Agencia AJN.- El presidente iraní, Hassan Rouhani, prometió expandir el programa de misiles balísticos de Irán a pesar de que el presidente Trump golpeó a Irán con su discurso en el que anunció que descertificará el cumplimiento de Irán con el acuerdo nuclear de 2015.

Trump había acusado a la República Islámica de «despliegue y proliferación de misiles que amenazan a las tropas estadounidenses y nuestros aliados».

En declaraciones a la televisión iraní, Rouhani descartó los «insultos y acusaciones falsas» de Trump y aseguró que Irán se mantendrá en el acuerdo nuclear siempre que sea beneficioso. Rouhani también defendió al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC) después de que Trump lo llamó «la fuerza terrorista personal y la milicia corruptos del líder supremo y autorizó al Tesoro de los Estados Unidos para sancionar al CGRI».

«La nación iraní no ha cedido y nunca se someterá a ninguna presión extranjera. Irán y el acuerdo son más fuertes que nunca. El Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos de Irán continuará su lucha contra los terroristas regionales», expresó Rouhani.

«Lo que se escuchó hoy no fue más que la repetición de acusaciones infundadas y palabrotas que han repetido durante años. La nación iraní no espera nada más de ustedes», agregó.

Rouhani también sostuvo que Trump había distanciado a los Estados Unidos de la comunidad internacional al oponerse unilateralmente al acuerdo con Irán. «Hoy Estados Unidos está más que nunca aislado en su oposición al acuerdo nuclear y en sus complots contra el pueblo iraní que decertifican el acuerdo de Irán», resaltó Rouhani.

El primer ministro iraní sostuvo que Trump no tiene la autoridad para rechazar el acuerdo con Irán. «No ha estudiado derecho internacional. ¿Puede un presidente anular un tratado internacional multilateral por su cuenta?», preguntó Rouhani.

«Aparentemente no sabe que este acuerdo no es un acuerdo bilateral únicamente entre Irán y los Estados Unidos», agregó.

Trump anteriormente había dedicado gran parte de su discurso en la Casa Blanca para llamar a la Guardia Revolucionaria, que según él son responsables de actividades nefastas en todo el mundo.

Según Trump, el CGRI «ha secuestrado grandes porciones de la economía iraní y redimensionado las dotes religiosas masivas para financiar la guerra y el terrorismo en el extranjero. Esto incluye armar al dictador sirio, suministrar poderes y socios con misiles y armas para atacar a civiles en la región e incluso conspirar para bombardear un popular restaurante, aquí mismo, en Washington DC».

Trump probablemente se refería a un complot patrocinado por Irán en 2011, frustrado por la Agencia de Control de Drogas que habría bombardeado las embajadas de Israel y Arabia Saudita en Washington DC.

Poco después del discurso de Trump, el Tesoro de los Estados Unidos anunció que abatiría sanciones contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, además de sancionar a cuatro organizaciones que aseguran apoyar a las fuerzas armadas de Irán.

El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, llamó a las empresas a no tratar con la República Islámica: «Urgimos al sector privado a reconocer que el IRGC impregna gran parte de la economía iraní y que quienes realizan transacciones con empresas controladas por el IRGC lo hacen con gran riesgo».