AJN.- El embajador de la Unión Europea en Israel, Lars Faaborg-Andersen, participó en uno de los paneles de la Conferencia de Lucha contra el BDS, organizada por el diario Yediot Ajaronot. “Nuestra política es opuesta al BDS”, dijo el diplomático, en referencia al movimiento que promueve boicot, desinversión y sanciones contra Israel.

El embajador de la Unión Europea ante Israel, Lars Faaborg-Andersen, declaró hoy que la política de la Unión “es contraria al BDS”. “Nuestra política es de cooperación mutua con Israel y hemos dado prueba de ello muchas veces. Somos los socios más importantes de Israel en ciencia y tecnología”, dijo Faaborg-Andersen.

Andersen señaló que el problema de la Unión sólo tiene que ver con la actividad de Israel en los asentamientos ubicados en la Margen Occidental. «La UE considera que los asentamientos son perjudiciales para el proceso de paz, transgreden la ley internacional y no forman parte de Israel. Por ello, nuestro acuerdo con Israel es con Israel en sus fronteras internacionalmente reconocidas, que no incluyen los asentamientos. Por esta razón, los productos procedentes de los asentamientos se venden libremente en Europa, pero no reciben el mismo tratamiento que los productos que vienen de dentro de Israel», explicó el embajador.

Andersen enfatizó que la política europea no es un boicot. «Los productos se venden en Europa, y deben estar marcados. La intención es dar al consumidor la información adecuada sobre el origen del producto. Ni siquiera el gobierno israelí está afirmando que Cisjordania es parte de Israel. Entonces, ¿por qué marcar esos productos como si vinieran de Israel. No tenemos ningún problema con los productos, pero deben estar marcados».

El embajador añadió que «el fenómeno del boicot es marginal y en este momento tiene muy poco efecto sobre Israel. Esto significa que debemos prestar atención para que no crezca más y no logre más apoyo. Creo que es importante mantener las cosas en la correcta proporción y asegurarnos de que al hablar de este fenómeno no le damos más importancia de la que en realidad tiene. Tal como dijo el presidente Rivlin: Hay una diferencia muy grande entre crítica y deslegitimación. Y yo creo que existe un riesgo muy grande de que, al juntar ambas cosas – a pesar de que no están relacionadas – en primer lugar, se le da al movimiento pro-boicot un lugar que en realidad no tiene y en segundo término, ello interrumpe el diálogo con los críticos de las políticas, pero que no apoyan un boicot «.

Refiriéndose a las resoluciones dictadas contra Israel por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el embajador dijo que «Hemos tratado de varias maneras de ayudar a Israel a superar estos obstáculos. Nosotros tenemos 28 votos, pero el Consejo es más amplio y por ello debemos aceptar la mayoría. A pesar de que no siempre coincidimos con los países que forman esa mayoría, son importantes para el diálogo internacional y, por tanto, nuestra política es de cooperación «.

R.L
28/3/16