Los líderes europeos y los grupos ecológicos reaccionaron con rabia y consternación luego de que el presidente Donald Trump anunciara ayer que Estados Unidos, el segundo mayor emisor de carbono del mundo, abandonaría el Acuerdo de París de 2015. No obstante, se comprometieron a defender el acuerdo y no a retroceder en la lucha contra el cambio climático.

En una etapa excepcional, las tres mayores economías de Europa continental -Alemania, Francia e Italia- emitieron una declaración conjunta en la que criticaron la decisión de Trump y dijeron que el pacto era «no renegociable».

«Tomamos nota de la decisión de Estados Unidos con pesar», dijeron, describiendo el acuerdo como «una herramienta vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías».

«Estamos firmemente convencidos de que el acuerdo no puede ser renegociado», agregaron, refiriéndose a parte del anuncio de Trump, que dijo que Washington estaba dispuesto a negociar un nuevo acuerdo.

En Francia, la oficina presidencial aseguró que el país y Estados Unidos «seguirían trabajando juntos», pero no en el cambio climático.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron dijo que Trump había cometido un error histórico al abandonar el acuerdo climático de París e invitó a científicos y empresarios del clima estadounidenses a trabajar en Francia.

Trump ha «cometido un error por los intereses de su país y un error para el futuro de nuestro planeta», dijo Macron en la televisión, añadiendo: «Estados Unidos le ha dado la espalda al mundo». Refiriéndose a la idea de Trump de rediseñar el acuerdo de 2015, dijo, «no vamos a renegociar de ninguna manera un acuerdo que sea menos ambicioso» que el actual.

El ayuntamiento de París dijo ayer que iluminaría su edificio en verde «en señal de desaprobación» del anuncio de Trump y recordará la determinación de las ciudades de todo el mundo de luchar contra el cambio climático.

En Berlín, la canciller Angela Merkel expresó su «pesar» por la decisión y pidió la continuación de «políticas climáticas que preserven nuestro mundo».

En Roma, el primer ministro italiano Paolo Gentiloni instó contra cualquier retirada de la lucha contra el clima. «No vamos a retroceder el Acuerdo de París. Italia se ha comprometido a reducir las emisiones (de carbono), a las energías renovables, al desarrollo sostenible».

Jean-Claude Juncker, jefe de la Comisión Ejecutiva de la Unión Europea, criticó la decisión de Trump como «gravemente equivocada».

El comisionado del organismo para la acción climática y la energía, Miguel Arias Canete, también prometió continuar «el liderazgo global» en el cambio climático. «La UE lamenta profundamente la decisión unilateral de la administración Trump», dijo en un comunicado.

«El Acuerdo de París perdurará. Europa llevará a través de ambiciosas políticas climáticas y mediante el apoyo continuo a los pobres y vulnerables», añadió.

Entre los grupos de medio ambiente, Climate Action Network expresó que la retirada «señala que la Administración Trump está en total desacuerdo con la realidad y el resto del mundo», y añadió: «Esta acción es totalmente contraria a sus intereses: su salud, seguridad, suministro de alimentos, empleos y futuro».

Oxfam France calificó la decisión como «vergonzosa e irresponsable, despreciando a la gente y la paz mundial».

Entre la comunidad científica, la prestigiosa Royal Society de Gran Bretaña dijo que la decisión de Trump impediría la innovación estadounidense en tecnología más limpia. «El futuro está en tecnologías nuevas, más limpias y renovables, no en combustibles fósiles», manifestó el presidente de la sociedad, Venki Ramakrishnan.

«Estas tecnologías también ayudarán en nuestra lucha contra la contaminación atmosférica y garantizarán una mayor seguridad energética a nivel mundial. El presidente Trump no está poniendo a Estados Unidos en primer lugar, lo está atando al pasado».