Agencia AJN.- Eli Rozenberg tiene 26 años, es hijo del millonario empresario Kenny Rozenberg, y recientemente quedó en el medio del escenario de Israel al tomar el control de El Al Airlines, la aerolínea insignia del Estado judío.

El joven Rozenberg llega a la conducción de la compañía luego de un tumultuoso debate sobre quién debería administrar la aerolínea. El Al fue privatizada en 2004 y desde entonces ha tenido problemas económicos, que con la pandemia de coronavirus empeoró la situación.

La oferta de 75 millones de dólares de Eli Rozenberg para comprar el control de la aerolínea ofreció un salvavidas, pero algunos en Israel argumentaron que venderle equivaldría a eludir la ley que prohíbe a los no israelíes ser propietarios de la aerolínea.

Eli Rozenberg es residente de Israel y ciudadano israelí, pero su padre, que es dueño de una cadena de hogares de ancianos en Estados Unidos, no lo es. La fuente del financiamiento para el acuerdo es un préstamo a 25 años de Kenny Rozenberg, confirmó Eli Rozenberg en una reunión con la junta directiva de El Al, según informó el diario comercial israelí Globes .

Los críticos del acuerdo argumentaron que tal préstamo equivale a un regalo y podría significar que Kenny Rozenberg controla efectivamente la aerolínea.

Pero Eli Rozenberg aclaró que su padre no había recibido acciones de El Al como garantía del préstamo.
En una carta enviada por sus abogados, Rozenberg acusó a la junta de El Al de actuar en contra de los mejores intereses de la aerolínea y preguntó por qué seguían apoyando al Grupo Borovitz aunque no invirtió ni un centavo en la reciente oferta pública de la aerolínea.

Rozenberg adquirió el 42,89% de El Al con una oferta de $ 150 millones en la oferta pública de la compañía antes de Rosh Hashaná. A pesar de ese hecho, la junta directiva de El Al intentó evitar que la aerolínea transfiera el control a Rozenberg al influir en los ministros del gobierno para que rechacen su adquisición.

Tres ministros del gobierno debían aprobar la adquisición y transferirla a la Autoridad de Empresas del Gobierno de Israel antes de que Rozenberg obtenga oficialmente el control de la empresa.

“Parece que el Grupo Borovitz está haciendo un uso ilegal del nombre de El Al para sus propios fines que no son consistentes con los objetivos de El Al”, decía la carta enviada por los abogados de Rozenberg.

“La carta enviada por la junta directiva de El Al está llena de mentiras y tiene la única y transparente intención de borrar, interrumpir y retrasar la transferencia del control de El Al a Kanfei Nesharim Aviation. La carta tiene la intención de aplicar presión ilegal -contra las directivas legales- y mantener el control de Knafaim Holdings (la empresa de la familia Borovitz)”.

«Knafaim y sus propietarios controladores se abstuvieron de invertir ni un solo centavo en El Al en la oferta pública y la junta directiva continúa apoyando el control de Knafaim y sus accionistas controladores para el ‘beneficio de El Al'», agregó en el documento.

“El permiso de control otorgado al Grupo Borovitz venció (a partir del 16 de septiembre) y desde ese día El Al se ha manejado sin dueño según el permiso legal”, apuntó.

Asimismo advirtió que «cada nuevo retraso en la transferencia del control de El Al a Kanfei Nesharim Aviation perjudicará inequívocamente a El Al, sus accionistas, acreedores, empleados y clientes, y puede poner en peligro la estabilidad de la empresa e incluso provocar su colapso».

En la carta afirmó que algunos miembros de la junta directiva de El Al están usando su autoridad oficial con fines cínicos, actuando por un claro conflicto de intereses, y están usando el dinero invertido por Rozenberg, el Estado y el público para mantener el control de la aerolínea por el Grupo Borovitz.

Más allá de la disputa empresarial, el gobierno aceptó los argumentos de Eli Rozenberg y lo convirtió en el propietario real de la aerolínea. Ahora que el trato se concretó, Eli Rozenberg puede nombrar directores y un CEO para la aerolínea. Pero los vuelos hacia y desde Israel están severamente restringidos debido al cierre nacional para frenar la propagación del COVID-19, y no está claro cuándo se reanudarán los viajes aéreos normales.