Agencia AJN.- Celebrar una elección anticipada podría tener resultados desastrosos, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió el domingo, aun cuando sus socios de la coalición continuaron insistiendo en que era inevitable.

“En un período sensible para nuestra seguridad, no necesitamos [una elección anticipada] y sabemos lo que sucede cuando los elementos de un gobierno de derecha hicieron que el gobierno fuera derrocado, como en 1992 y en 1999, lo que nos trajo el desastre de Oslo y el desastre de la [Segunda] Intifada», aseveró Netanyahu en la apertura de una reunión de gabinete.

En 1992, Yitzhak Shamir fue expulsado de su cargo y reemplazado por Yitzhak Rabin, y en 1999 fue Netanyahu quien fue seguido por Ehud Barak como primer ministro.

Los comentarios de Netanyahu continuaron sobre un tema que el Likud comenzó el jueves, advirtiendo a los socios de la coalición sobre los peligros de lograr una elección anticipada.

El primer ministro planea reunirse con el ministro de Finanzas Moshe Kahlon el domingo por la noche. Kahlon fue el primero en pedir una elección anticipada después de que Avigdor Liberman renunciara al Ministerio de Defensa y sacara a su partido Israel Beytenu de la coalición.

Se espera que el gabinete vote sobre el aumento de las pensiones para los oficiales de policía, junto con NIS 22 mil millones en recortes en todos los ministerios para pagar el aumento, a lo que varios ministros expresaron su oposición. Algunos ven los recortes como un intento de convencer a Kahlon de permanecer en la coalición, ya que los agentes de la policía votarán por su partido Kulanu debido a la nueva política.

Sin embargo, algunos en la coalición dijeron que una elección sería inevitable.

La ministra de Justicia, Ayelet Shaked, aseguró: “En este punto, el gobierno ya no es de derecha”. «Hicimos lo que pudimos», agregó, enumerando los logros de su partido, como el nombramiento de jueces conservadores y la ley legalizando retroactivamente los puestos de avanzada, «pero está claro que lo que debemos hacer no se hará bajo este gobierno».

En la lista de tareas pendientes de Shaked se encontraban el desmantelamiento de Khan al- Ahmar, un puesto beduino ilegal en Cisjordania, la deportación de migrantes y la aprobación de una ley que permitía a la Knesset eludir las decisiones del Tribunal Superior.

Sin embargo, Shaked presentó el ultimátum de Bayit Yehudi para que el ministro de Educación y líder del partido, Naftali Bennett, se convierta en ministro de defensa como la única justificación para que el gobierno continúe funcionando hasta su fin legal de noviembre de 2019.

Incluso el presidente de la coalición, David Amsalem (Likud), expresó su escepticismo de que el gobierno podría ser rescatado.

«Tenemos un gobierno [de derecha] que podría continuar por un año más», dijo Amsalem. «El primer ministro se reunirá con el ministro de finanzas todos los días, pero personalmente, creo que estas conversaciones no tienen oportunidad». Amsalem culpó a Bennett por el deterioro en la coalición.