Los últimos cómputos de los votos en urnas especiales de los soldados, discapacitados físicos, diplomáticos y marinos en alta mar, no modificaron los resultados semi-oficiales dados a conocer en la madrugada del miércoles en base a los escrutinios realizados en cada mesa receptora de votos.
Los soldados sumaron unos 10 mil votos al partido Likud, pero no fue suficiente para satisfacer el deseo de su líder Benjamin Netanyahu de aumentar en un diputado su bancada, para equipararla numéricamente con los diputados de Kadima liderada por Tzipi Livni y que quedó como la mayor bancada del nuevo parlamento con 28 escaños.
Pegadito con 27 diputados, le sigue el Likud.
Mucho más atrás, con 15 elegidos se ubica como tercera bancada Yisrael Beteinu (“Israel Nuestro Hogar”), encabezado por Avigdor Lieberman.
Con sólo 13 lugares parlamentarios, queda en cuarto lugar el partido aborista Avoda de Ehud Barak, que supera en dos escaños al partido religioso sefardí Shas con 11 legisladores.
Los cuatro partidos árabes-israelíes también obtuvieron en conjunto 11 bancas, una más que la que poseían en el Parlamento anterior y el partido religioso ortodoxo “Judaísmo Bíblico”, logró 5 diputados.
Los partidos Nueva Izquierda Meretz y el religioso sionista “Hogar Judío” (ex-Mafdal) quedaron con sólo 3 diputados cada uno.  
Estos guarismos no vaticinan una solución matemático-electoral fácil para la conformación de la próxima coalición gobernante en Israel, pero antes de internarnos en este colosal laberinto de componendas pos-electorales, es hora de ver algún otro desglose de la modalidad de voto en los recientes comicios, por ejemplo, por regiones geográficas o niveles socio-económicos.

TZIPI LIVNI LA TRIUNFADORA EN TEL AVIV :
La canciller israelí y jefa de Kadima, Tzipi Livni, seguro que guarda sentimientos de gratitud a los electores de Tel Aviv, principalmente en las zonas residenciales de la clase media alta y aristocrática del norte de la metrópolis de la costa israelí.
El 34 por ciento de los votantes de Tel Aviv dieron su apoyo a la postulante femenina a  jefa de gobierno y además la más joven (tiene 50 años) entre los tres candidatos a premier.
Sólo el 19 por ciento de los telavivenses colocaron en la urna una boleta del Likud.
En cambio, en las poblaciones del suroeste israelí, limítrofes con la Franja de Gaza, acosadas por los cohetes palestinos, y pese a que la operación antiterrorista “Plomo Fundido” fue obra del laborista ministro de Defensa, Ehud Barak, precisamente los partidos de la derecha hicieron muy buena elección.
El 30 por ciento de los pobladores de Ashkelon y 26 por ciento de los habitantes de Ashdod prefirieron la boleta de Yisrael Beteinu (“Israel Nuestro Hogar”), de Liberman, mientras que el partido Laborista, del aguerrido ministro de Defensa Barak tuvo que resignarse con la pobre cantidad de sólo el 4,4 por ciento de los sufragios emitidos en el suroeste de Israel.
El suceso electoral israelí 2009, Avigdor Liberman, en Ashdod se lució con el caudal logrado, pero no así en el asentamiento Nokdim en Samaria donde Liberman posee su chalet familiar.
Los vecinos del jefe de "Israel Nuestro Hogar" prefirieron dar su preferencia política al partido ultraderechista "Unión Nacional" (31.2 por ciento), el Likud en el poblado de Liberman recibió el 22 por ciento de los votos, y un 8 por ciento lo hizo por el partido religioso-nacional "Hogar Judío" (ex-Mafdal).
Al parecer, la mayoría de los colonos vecinos de Liberman, no lo consideran suficientemente derechista y privilegiaron con su voto a agrupaciones más radicales de derecha.
Todo el mundo ya sabe que el partido de Tzipi Livni, Kadima, recibió el mayor número de votos válidos, pero ¿qué agrupación fue la menos votada por los israelíes?
Sólo 579 personas votaron por la lista "Lazus" (en hebreo ‘moverse’), un grupo que reivindica los derechos especiales de los discapacitados en Israel.
Entre los partidos más serios que no superaron el umbral mínimo del 2 por ciento de los votos válidos emitidos (esta vez casi 63 mil sufragios), los que más se acercaron al mínimo indispensable fueron el movimiento ecologista-religioso pacifista que responde al nombre de “Movimiento Verde-Meimad”, que recibió 26 mil votos y el partido de los jubilados, que quedó excluido del nuevo Parlamento porque sólo fue apoyado por algo menos de 17 mil ciudadanos.
También el partido “Hoja Verde” (por la legalización del consumo de “drogas livianas”), que acaparó unos 10  mil sobres colocados a su nombre en las urnas, tuvo mucho más poder de atracción que la casi inexplicable lista de derechos para los sobrevivientes del Holocausto, que corrieron en lista compartida con los escindidos de los fumadores de "Hoja Verde", obteniendo sólo 2100 sufragios.
Lo que no está muy claro, es que tenían “in-mente” el 37 por ciento de los pobladores del Asentamiento Reiján (norte de Samaria) que colocaron en la urna la papeleta del Movimiento "Hoja Verde".
Algo tan inexplicable como 9 votantes de la ciudad árabe-israelí Um-el-Fajem que votaron nada menos que por “Unión Nacional” del agitador ultraderechista cahanista anti-árabe, Baruj Marzel, que también recibió el apoyo del 81 por ciento de los votantes de los barrios judíos en la conflictiva ciudad de Jebrón (sur de Judea).
Pero los comicios 2009, que hasta el momento no brindaron nada prominente, salvo el acto democrático encomiable en sí mismo, batió algunos récord loables: en la entrante 18º Kneset de Israel, habrá 21 legisladoras, el mayor número de mujeres en todo el historial parlamentario de Israel.
Entre ellas estará la primera mujer árabe, que llega al Parlamento por un partido árabe-israelí: se trata de Janin Zohavi, tercera en la plancha del partido Balad.
En cambio, la que tendrá que desocupar su lugar parlamentario, es la única diputada religiosa judía ortodoxa, Tzvía Grinfeld, que en el Parlamento anterior curiosamente integraba la bancada del partido secular de izquierda sionista Meretz.
Los cuatro partidos árabes-israelíes obtuvieron 11 escaños, el número más grande de diputados árabes desde la creación del Parlamento israelí en 1949.
También la Kneset venidera tendrá otro record "destacable": 10 legisladores (un minian) lucen bigotes… y alguien se ocupó de registrarlos…
Porque la democracia israelí “da para todo” y por eso es motivo de legítimo orgullo para todos los que vivimos en el País de la Biblia.
TN-JR