Ante la visita que tiene prevista el papa Francisco a Medio Oriente del 24 al 26 de mayo, desde Argentina se organizó una misión que unirá a los miembros de distintas religiones.

Con la presencia del  padre Pepe Di Paola y el rabino Alejandro Avruj, quienes “decidieron ponerse al frente en la conducción espiritual”, el viaje interreligioso recorrerá Ammán, capital del Reino de Jordania, la Autoridad Palestina, Belén y Jerusalem.

La semana pasada, pese a los riegos que sufrió el viaje por la huelga de los trabajadores del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí que se negaron a participar en el recibimiento del Sumo Pontífice, los líderes de las comunidades católicas en Israel, Palestina, Jordania y Chipre eligieron el logo y el lema de la peregrinación del Papa Francisco, con la frase “Para que todos sean uno”, que se inspira en el ruego de Jesús al Padre. El lema de la peregrinación recuerda que, al anunciar su viaje a la Tierra Santa, Francisco expresó su anhelo por conmemorar el encuentro histórico en Jerusalem entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras.

En diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN), el ex presidente de la AMIA Abraham Kaul, quien tomó la iniciativa de este importante viaje,  contó los detalles de la visita que tiene como objetivo “mostrar que hay muchas cosas que se pueden hacer en conjunto en la sociedad argentina”.

¿Cómo surgió esta iniciativa?

Con la información de la visita oficial del Papa a Jordania, a la Autoridad Palestina y al Estado de Israel, región que conozco profundamente por haber realizado más de 120 viajes con distintos grupos a la zona, vi una luz y una excelente oportunidad de apoyar el trabajo y la misión que tiene en la tierra Francisco. Sin lugar a dudas tiene una misión que cumplir y es unir a los pueblos, unir a las religiones, para que no sean motivo de disputas o guerras, sino de unión y confraternidad. Por supuesto, el Papa con su presencia está dando una señal al mundo entero, que es la convivencia en Medio Oriente, el reconocimiento político a Jordania como país moderado, la creación de lo que es la autonomía palestina, que en algún momento será el Estado palestino, y el reconocimiento al Estado judío, que es el Estado de Israel. Teniendo en cuenta que la grandeza de Francisco reside en que su palabra se transforma en acción, porque lo que él piensa que se debe hacer es lo que hace y lo muestra con su ejemplo personal, consideré que era oportuno realizar un viaje interreligioso apoyando el camino del Papa.

¿Existen en tu vida antecedentes de un viaje de estas características?

Como antecedente, hace aproximadamente 15 años organicé el primer viaje interreligioso conducido por monseñor (justo) Laguna, que en paz descanse, y el rabino Mario Reisman.  Después de ese viaje aprendí de ambos la importancia que tiene el conocimiento de las religiones y de los pensamientos para la otra persona. Aquel que desconoce es aquel que tiene temor, es aquel que discrimina, es aquel que siente inseguridad. Cuando uno conoce al otro, se siente seguro, se siente tranquilo y el desconocimiento perturba la relación de los seres humanos. A partir de ahí, todos los viajes que mi Agencia organiza al Estado de Israel se llaman “Israel para todos”, porque están abiertos a todas las religiones. En todos los grupos que yo llevo a Israel, participan pasajeros de distintos credos y nuestros programas mantienen el equilibrio de visitar todos los lugares de todas las religiones. En esta oportunidad, se trata de este viaje y con el compromiso que lleva adelante el papa Francisco.

Participarán el padre Di Paola y el rabino Avruj, ¿qué cualidades pensás que los convierten en los indicados para hacer este viaje?

La idea es convocar a dos religiosos, dos seres humanos profundamente comprometidos con la cuestión social. Ambos han trabajado bajo la mirada de Bergoglio. Desde ya, el padre Di Paola ha estado trabajando en distintas villas de la Capital Federal, no sólo en la lucha contra las drogas, sino contra la pobreza. El rabino Avruj lo ha acompañado en su momento construyendo en la villa 21 un comedor popular que se llama Shalom. Ambos han hecho algo por el bien del ser humano, por el bien del otro. Cada uno aportó un granito de arena y considero que son un ejemplo, no sólo para quien les habla, sino para la sociedad argentina, de que juntos se puede hacer más que no hacer nada y estar separados. Bajo este criterio, ambos religiosos decidieron ponerse al frente en la conducción espiritual de un viaje que seguramente quedará en el recuerdo de todos aquellos que puedan participar en él.

 

¿Cómo funciona ser un ex dirigente comunitario en esta iniciativa?

 

En realidad en 2002, cuando asumí la presidencia de la AMIA, una de las tareas más importantes que desarrollamos tenía un perfil ideológico similar, que era preocuparse por los pobres. En esos años la comunidad judía llegó a tener 50 mil necesitados en todo el país. Algunos necesitaban alimentos, medicamento o no tenían para pagar las expensas. Nos pusimos a trabajar para recuperar la moral y necesidades de nuestra comunidad y nos dimos cuenta de que no podíamos hacerlo solos. Tuve la oportunidad de estar cerca del monseñor (Jorge) Casaretto que estaba al frente de Caritas y hasta hoy en día lleva una tarea muy importante. Apoyamos junto a la Iglesia Católica, en lo que fue la mesa de diálogo argentino, donde entre judíos, musulmanes, la iglesia católica y la ONU se construyó una contención social para un país que estaba en vías de desintegración y la palabra más común sobre los políticos era “que se vayan todos”. Creo que esa tarea era para el bien del país. Esto tiene como objetivo mostrar que hay muchas cosas que se pueden hacer en conjunto en la sociedad argentina, que es un modelo de sociedad, cosa que debo destacar puesto que me tocó organizar recientemente los servicios turísticos de una delegación interrelegiosa, donde 15 católicos, 15 musulmanes y judíos estuvieron en Ammán, Belén, Jerusalem y el Vaticano.

 

¿Cuál es la característica especial de este viaje?

 

La característica de este viaje es que ahora es el tiempo de la gente. Basta de dirigentes, ellos mostraron un camino que se puede hacer, que fue productivo, una buena imagen, ejemplo universal de lo que es la República Argentina. Vamos a mostrar con hechos que la gente común, judíos, católicos, musulmanes, vamos a apoyar un camino del Papa, porque entendemos que es parte de lo que Argentina siente, percibe y puede llevar adelante. Este ejemplo después tiene que continuar en otras tareas conjuntas de las comunidades del país. No olvidemos que el país está formado por corrientes migratorias. Acá la población autóctona no llega al 7 u 8 por ciento por diferentes motivos. El resto somos hijos de inmigrantes, un país joven de apenas 200 años. Este viaje será un hito en la construcción de este diálogo.

 

¿Esto ya pudieron compartirlo con el Santo Padre, le pudieron comunicar que la misión está en camino?

 

En realidad se trata de darle un apoyo, el apoyo de la gente a alguien que va a cumplir una misión.

Le envié una carta a Francisco con lo que yo siento y le transmití las cosas que sentí en los tours, para que supiera del viaje que va a hacer nuestra delegación y por qué lo haremos. Él me respondió: “Señor licenciado Abraham Kaul, muchas gracias por su correo y por su dedicación a favor de la gente. Ojalá lo pueda saludar en Israel. Que el señor lo bendiga y por favor, no se olvide de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco”. El objetivo no es ir a sacarse la foto con el Papa, es decirle: “estamos con vos. Estamos con tu misión. Estamos con lo que estás llevando adelante, y nos sentimos orgullosos de lo que hacemos, porque está marcando un camino”.

¿Cuál será el recorrido del viaje?

Comenzará en la ciudad de Ammán, capital del Reino de Jordania, en donde tendremos la oportunidad de conocer su ciudad, su gente, visitar el Monte Nebo, que fue visitado también por Juan Pablo II, que es el lugar donde moisés visualizó por primera y única vez la tierra prometida. Este lugar se transformó en un centro de peregrinación.  Los primeros cristianos hasta el siglo IV peregrinaban al lugar donde ellos decían que estaba la tumba de Moisés, aunque no se sabe ciertamente en donde está, y allí se construyó una primera iglesia. Hoy este lugar tiene un símbolo, que es una gran cruz construida como el palo que tenía Moisés cuando caminaba por el desierto con la imagen de la serpiente y la cruz. Es un lugar que, tanto para judíos, que tienen a Moisés como el gran profeta que entregó los 10 mandamientos, como para los católicos, es sagrado. Ahí mismo se oficiará una misa, en la iglesia franciscana que se encuentra allí. Además,  en el mismo lugar, en la explanada al aire libre que mira hacia la tierra de Israel, el padre Di Paola y el rabino Avruj, darán la ceremonia de Shabat.

También visitaremos la iglesia en donde se encuentra el único plano de Medio Oriente donde está íntegramente la ciudad de Jerusalem construida por los romanos. Y posteriormente, asistiremos como delegación argentina al estadio de la ciudad de Ammán, en donde participaremos en la gran misa que el papa Francisco llevará a cabo allí. Al día siguiente, cruzaremos la frontera e ingresaremos a Israel para dirigirnos a la ciudad de Belén, que es famosa mundialmente porque ahí está la iglesia de la natividad, lugar de nacimiento de Jesús. Por supuesto la visitaremos y asistiremos a la ceremonia que el Papa realice. Se habla de una gran misa que posiblemente se dé en la parte interior y exterior de la basílica.

 

Nuestro alojamiento en Israel será Jerusalem, a donde nos dirigiremos al finalizar la ceremonia en Belén. Al día siguiente, 26 de mayo, seguiremos los pasos de Francisco en Jerusalem. En estas semanas se está arreglando la agenda oficial del Papa en Israel. Los comentarios más cercanos de la Cancillería dicen que visitará el Muro de los Lamentos, el Santo Sepulcro donde se encuentra el patriarca de la Iglesia de Constantinopla y recorrerá Yad Vashem, el museo del Holocausto. Luego regresará al Vaticano. Nuestra delegación continuará en Jerusalem, donde recorreremos la Ciudad Antigua. Queremos conocer las mezquitas musulmanas, la mezquita de Al-Aqsa y el Domo de la Roca. Luego descenderemos para ir al Muro de los Lamentos, donde el rabino Avruj realizará una ceremonia ecuménica para todos los asistentes y a continuación recorreremos las 14 estaciones de la Vía Dolorosa que termina en el Santo Sepulcro con la interpretación del padre Di Paola.

 

LV-DB