El escritor Marcos Aguinis participó del Homenaje a la figura de quien a través de su tarea como diplomático pudo evitar que miles de judíos fueran deportados y asesinados por los nazis.
“Resulta un momento oportuno hacerle este homenaje a Wallenberg porque el estallido, monstruoso, de un tsunami antisemita en estos momentos, nos hace vibrar en la misma onda lúgubre que ocurría en Europa durante el Holocausto del régimen nazi”, expresó Aguinis y agregó que “en aquella época, el racismo antijudío era la madre de todos los racismos”.
El intelectual judeoargentino destacó la figura de Wallemberg y señaló que “es el símbolo del coraje, de la valentía, de la solidaridad extrema para poder salvar vidas, jugarse por la vida en contra de la locura mortal”.
Señaló además que “ese racismo arraigó con tanta intensidad en el imaginario colectivo que resultaba muy difícil poder mantener la racionalidad y entender que los judíos son seres humanos como los demás seres humanos”. Expresó además Aguinis que “en ese momento era muy difícil defender a un judío, hoy en día eso se puede hacer”. Destacó que “hoy en día quienes se pliegan a la campaña antisemita son moralmente más deleznables que los de aquel tiempo”.
El escritor expresó que “en aquel tiempo había una alienación total, casi de manicomio” y definió que “en este tiempo la alienación no es tan extrema, por lo tanto, perder la racionalidad y mostrar antisemitismo en estos tiempos es moralmente mucho más condenable que en aquel tiempo”.
Por su parte, el embajador de Suecia Arne Rodin, dijo que “Raoul Wallemberg nos mostró la importancia de actuar con determinación y sin demora para defender la vida y la dignidad humana. Su ejemplo nos muestra que cada individuo tiene una responsabilidad moral de actuar”.
A su vez, el asesor independiente sobre temas relacionados con Medio Oriente e Ibero América, George Chaya expresó que “en tiempos como los actuales, en que los medios de comunicación internacionales informan nuevamente sobre hechos deplorables que provienen de posiciones totalitarias, que manifiestan desprecio por el valor de la vida humana y cuando la amplia mayoría de la población mundial condena estos hechos, es precisamente que en estos momentos que la evocación de personas como Raoul Wallenberg debe alentarnos y fortalecer nuestros valores cívicos para actuar decididamente contra cualquier forma de intolerancia e ideologías totalitarias”.
Organizado por la Fundación Wallemberg, del acto que se llevó a cabo en la plaza donde está su monumento en Figueroa Alcorta y Austria, participaron además la embajadora de Austria, Gudrun Graf; el embajador de Hungría, Matías Yosha; el embajador israelí Yoav Bar On; representantes diplomáticos de las embajadas de España, de Polonia, de Suiza, de Alemania y de Rumania. También estuvieron presentes Claudio Avruj, director general de Relaciones Institucionales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Aldo Donzis, presidente de la DAIA; Mario Feferbaum, presidente de la Fundación Memoria del Holocausto; Sergio Wider, director del Centro Simón Wisenthal en Argentina; Oscar Vicente, presidente de Casa Argentina en Tierra Santa; sobrevivientes de la Shoá.
En diálogo con AJN, el Director de la Fundación Gustavo Jalife destacó que Wallenberg es considerado como “el mayor salvador de vidas de la historia” y, además dijo que “es el paradigma moderno de la figura del detenido-desaparecido, tristemente popular en la Argentina”.
Expresó también que su nombre remite a “la solidaridad y al coraje cívico como valores universales que se contraponen al despotismo y al avasallamiento de las libertades individuales”.
Wallenberg desapareció el 17 de enero de 1945 luego de ser detenido por el ejército soviético. Su paradero aún se desconoce.
La Fundación Wallenberg es una ONG educativa creada a Argentina, cuya misión es elaborar proyectos que promuevan los valores de la solidaridad y el coraje cívico.

EACh – PDR