AJN.- El rabino y flamante diputado nacional Sergio Bergman disertará el miércoles, en hebreo, acerca de “Sacar al judaísmo de la comunidad a la esfera política nacional. La experiencia argentina” en la Casa Maiersdorf de la sede Monte Scopus, para el Centro Melton de Educación Judía de la Universidad Hebrea de Jerusalem, de la cual es egresado.
 
“Lo vivo con una profunda emoción porque es como volver a mi casa de estudios, mi formación, mis referentes y quienes me inspiraron; a pesar de que va en contra de la cultura argentina, siempre recuerdo que ninguno es, ni hace sino por nuestros maestros y quienes nos precedieron”, destacó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) días antes de viajar.
 
“En la Argentina, cada uno que llega a lograr algo cree que todo empezó con uno, y esos logros son muy relevantes e importantes porque hubo otros que no fueron reconocidos y no tuvieron visibilidad ni la posibilidad de una trascendencia mediática”, criticó el religioso.
 
“Quizás soy un privilegiado, pero muchos hicieron todo lo necesario para que pueda volver a Israel con estos logros y esta situación inédita, que llama la atención en Israel, salió en los medios y por eso me convocan, que es la primera vez que un rabino claramente identificado con la comunidad judía es elegido como diputado en un Parlamento” en la Diáspora, señaló.
 
A lo cual se suma “la importancia que tiene para muchos de nosotros que tenemos a Jerusalem como referencia espiritual”, puntualizó Bergman.
 
“No olvidemos que la Universidad (Hebrea) fue una de las propulsoras científicas, intelectuales y académicas de la fundación del Estado de Israel, por figuras como (David) Ben Gurion, Martin Buber y todo lo que significó esa idea tan importante de crear un Estado en la tierra de nuestros antepasados, hasta la figura de ‘Or lagoím’, de ser una luz para todas las naciones”, recordó.
 
“El posicionamiento y reconocimiento de Israel no solamente tiene que ver con la expectativa que siempre hay en las noticias de Medio Oriente vinculadas a los conflictos, sino que hay una agenda oculta, que tenemos que difundir y revelar, que es la tecnología, la agricultura, la biotecnología, la medicina y todo lo que Israel hace culturalmente y para aportarle a la humanidad conocimientos, sabiduría y una visión esperanzadora de futuro; esto es parte de ese milagro y no pasa por la fuerza, la defensa, la seguridad y el anhelo de paz”, instó el rabino y diputado.
 
Precisamente, esta doble condición “en Israel no es una novedad, es una costumbre, pero que ello suceda en la Argentina es totalmente paradojal” porque “somos un país lleno de contradicciones: un rabino puede llegar a ser diputado y un canciller judío firma un tratado con Irán…”, enfatizó.
 
“Esto marca que la comunidad judía no está en una posición y alineamiento, sino que nuestra participación, que es tan criticada -si hay que meterse o no-, me parece una discusión fértil y válida; no pretendo tener razón, pero sí sostener el debate con respeto”, ya que “me parece que es muy importante porque nunca los judíos nos integramos a un solo sector religioso, cultural, ideológico, político o partidario”, subrayó Bergman.
 
“Me parece que esa diversidad es una manifestación de la riqueza de nuestra milenaria civilización judía, que en Israel es natural y obvia porque son todos israelíes y judíos y discuten todo el tiempo todo, pero acá no tenemos esa práctica ni esa aceptación de la discusión con respeto de nuestras diferencias y es parte de nuestro aprendizaje pendiente”, planteó.
 
Por otra parte, el rabino se mostró “preocupado por la continuidad” judía en su país.
 
“Pensemos que la Argentina era vanguardia en Latinoamérica: teníamos instituciones y un prestigio en la formación de nuestros docentes, líderes comunitarios, dirigentes y rabinos, y hoy estamos en una situación de déficit, sobre todo en las comunidades de las provincias, que no tienen el necesario apoyo y trabajo”, lamentó.
 
“Muchas veces levantamos la bandera de la educación judía, pero si ves los presupuestos y cómo se está manejando esa tarea, la formación y la educación no están priorizadas, y a la comunidad judía de la Argentina no le faltan recursos económicos”, resaltó Bergman.
 
“Es nada más que una cuestión de decisión política y estratégica: si la comunidad judía funcionara como una verdadera federación, con un concepto de red y articulación, y no que cada institución crea que es toda la comunidad, y hubiese un planeamiento estratégico convergente en lugar de competencia, dispersión y atomización de la energía, podríamos ser muchísimo más eficientes, por supuesto que guardando la pluralidad y la diversidad”, recomendó.
 
“No estamos planteando que ese plan estratégico sea homogéneo y unidireccional; al revés, esa pluralidad se podría potenciar si tuviéramos la inteligencia comunitaria que tenemos para los empresarios y los negocios, pero lamentablemente no existe para el desarrollo educativo y espiritual”, prosiguió el religioso.
 
Finalmente, respecto de la política comunitaria “seguiremos insistiendo en respetar a todos y lograr la representatividad y representación del mosaico multicolor de su pluralidad, que no tiene el gobierno de la AMIA”, aseguró.
 
El hecho “que uno respete coaliciones y procesos electorales, como siempre lo hicimos, no significa que esté conforme y se quede tranquilo; trabajaremos dentro de las instituciones para modificar esta situación, que no necesariamente tiene que ver solo con los que hoy gobiernan, sino con la falta de capacidad para ponernos de acuerdo de los que pensamos distinto, y éste es el trabajo que tenemos por delante”, anticipó Bergman.
 
El evento también contará con salutaciones del rector de la Universidad Hebrea de Jerusalem, Asher Cohen, y los directores de la Facultad de Educación, Moshé Tatar, y el Centro Melton, Zvi Bekerman.