Agencia AJN.- Algunas de las playas de Israel están reabriendo por fin después de haber sido devastadas el mes pasado por un vertido de petróleo que cubrió 160 kilómetros de las costas del país con grumos tóxicos de alquitrán, según anunciaron el domingo los ministerios de Salud, Interior y Protección Medioambiental en un comunicado conjunto.

De acuerdo a la información difundida por las autoridades, las pruebas químicas realizadas en el agua del océano en las playas de todo Israel han encontrado algunas playas que tenían niveles de alquitrán que se consideraron «no tóxicos», permitiendo nadar, bucear y realizar otras actividades en la costa.

Las siguientes playas han sido completamente limpiadas y son seguras para reabrir: en el norte de Israel, la playa norte de Galey Galil en Nahariya, las playas de Argaman y Tmarim en Acre, y la playa de la estación occidental de Bat-Galim, la playa de la estación meridional de Hof HaCarmel y la estación 1 de Dado Zamir en Haifa.

En el centro de Israel, las playas de Nof Yam y HaSharon, en Herzliya, y la playa de la estación 1 de Tel Baruch, en Tel Aviv, pueden reabrir. Por otra parte, en el sur de Israel, pueden reabrirse las playas de Lido, Oranim, Kshatot y Riviera en Ashdod, y las playas de Dalya Norte, Dalya Sur y Parque Nacional y Zikim en Ashkelon.

En cuanto al resto de las playas del país, el comunicado dice que las operaciones de limpieza siguen en marcha, y que el público debe tener cuidado de ir a las playas contaminadas.

El comunicado también subrayó que todavía pueden verse nuevos grumos de alquitrán procedentes del vertido de petróleo que llegan desde ciertas zonas poco profundas de las playas, y recomendó a los israelíes que se mantuvieran al día con las directrices de seguridad del gobierno.

La semana pasada, la ministra de Protección Medioambiental de Israel, Gila Gamliel, aseguró que Irán contaminó intencionadamente el mar Mediterráneo y las costas de Israel en un acto de terrorismo «ecológico», causando el mayor desastre medioambiental de la historia israelí. «Esta contaminación tiene responsables que deben pagar el precio. Nuestra naturaleza está dañada y nuestros animales están perjudicados debido a los despiadados criminales medioambientales», declaró la ministra.

Gamliel explicó que, tras una investigación de dos semanas, el Ministerio de Protección Medioambiental descubrió que el barco que derramó el crudo de petróleo, llamado Emerald, era propiedad de una empresa libia y navegó desde Irán hasta Siria. El buque salió de Irán apagando su sistema de identificación automática (AIS), que transmite su ubicación a otros barcos de la zona.

Según informó la ministra, el barco encendió el AIS al pasar por el Canal de Suez y lo volvió a apagar al acercarse a las costas de Israel, y permaneció dentro de las aguas israelíes durante casi un día entero, derramando grandes cantidades de petróleo el 1 y 2 de febrero. Luego, continuó hacia Siria, donde encendió su transmisor, y regresó a Irán, apagando su sistema al pasar por Israel. Actualmente, el barco se encuentra en Irán.

El alquitrán llegó a las costas israelíes el 17 de febrero. «Ahora vemos que Irán no sólo está aterrorizando a Israel con intentos de conseguir armas nucleares y afianzándose en nuestra región, sino también dañando el medio ambiente», dijo Gamliel. «No sólo están perjudicando a Israel. La naturaleza y los animales no pertenecen sólo a una nación. Esta es una batalla que cruza las fronteras», agregó.

Gamliel dijo que Israel exigirá una indemnización al Fondo Internacional de Compensación de la Contaminación por Petróleo y a las aseguradoras del barco. «Ajustaremos cuentas con los contaminadores en nombre de todos los israelíes por el daño a nuestra salud, naturaleza, animales y vista», prometió. «No podemos abandonar nuestro mar. Es nuestro tesoro natural y debemos protegerlo».