Nuevos referentes de la comunidad judía participarán de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II que llevará adelante el Papa Francisco este domingo en el Vaticano. Uno de ellos es el rabino y diputado Sergio Bergman, quién contó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) lo que significa para la colectividad asistir a este evento.

 

“Esto es un hito por supuesto de la Iglesia católica, porque el proceso de canonización le es propia, donde la novedad es que en un solo acto se canonice a dos figuras tan trascendentes”, aclaró Bergman.

 

“Juan XXII es el Papa bueno, que para nosotros es sumamente importante, porque ahí viene la Iglesia que ya no es sólo de la iglesia sino de la humanidad.  Es el Papa del concilio vaticano segundo y lo que se conoce de la Iglesia post conciliar, donde el reencuentro con las religiones en general y el judaísmo en particular dio por terminado un ciclo de falsa acusación del pueblo judío”, dijo.

 

“El otro Papa, que también será canonizado como santo, Juan Pablo II, para nosotros es tan importante sobre todo para aquellos que lo pudimos conocer en persona en la Argentina, cuando yo era un referente de la juventud judía y pude compartir con él su visita a nuestro país. Él cierra el círculo que abrió Juan XXIII y dijo que los judíos son los hermanos mayores en la fe”, detalló Bergman.

 

Para el rabino, este gesto es fundamental no sólo para el diálogo interreligioso, sino para la valoración mutua de ambas congregaciones: “Así, 40 años después de lo que ya estaba escrito en la doctrina del Concilio promulgada por Juan XXIII, encarna en un gesto ejemplar de Juan Pablo II, y desde ese lugar explica a los católicos y a los cristianos en general, que un cristiano sólo puede preciarse de serlo si reconoce las raíces judías de su cristianismo. No dice que reconoce a los judíos en el diálogo, va más allá, habla de las raíces judías en el cristianismo. Y nos propone a los judíos que recuperemos la enseñanza y los legados de Jesús como rabino que fue en el patrimonio común que tenemos”.

 

La delegación que el Vaticano invita incluye diferentes referentes, Claudio Epelman, como director ejecutivo, y Claudio Presman, como secretario del CJL, van a estar presentes. También está la delegación de legisladores y una comitiva oficial que va desde Argentina, pero en este caso Bergman participa en la delegación judía y como rabino. Además, asistirán el rabino Abraham Skorka, el gran rabino de Roma, Riccardo di Segni; su ex par de Irlanda David Rosen, actual director del Departamento de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Estadounidense (AJC, por su sigla en inglés); y el secretario del Superior Rabinato de Israel, Oded Wiener. 

 

Consultado sobre cómo une Francisco la herencia de estos dos referentes del mundo católico, Bergman opinó: “El Papa Francisco, que sigue siendo nuestro querido (Jorge) Bergoglio, además de ser un hombre de fe, estudioso, un hombre de gestos, es un estadista, hoy un jefe de Estado del Vaticano, y este es un acto magistral de él. Toma a estas dos figuras y no las referencia por separado, sino que las unifica en una canonización simultánea, en una ceremonia que se realizará en la plaza de San Pedro en una misa”.

 

“Lo que Francisco está diciendo es: ‘Soy heredero natural, discípulo y continuador del papado como Francisco de las figuras consagradas hoy como santos’. De los referentes que fueron Papas también es un continuador natural, ratifica lo adoptado por ellos y profundiza su continuidad en nuevos horizontes donde todos sabemos que ya no sólo es afirmarse sobre la piedra angular del mismo vínculo de la tradición judío-cristiana, sino sumar al Islam en esta conversación.”

 

 Asimismo, Bergman recordó a AJN que este acto también significa “moderar en la cultura del encuentro que lo caracteriza, las tensiones propias de la Iglesia católica donde desde la liberalidad y apertura de Juan XXIII y la versión un poco más conservadora de Juan Pablo II, está tratando de conciliar las líneas de la Iglesia católica”.

 

De cara a la visita que hará el Papa a fines de mayo a Israel, el rabino y diputado argentino destacó: “Él llega por un trabajo ecuménico con la Iglesia ortodoxa. Nosotros lo vemos desde el valor de la mirada de los judíos, pero él va por un tema de la unificación de la Iglesia, de la Iglesia oriental y occidental”. 

 

“No nos olvidemos que lo que se abrió con Juan XXIII en el concilio, que concreta Juan Pablo II con su histórica visita a Israel en el muro de los lamentos, como también  del lugar que la Iglesia católica tuvo en la historia de persecución, fundamental en las historias que dieron origen a la situación del pueblo judío, que fue perseguido y falsamente difamado. Fuimos víctimas de estos pogromos y persecuciones que dieron las bases a ciertas prácticas que sostuvo también el silencio durante el régimen nazi.”

 

“Estamos en los umbrales del próximo paso de Francisco que es ni más ni menos que visitar Israel y dejar en este gesto sellado, que es el continuador de esa tradición de Juan Pablo II.”

 

Por último, consultado sobre su posición en esta ceremonia, Bergman respondió a AJN: “En el lugar que yo asumo con total integridad y plenitud, poder representar como lo hago, como servidor público del pueblo argentino como diputado, y nunca habiendo renunciado a mi identidad judía rabínica, participar en un evento espiritual, si bien no lo podemos compartir desde la religión, que tengamos diálogos de unidad, no nos deja afuera de la emoción espiritual de saber que en estos dos siglos tan relevantes se van a cerrar dos mil años de desencuentro y persecución”.

 

 “Nosotros tenemos el privilegio, y lo celebro, de ser protagonistas y al mismo tiempo partícipes de esto único en la historia, de tradiciones milenarias, y el privilegio de ser un compatriota de Bergoglio, en este caso Papa Francisco, liderando a una humanidad y dando ejemplos que van a puntos de no retorno, de una humanidad que será más humana a través de este camino”, concluyó.  

 

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