Representantes diplomáticos de Israel en Argentina y de la dirigencia local participaron del acto organizado a una semana de la masacre cometida en la escuela religiosa “Merkaz HaRab” de Jerusalem, donde ocho estudiantes fueron asesinados por un terrorista.
Iftaj Curiel, agregado cultural de la Embajada israelí, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas en nombre del Estado. “Estamos hoy en día involucrados con los enfrentamientos con Hamas en la Franja de Gaza y el peligroso terrorismo, que se origina en Irán y Siria, que además lo apoyan con dinero, armas, información”, dijo.
El diplomático aseguró que Israel afronta una “guerra” que debe “ganar principalmente para proteger” a los ciudadanos mientras busca “un socio entre los palestinos para llegar a un acuerdo y poner fin a la violencia” en la región.
Curiel citó al asesinado primer ministro israelí Itzjak Rabin cuando dijo que Israel “debe luchar contra el terrorismo como si no hubiera negociaciones y continuar las negociaciones como si no hubiera terrorismo”.
“Actos de barbarie como el de Jerusalem deben ser condenados en todo el mundo para que sirvan como señal de alerta de lo que es la realidad de hoy en día en Israel y de aquella necesidad de luchar contra los elementos radicales para poner fin al odio con el que convivimos", expresó Curiel.
La ceremonia se realizó anoche en la sinagoga Zijron David del Instituto Educativo Talpiot y estuvo encabezada por el Gran Rabino de la Comunidad Judía de Buenos Aires, rabino Shlomo Benhamú; también asistió Aaron Kuni, representante de la Agencia Judía (Sojnut).
"El mundo entero calla cuando debería haber un clamor de protesta", dijo Benhamú, y se mostró convencido de que los ocho alumnos asesinados en la yeshiva “santificaron sus vidas en aras de lo que es el pueblo de Israel y que sus almas que están en el Olám Haemet (mundo de la verdad) son mas fuertes que el león y más ágiles que las águilas”.
Por su parte, Julio Schlosser, vicepresidente de la DAIA, destacó que el homenaje coincidió con la fecha de “7 de Adar, el Yortzait (aniversario del fallecimiento) de Moisés y el día que en Israel se  recuerda a los muertos que no tienen tumba”.
“Estamos acá para recordarlos (a los jóvenes asesinados) porque ellos tienen tumbas. Lo que ya no tienen y no podemos olvidar es que no tienen vida y futuro (…) Hoy nos sentimos desgarrados porque nos han pegado duro, pero sin embargo seguimos con la esperanza de la paz”, comentó Scholsser.
Edgardo Gorenberg, secretario general de AMIA, afirmó que el atentado cometido en Jerusalem “es caritativamente semejante” a otras acciones del “terrorismo internacional”.
“En este país, en el cual vivimos y al cual amamos, hay mucha vacilación, mucho eufemismo, mucha hipocresía para definir con claridad qué es el terrorismo; lo estamos viendo en diversas circunstancias y situaciones nacionales e internacionales. Algunos grupos terroristas salen indemnes en la calificación de algunos argentinos, de algunos hombres de la política nacional y también de la prensa”, opinó.
Aaron Kunin, de la Sojnut, comentó que “no hay forma de vengarse” de un crimen como el de los estudiantes.
“Hay una sola forma: continuar con el mandato que tiene el pueblo judío. A diferencia de ellos nosotros santificamos la vida, y ellos hoy en día venden el santificar la muerte”, dijo.
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