“Soy israelí, serví en el Ejército de Defensa de Israel. ¿Puedo incorporarme a ISIS? ¿Cómo lo hago?” le preguntó el periodista Nevo Ziv Gazi, a un miembro de ISIS en su página web que dedica a responder preguntas de todo aquel que se interese por el tema.

La respuesta que recibió – justamente un día antes de que se conociera la noticia del asesinato de Steven Sotloff –  fue bien explícita: “Toma tu arma y pégate un tiro”.

El periodista decidió continuar su investigación, pero sin identificarse como israelí, sino diciendo que es ciudadano británico.

“La Nación Islámica siempre necesita hombres que luchen por su derecho a la existencia”, fue la nueva respuesta que recibió. “No pierdas tiempo, trata de ser uno de quienes construirán el Gran Califato Islámico. Vamos a liberar de herejes a todas las tierras musulmanas”.

Cuando Nevo le preguntó a su nuevo amigo cómo había reaccionado su familia, la respuesta incluyó también información personal: “Mi familia no pudo hacer nada para evitar mi entrada a la Yihad. Ellos querían que me quedara en Estados Unidos, y que siguiera mis estudios. Por eso me escapé, sin que supieran y sin que me dieran su autorización. Todo con la ayuda de Dios”.

Muchos de los miembros de ISIS tienen cuentas en las redes sociales más populares y se comunican con extranjeros, no sólo musulmanes. Y muchos de ellos son jóvenes que se unen desde países occidentales y después tratan de atraer a sus antiguos amigos.

Cientos de jóvenes se comunican con los activistas de ISIS a través de la red y les hacen preguntas, explica el israelí Nevo Ziv. “¿Cuánto dinero se necesita para entrar? 7000 dólares. ¿Qué debo llevar? Sólo una valija. ¿Qué se come? Siempre hay comida y también cada uno puede prepararse lo que desee. ¿Cuánto tiempo lleva el entrenamiento? Entre 4 a 12 semanas”.

Cuando llega el momento de las instrucciones para llegar al lugar donde se encuentra ISIS, el diálogo se vuelve más complicado. “Después de varios intentos, no logré que ninguno de los yihadistas con los que me escribí durante varios días me diera un nombre, dirección o número de teléfono”, cuenta el periodista Nevo Ziv en su artículo de Yediot Aharonot.

Las instrucciones para llegar al lugar también resultan poco claras: “Busca a los contactos. Busca el camino y encontrarás a las personas adecuadas”. Y la respuesta más común: “Sencillamente emprende el viaje y Alá te mostrará el camino”.En el mejor de los casos, alguien le dice que debe tomar un vuelo a Estambul.

 

La vida entre asesinatos y decapitaciones

En la cuenta de Twitter de Abu Ibrahim Canadi, sobrenombre de uno de los activistas de ISIS que amablemente dialoga con los extranjeros, el periodista israelí Nevo Ziv hizo las siguientes preguntas y recibió estas respuestas:

¿Cómo es la vida cotidiana en ISIS? ¿Solamente luchan o también hacen otras cosas?

Tenemos una vida muy normal y cada tanto nos llaman a una misión. Por supuesto que no combatimos todos los días, pero siempre hay trabajo que hacer. No sólo somos combatientes, también estamos construyendo una Nación. Nuestra vida es mejor que la de la mayoría de los canadienses. La Shaaría (Ley Islámica) es mucho mejor que el gobierno que ellos tienen.

¿Cuáles son esos trabajos?

Administración, infraestructura, todo lo que se necesita para fundar un país. Gracias a Dios, Alá nos bendijo con muchos académicos y egresados de universidades.

¿Cómo funciona eso del sacrificio de los mártires?

Todo depende de en qué departamento te encuentres, responde –Abu Rashash Britani. Algunos hermanos esperan bastante tiempo, a otros se les abren las posibilidades rápidamente. Hay hermanos que lo intentan dos o tres veces (atentados suicidas en los que el atacante no muere) hasta que finalmente consiguen cumplir la misión.

Quien también responde a las preguntas es Wally Rahman Shulaf, que se unió a ISIS desde Indonesia. “Resulta increíble que personas que se dedican a matar suenen tan amables y simpáticos cuando uno les habla”, escribe Ziv. “La Yihad nos hizo mucho más delicados con nuestros hermanos musulmanes y más duros con los no-musulmanes. Nos reimos, vivimos la vida, comemos, jugamos y disfrutamos de cada segundo libre que tenemos”, responde Shulaf.

Para Daniel Cohen, experto en terrorismo cibernético, “Internet, las redes sociales, vinieron a reemplazar el lugar que tenían las mezquitas para Al Qaeda. Lo que a Al Qaeda le llevó 20 años de trabajo en el terreno, ISIS lo está haciendo a una gran velocidad y en el lapso de un año ya todo el mundo los conoce. Y siguen trabajando para multiplicar el efecto y fortalecer la marca que han creado”.