa fue producto de enfrentamientos entre manifestantes árabes y policías, en donde unos 30 manifestantes se reunieron para condenar la violencia en la ciudad y los policías llegaron al lugar de las protestas y comenzaron a realizar detenciones.

La policía había recibido llamadas de emergencia sobre el incidente el domingo por la tarde lo que originó una búsqueda de los agresores. Poco tiempo después, emitieron un comunicado diciendo que dos sospechosos de unos 30 años habían sido arrestados bajo sospecha de atacar al rabino.

Según un portavoz de la Asociación Hesder Yeshivas, Shendowitz fue trasladado al hospital para evaluar sus heridas, mientras que Mali recibió varios golpes pero no resultó gravemente herido.

El portavoz dijo que Mali y Shendowitz habían estado examinando un edificio sin usar en el vecindario cercano a la ieshivá y bajo propiedad judía, cuando los asaltantes comenzaron a maldecir y luego atacar a los dos hombres.
Según Ynet, existe una disputa entre la ieshivá y los residentes locales sobre el uso del edificio.

«Cuando te gritan porque estás usando una kipá, que eres un colono y que debes salir de allí, parece que hay otra razón» para el ataque, dijo Shendowitz al Canal 13.

Dijo que le propinaron patadas y puñetazos, que no conocía a los agresores, pero que la ieshivá tenía buenas relaciones con los vecinos del barrio.

Shirat Moshe Yeshiva dijo en un comunicado que el personal y los estudiantes habían experimentado previamente la violencia de los residentes del vecindario, pero nada tan grave como el incidente del domingo.

«La ieshivá tiene buenas relaciones con los residentes de la zona, y no tenemos ninguna duda de que el trasfondo de este incidente fue nacionalista porque lo que les molestó fueron los judíos que buscaban comprar tierras en propiedad de otro judío», dijo la ieshivá en su declaración.

El primer ministro Benjamin Netanyahu condenó el ataque el domingo por la noche, uniéndose al coro de voces políticas que lo denunciaron.

«El Estado de Israel no es un shtetl en el que se puede dañar a los judíos», tuiteó Bennett tras el asalto, describiendo el ataque a Mali como una vergüenza nacional.

«Estamos siendo testigos de una serie de ataques de alborotadores árabes contra judíos observantes de una manera deliberada y antisemita», dijo Bennett. «La Policía de Israel y el sistema de aplicación de la ley deben actuar con mano dura contra tales expresiones de antisemitismo en nuestro estado e imponer severos castigos por estos crímenes bárbaros».

También se pronunció Bezalel Smotrich, presidente del Partido Religioso Sionista, y tuiteó un verso del Libro de los Números que dice que los habitantes de la Tierra de Israel se convertirán en «aguijones» y «espinas» para los israelitas si no son expulsados.

Itamar Ben-Gvir, también de la RZP, dijo que la policía debe «comenzar a detener los ataques a los judíos», y que «contra los enemigos que han optado por el terror debemos actuar con determinación, hasta que el terror cese y la seguridad regrese a los residentes del Estado». de Israel «.

Waleed Taha, del Partido árabe Raam, condenó a Ben-Gvir y Smotrich por sus comentarios, y tuiteó: “Adivinen qué hubiera pasado si los antisemitas racistas y oscuros y malditos, la escoria de la raza humana, como Ben-Gvir y Smotrich, hubieran sido elegidos para parlamento en un país europeo o [en cualquier otro lugar del] mundo !!! [Son una] vergüenza y deshonra para la democracia ”.

Estos comentarios se producen en el contexto de una severa oposición política de Smotrich y su partido a la idea de formar un gobierno de derecha apoyado externamente por Raam, que ha indicado su voluntad de apoyar tal gobierno.

Anteriormente, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, también condenó el ataque, diciendo que violó la convivencia que están tratando de crear en la ciudad.

Asimismo, el líder del partido Nueva Derecha, Naftalí Bennett, condenaó el incidente por tener «motivaciones nacionalistas», alegan que el ataque es parte de una serie de «ataques antisemitas» de árabes israelíes, palestinos.

El ataque en Jaffa sigue a varios ataques contra hombres ultraortodoxos en Jerusalén por parte de residentes del este de Jerusalén.

Luego del ataque a los rabinos, los manifestantes continuaron con el raid violento contra la policía de la ciudad.