Un informe del Ejército israelí reveló que en Siria, en la zona de la frontera con Israel, hay inmensas reservas de armas químicas.

El Ejército israelí sigue con gran preocupación después de que se determinara que los almacenes que controla el presidente Bashar Assad, contienen alrededor de mil toneladas de diversos productos químicos.

El documento reveló que la combinación de los diferentes elementos y su instalación en las ojivas de misiles podría convertirlos en un arma destinada a Israel.

Un informe interno difundido por el portal de noticias Ynet reveló una imagen de cómo Israel se está preparando para este escenario.

"A partir de 2010, el estado de preparación de las oficinas gubernamentales y las autoridades contra la amenaza de las armas convencionales es medio-bajo", afirma el informe Frente del Ministerio de Defensa.

Al día de hoy no hay ningún cambio en el nivel de amenaza de este tipo, pero la diferencia principal está en la probabilidad de una amenaza química generada por la inestabilidad regional.

"Hay muchos indicios acerca de la voluntad de las organizaciones terroristas de la región para obtener información sobre el terrorismo no convencional y controlar depósitos estatales no convencionales", señala el informe. 

En lo que respecta a la probabilidad de que se utilicen armas no convencionales, el informe clasifica las amenazas de terrorismo químico como de “alta probabilidad y gravedad media”; mientras que el terror biológico lo ubica en una probabilidad media y severidad alta (principalmente epidemia), y radiológico (uso de materiales radiactivos), también la señala como una probabilidad media pero de baja intensidad.

El informe oficial advierte explícitamente de lo que el frente interno israelí podría tener que lidiar contra “la principal preocupación que se centra en depósitos de armas químicas y biológicas en Siria, la pérdida de control del régimen traería estos materiales a una variedad de grupos terroristas que ya trabajan en la región”.

“Esto plantea la posibilidad de la realización de un escenario de terrorismo no convencional", alertó el documento.

A esto se agrega, la posible escasez de antídotos para hacer frente a estos productos químicos.

El informe señala un problema crítico que no es del todo nuevo y todavía no se responde. "En cuanto a la distribución de máscaras de gas, la disponibilidad es baja. Existe una brecha importante entre el grado de preparación del Estado de Israel en contra de los escenarios no convencionales y la confianza del pueblo en las instituciones y las directrices del Estado", explica.

 Dado que el proyecto de distribución de máscaras de gas se inició en 2010, 4,6 millones de equipos fueron entregados, lo que representa el 58 por ciento de la población.

De estos, 3 millones de kits fueron distribuidos en las zonas amenazadas, el 77 por ciento de las instituciones y el 57 por cientos de las empresas esenciales.

"En situaciones de crisis, sería posible activar el programa ‘piedra angular’ para distribuir al resto de la población en un plazo de ocho días, y tres días adicionales de organización”, precisa el informe, que según estima faltan unas 2,5 millones de máscaras de gas.

La noticia relativamente positiva, según el informe, está vinculada con el grado de preparación de los organismos de emergencia y de rescate, que se define como "respondedores primarios":

En lo que respecta a la medicina, las acciones de inmunización se definieron "en un buen nivel, sin embargo, menor en comparación con años anteriores”.

La Semana Nacional de Emergencia del Ministerio de Defensa, que será lanzada en una semana y media, se ocupará de las amenazas no convencionales, entre otras cosas.

GB