Agencia AJN.- Gobierno libanés: “Condenamos a Israel por el uso ilegal de nuestro espacio aéreo”

El Gobierno del Líbano condenó a Israel en su última reunión de gabinete por el uso del espacio aéreo libanés para bombardear Siria y el presidente, Michel Aoun, describió el accionar israelí como “un ataque a la soberanía nacional”.

Aoun también dijo que el Líbano presentaría una queja ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por la violación del espacio aéreo libanés por parte de Israel.

«No aceptaremos que Israel viole nuestro espacio aéreo. Condenamos enérgicamente este ataque y Líbano presentará una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el asunto «, dijo Aoun durante una sesión del gabinete que presidió en el Palacio Baabda.»Cualquier ataque israelí contra cualquier país árabe es totalmente condenado y rechazado por Líbano», agregó Aoun.

Los miembros del gabinete también analizaron la situación generada en Siria, las amenazas de Estados Unidos de lanzar un ataque en respuesta a la utilización de armas químicas contra la población civil en la localidad de Duma y el contexto regional. Al respecto, Aoun señaló que el “Líbano está siguiendo de cerca estos acontecimientos y las repercusiones que podrían tener.

Israel ha reanudado sus ataques a nuestra soberanía nacional mediante la violación del espacio aéreo libanés para atacar en territorio sirio”.

Por su parte, el primer ministro Saad Hariri, aseguró que su gobierno está “trabajando para mantener al Líbano alejado de los problemas que se podrían generar como resultado de los acontecimientos a nivel regional”.

Al término de la reunión, el ministro de Bienestar Social, Pierre Bou Assi, declaró a la prensa local: “Hay unanimidad libanesa en no permitir que se viole la soberanía y el espacio aéreo de nuestro país, especialmente por parte de Israel para atacar a un país árabe. Este es un principio irreversible del gobierno libanés «.

Reunión de Cancilleres de la Liga Árabe

Canciller saudita: “Irán y terrorismo, dos caras de una moneda”

Los cancilleres de los países que componen la Liga Árabe se reunieron en Riad para preparar la agenda de la próxima cumbre del organismo, prevista para el 15 de este mes en Damam, en la zona este de Arabia Saudita.

En este encuentro preparatorio, el canciller saudita, Adel al Jubeir, declaró ante sus colegas que “no puede haber paz o estabilidad en la región mientras interfiera en los asuntos internos de las naciones árabes encendiendo las luchas sectarias, sembrando milicias terroristas y hospedando a los líderes de Al Qaeda”.

El canciller dijo que “las fuerzas del mal se apoderaron de Siria”, y – al hacer referencia al ataque con armas químicas del fin de semana pasado – advirtió que “los países árabes deberían trabajar para detener los combates”.

Según recoge la agencia SaudiPress Agency (SPA), Al Jubeir advirtió que «Irán y el terrorismo son dos aliados inseparables. Están detrás del suministro a su milicia terrorista de hutíes en Yemen de misiles balísticos fabricados por Irán, que son lanzados contra ciudades sauditas». De acuerdo con el funcionario, estos ataques “reflejan el carácter sanguinario de su ideología y la adopción de todos los actos terroristas que socavan la seguridad y la estabilidad en Yemen”.

En otros asuntos, Adel al Jubeir señaló que “el problema palestino será prioritario” en la cumbre del 15 de abril y el canciller jordano, AymanSafadi, dijo que “el caso palestino es la prioridad de los árabes», y subrayó que el «peligro consiste en que Israel continúe ocupando el territorio, así como la privación del derecho del pueblo palestino de tener un Estado y la libertad».

Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed AboulGheit, volvió a repudiar la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, de declarar Jerusalén como capital de Israel y advirtió que se trata de “un reto sin precedentes” para el pueblo palestino.

Qatar, más cerca de Irán que de sus vecinos

No hay perspectiva de solución a la crisis de los Países del Golfo

Los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, volvieron a reunirse para tratar la crisis con Qatar, país con el que cortaron relaciones en junio de 2017 principalmente debido a sus estrechos vínculos con Irán y Turquía.
De acuerdo con el diario egipcio Al Ahram, los cancilleres declararon que están dispuestos a dialogar con Qatar, “si cumple sus condiciones”.

Con el estallido de la crisis, Arabia Saudita, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos enviaron a Doha una lista de 13 demandas, incluido el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la reducción de sus relaciones con Irán y el cierre de una base militar turca en Qatar.

Según la agencia de noticias egipcia MENA, los cancilleres de los cuatro países reafirmaron que las demandas que habían establecido eran «una base necesaria para establecer relaciones normales con Qatar».

Rivalidad Irán-Arabia Saudita
Riad intercepta un nuevo misil proveniente de Yemen

El sistema de defensa aérea saudita interceptó un misil disparado por los rebeldes hutíes sobre la localidad de Jazan. De acuerdo con el diario local Arab News, también el miércoles la defensa aérea saudí interceptó misiles balísticos y drones que apuntaban hacia la capital, Riad, y otras ciudades, como Jazan y Najran, y el Aeropuerto de Abha.

Los hutíes habían informado horas antes que habían atacado con un dron una instalación de la petrolera Aramco en la provincia de Jazan, si bien la empresa informó que no se registraron daños y sus instalaciones funcionan con normalidad.

Arab News destaca en su reporte que en todos los disparos de esta semana “no se informó de víctimas o daños a la propiedad”.

De acuerdo con este periódico, “los militantes hutíes apoyados por Irán lanzaron decenas de misiles en el último año, dirigidos a Riad y las ciudades del sur de Arabia Saudita”.

Egipto y Rusia reanudan los vuelos suspendidos por ataque terrorista

Más de dos años después de su suspensión luego de un atentado que derribó un avión de pasajeros ruso sobre la península del Sinaí, un vuelo de la compañía EgyptAir despegó anoche desde el aeropuerto de El Cairo hacia Moscú. Asimismo, un avión de Aeroflot procedente de la capital rusa llegó a El Cairo.

Moscú canceló los vuelos después del ataque de 2015 en el que murieron las 224 personas que iban a bordo de la aeronave y fue reivindicado por la organización Estado Islámico. Esta decisión afectó considerablemente el sector turístico de Egipto, cuya economía ha sufrido las consecuencias de años de inestabilidad y de los ataques de la filial local de ISIS.

Egipto espera ahora esta decisión de un impulso masivo al turismo, especialmente en las ciudades costeras del Mar Rojo. El ministro egipcio de Turismo, Ahmed Fayez, declaró a la prensa rusa que “el turismo ruso es de la mayor importancia para la recuperación de todo el sector en Egipto”. El funcionario precisó que los turistas rusos sumaron entre 2,8 y 3,1 millones en 2014, lo que arrojó unos ingresos estimados de $ 2,4 mil millones, según el Ministerio de Turismo de Egipto.

EgyptAir, la aerolínea más importante del país, comenzará vuelos semanales tres veces a la semana a Moscú los domingos, martes y jueves. Habrá vuelos de Moscú a El Cairo los lunes, miércoles y sábados.

Las ciudades costeras del Mar Rojo son algunos de los principales destinos turísticos de Egipto. Sus ciudades como Hurghada y Sharm El Sheikh tienen playas de arena clara, aguas transparentes y arrecifes de coral, favoritos para los amantes del mar y los submarinistas.

Algunas de las ciudades del Mar Rojo también cuentan con muchas antigüedades faraónicas y romanas, además de sitios cristianos e islámicos. El Gobierno que encabeza el presidente Abdel Fattah al-Sisi está implementando proyectos turísticos y económicos en la zona, para impulsar su recuperación y crecimiento.

Un ejemplo de ello es la nueva ciudad de Alamein, en la provincia de Marsa Matrouh. El Gobierno espera que este proyecto ayude a aumentar el número de turistas no solo de Rusia, sino de todo el mundo.

LIBIA
La sociedad se divide ante una posible candidatura del hijo de Gadafi

La noticia de que Saif al Islam, hijo de Muamar Gadafi intenta postularse a la presidencia de Libia está dividiendo a la población del país, reavivando temores y esperanzas de que el antiguo régimen pueda volver a tomar las riendas del país, a través de las urnas.

El 19 de marzo pasado, Saif al-Islam anunció a través de su abogado que planea postularse como jefe del Frente Popular para la Liberación de Libia, un partido político que asegura que su objetivo es unificar el país. Sin embargo, muchos libios todavía no saben qué hacer con su candidatura.

Sus posibilidades podrían ser mucho mayores, ahora que el mariscal de campo Jalifa Haftar, al frente del ejército que apoya al gobierno en el este de Libia, debió ser trasladao a un hospital de París tras haber sufrido un accidente cerebrovascular. La prensa libia informó, citando fuentes europeas, que Haftar está en coma, aunque esto fue rápidamente desmentido por su portavoz. «Las informaciones sobre la salud del comandante, Jalifa Haftar, no son ciertas. Su estado de salud es excelente», dijo su vocero que atribuyó los rumores a “los islamistas”.

En cuanto a la candidatura de Saif al Islam, su principal fuente de apoyo estaría en la tribu Qadhadhfa, a la que pertenecen los Gadhafis, como así también la tribu Warfalla. Su bastión está en la ciudad occidental de Bani Walid, donde Saif al-Islam buscó refugio en los tortuosos días del levantamiento libio. Y como la mayoría de las tribus que apoyaron el régimen de Gadafi, la Warfalla ha sido marginada por las autoridades rivales de Libia desde la revolución.

Una vuelta a lo anterior representa para ellos una perspectiva de cambio positivo.

Por su parte, los opositores a Gadafi enfatizan que Saif al-Islam no debería ser candidato a la presidencia hasta que sea enviado al Tribunal Internacional de La Haya, donde es buscado por cometer crímenes de lesa humanidad durante el levantamiento popular de 2011.

Mientras tanto, las instituciones del disfuncional sistema de gobierno de Libia tendrían que adoptar una ley electoral que prohíba a los presuntos criminales de guerra presentar candidatura en las elecciones; de lo contrario, Saif al-Islam podría convertirse en jefe de Estado, independientemente de los cargos pendientes en su contra.