A dos días del Día del Maestro, la comprometida educadora Berta Braslavsky murió por una deficiencia pulmonar y dejó una extensa trayectoria en la que se destacó en temas como alfabetización y educación especial.
Todas las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires harán hoy un minuto de silencio en su honor, y a las 16 horas se realizará su sepelio en el cementerio Jardín de Paz, en Pilar.
Los restos de la maestra seguidora de Jean Piaget y alumna de Paulo Freire fueron velados ayer en la Legislatura porteña.
"El país pierde una educadora ejemplar, comprometida con la educación pública, los sectores más desfavorecidos y la enseñanza de la lectura. Fue una investigadora que se mantuvo activa durante toda su vida luchando por una educación de calidad", la recordó el ministro de Educación Juan Carlos Tedesco, quien mañana la homenajeará en el acto por el Día del Maestro que se realizará en Presidencia de la Nación.
Hija de padres judíos que llegaron en barco para establecerse como "gauchos judíos" en la provincia de Entre Ríos, Braslavsky se recibió con medalla de honor en la Escuela Normal Nº 7 en 1932 y recibió el diploma de honor de la UBA en 1946 cuando obtuvo el título de profesora de Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras.
En 1936 fue expulsada del profesorado por militar en la Juventud Comunista y, tras el golpe militar de 1976 se exilió en Venezuela, donde asesoró al Ministerio de Educación local, al mexicano y al cubano.
Con la vuelta a la democracia, regresó como profesora de la UBA. En 1993 recibió el Premio Interamericano "Andrés Bello" de la Organización de Estados Américanos (OEA).
En 2004 fue galardonada con el Premio Golda Meir y en 2007 recibió el de Mayores Notables Argentinos por parte de la Cámara de Diputados de la Nación.
En el ámbito comunal desarrolló el programa "Maestro más Maestro" –título de su último libro– que dio un enorme impulso a la educación preescolar.
Otras de sus obras destacadas son "Positivismo y antipositivismo en la Argentina", "La querella de los métodos en la enseñanza de la lectura" y "La educación y el hombre argentino".
Hasta sus últimos días, Braslavsky siguió de cerca su proyecto de alfabetización montado en las escuelas de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
"Su obsesión fue desarrollar en los docentes la convicción de que todos los chicos pueden aprender. Es una referente indiscutible en materia de alfabetización, de enseñanza de la lectoescritura y la formación de docentes", remarcó el senador Daniel Filmus, ex ministro de Educación.
ND-HJP