Semanas antes de las elecciones israelíes, funcionarios palestinos ya están planeando una serie de medidas duras contra Israel en caso de que el primer ministro Benjamin Netanyahu sea reelecto como predicen las encuetas y las negociaciones de paz se mantengan estancadas.

Envalentonado por su nuevo estatus actualizado en las Naciones Unidas, los palestinos están hablando de la presentación de una denuncia por crímenes de guerra contra Israel, organizando manifestaciones masivas en la Ribera Occidental, alentando a la comunidad internacional para imponer sanciones, y poner fin a la cooperación en seguridad que ha ayudado a preservar la tranquilidad en los últimos años.

Estos planes, junto con la creciente impaciencia internacional con Israel debido a la construcción de los asentamientos, podrían significar un problema y el aislamiento internacional del líder israelí.

Varios funcionarios palestinos citados por el portal de noticias Ynet expresaron que tras el reconocimiento de la Asamblea General de la ONU de aceptar a la Autoridad Palestina como un Estado observador no miembro, la situación actual no puede continuar.

"En 2013 va a ver una nueva vía política palestina. Habrá nuevas reglas en la relación con Israel y el mundo", dijo Hussam Zumlot, un asesor del presidente Mahmoud Abbas.

Aunque la votación en la ONU no cambió la situación sobre el terreno, tuvo profundas implicaciones. También allanó el camino para que se unan a los organismos internacionales para presionar por sus reclamos en contra de Israel.

A todo esto, Netanyahu acusó a los palestinos de eludir las negociaciones directas.

"Es de esperar, de hecho, ver en 2013 el resurgimiento del proceso de negociación entre israelíes y palestinos", dijo el vocero de Netanyahu, Mark Regev. "No hay sustituto para las negociaciones directas", advirtió.

Funcionarios palestinos expresaron que tienen la esperanza de que una fórmula para el reinicio de las conversaciones de paz se puede encontrar después de la elección de Israel el 22 de enero, quizás a través de una nueva iniciativa del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Los palestinos comenzaron a hablar de un juicio de seis meses de negociaciones. Azzam al-Ahmed, un importante asesor de Abbas, dijo que los diplomáticos árabes presentarán un plan en las capitales occidentales, Rusia y China el próximo mes.

Los palestinos insisten en su reclamo para que se detengan las construcciones en los asentamientos.

Los funcionarios palestinos dijeron que no se apresurarán hacia cualquier medida punitiva, sino que están determinados a no quedar con las manos cruzadas.

"Tenemos que prepararnos para una batalla larga y difícil", agregó Yasser Abed Rabbo, secretario general de la Organización de Liberación de Palestina.

Entre las opciones que se barajan está la de detener la cooperación entre las fuerzas de seguridad israelíes y palestinas en la Ribera Occidental. La cooperación es vista como un elemento clave para preservar la calma en Cisjordania en los últimos años, en contraste con los intensos combates de hace una década.

 "No habrá ninguna cooperación de seguridad, siempre y cuando no existe un horizonte político", dijo Mohammed Ishtayeh, un ministro del Gabinete palestino.

Los palestinos también hablan de un aumento de la "lucha popular", el término que utilizan para las manifestaciones contra los soldados israelíes.

GB